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• Leila •

- ¿Te vas a quedar a dormir? - le pregunté.

- No tengo ropa, bueno... en el coche.

- Si quieres... quédate.

- Vale

- Mira, te puedes sentar o acostar, ¿sabes?

- Es verdad, y yo aquí de pie.

- También te puedes quitar las playeras, la camiseta, tú ponte cómodo, como si fuera tu casa.

- Si, si, lo que me quieres es desnudar.

- También, también.

- ¿Qué es esa carta que tienes ahi?

- No es una carta, son las normas de la casa, mi niño, ¿te las leo?

- A ver.

- "No morir, no robar, no chivarse."

- ¿Y ya está?

- Sí, las escribió mi hermano Jordan y las dejó por todos los cuartos.

- Muchas normas productivas tienen - dijo con ironía.

- La de no morir es muy productiva, ¿te imaginas que te caigas por las escaleras y te mueras? que miedo, yo te entierro en mi jardín.

- Que mierda de entierro

- No robar, me refiero robar cosas de aqui, por ejemplo, que no me roben unas playeras y las vendan por Wallapop. Luego, no chivarse, lo que se habla en casa se queda en casa.

- Razón no te falta.

- Lo sé - me tumbé a su lado en la cama.

Él solo tenía los pantalones puestos.

- ¿Que te dijieron los mossos?

- Nada, que ya me llamarán de la comisaría y eso, lo de siempre.

- Estás más loco.

- Hay que llevarle dinero a mamá y a casa, porque sino...

Lo besé.

- En verdad eres más bueno, lo que tú te haces el malo cuando sabes que no eres así.

- Dame otro beso - se lo dí - mmm, otro - se lo dí - otro - me pidió mientras sonreía.

- ¿Te gustan?

- Me encantas

Sonreí para besarle mientras le acariciaba la cabeza.

- No me hago el malo, solo que cuando me sale ser así, pues lo soy.

- Espero que conmigo nunca te salga ese rejo revirado.

- Pues ten cuidado tú.

- ¿Yo? No, mi amor, cuidado tú, te cojo y te entierro en el jardín.

- Tú no eres normal, tía.

- "Tía" dice, te pego un bofetón.

Yo estaba boca abajo encima de él y me pegó una fuerte nalgada en el culo.

- Atrévete

- No me tientes

- ¡Qué cagona eres!

Le pegué un cachetón sin fuerza pero por la forma en la que puse la mano se escuchó fuerte.

- Yuos - reí mientras él se ponía encima de mí haciéndome cosquillas.

Como ambos sabíamos, nos empezamos a besar, yo me quedé jugando con su pelo y é apoyando su cabeza en mi barriga.

- Que fea eres, joder

- Mira el gilipollas este, fea dice.

- Fea pero te pegaría una follada que...

- ¿A dónde vas, flipao'?

- Es verdad

- Eso habrá que verlo.

- ¿Lo quieres ver?

- No me niego

Rió y subió hasta mi cara para besarme.















¿Les está gustando? Coméntenme sus críticas aquí en los comentarios (siempre con respeto).

Paro los que sean nuev@s y no hayan leído las de Trueno les digo que mis historias van poco a poco y también tienen que ver como yo me sienta en el momento que esté escribiendo. 💓

Confusión {Beny Jr}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora