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Leila

Ya había limpiado toda mi casa de arriba a abajo por el polvo que habían causado los muebles, estaba haciéndome algo de cenar mientras oía de fondo Los Simpson, derrepente escuché que alguien llamó a mi puerta, puse el ojo en la mirilla y vi que era Beny, así que le abrí.

- Hola, amor - me besó - ¿qué haces?

- Me estoy haciendo algo de cenar para ver la tele un rato, mañana trabajo de noche.

- ¡Qué rico huele! ¿Te ayudo en algo?

- No, ponte a ver la tele si quieres, no quites la serie.

- Yuos, ya vas por la temporada nueve - se sentó en el sillón.

- Me encanta.

- No se nota. - dijo con ironía.

Suspiré.

- ¿Qué te pasa? - preguntó mirándome.

- Nada, ¿por?

- No sé, como suspiraste así.

- Estoy cansada, hoy limpié la casa porque había montón de polvo y me pone mala eso - me senté en el sillón junto a él - ¿quieres?

- No, gracias, amor, yo ya cené.

- ¿El qué?

- Fui al Burger King.

- ¡Qué raro tú yendo a ahí!

- Me convenció.

- ¿Quién?

- Una amiga, que la pesada quería ir a ahí y pues fuimos.

Lo miré directamente a los ojos y él no me quitaba la mirada.

- ¿Qué amiga? - le cuestioné haciendo la que no me importaba.

- Una que tú no conoces, se llama Luna, es rubita con el piercing de la lengua.

- Mmmm... está bien.

- ¿Cuál es el turno de la noche hasta la mañana?

- No me acuerdo.

- ¿Cómo que no?

- Que no me acuerdo, ¿no escuchas o qué?

- Relájate

- Encima, tsss...

- ¿Encima qué?

- Nada.

- ¿Me vas a decir cuál es el turno?

- De diez de la noche a seis de la mañana, ocho horas.

- Yuos, ¡qué coñazo!

- ¿Qué hiciste hoy?

- Nada, estuve con Morad y con Sufián, que es un amigo del barrio.

- ¿En la plaza estuvieron?

- No, fuimos a acompañar a Sufi que tenía que hacer una cosa, bueno, de hecho fue él quien nos llamó cuando estábamos aquí.

- ¿Qué le pasó?

- Nada.

- Cosas ilegales de las que no quieres que me entere, resumidamente.

- No... si a mí no me importa que te enteres, yo confío en tí, pero no es una cosa mía, es como - pensó - por ejemplo, es como si yo te digo que me cuentes algo de Zayra, no lo hacer porque es tu amiga, y no te vas a chivar.

- Pero si yo no te he dicho que me cuentes nada, solo te he preguntado.

- Vale.

Nos quedamos en un silencio que noté por las cosas que hacía con su cuerpo que le resultaba muy incómodo.

- ¿Qué te pasa? - preguntó confundido.

- ¿A mí? Nada.

- No hablas, con lo que a tí te gusta hablar.

- Estoy concentrada viendo la tele.

- Vamos a hablar, venga.

- Llama a tu amiguita Luna y así hablas con ella - le dije mirándole a los ojos seria.

Inmediantamente me arrepentí, sabía que la había cagado, últimamente estoy muy insegura de que me esté siendo fiel, esto es el resultado de mis comidas de cabeza, al final siempre termino estropeando todo sin motivos.

- ¿Qué? - me preguntó asombrado.

- Nada.

- Si quieres que me vaya me voy - se levantó del sillón.

- No - lo agarré de la mano - quédate.

- ¿Qué te pasa?

- Si tú no quieres estar conmigo me lo dices, porque como te atrevas a ponerme los - me interrumpió.

- ¿Qué dices, Leila? ¿tú estás loca?

- Entiéndeme, es como si yo ahora me voy a comer por la noche con un amigo, él y yo solos.

- Tú sabes que a mi los celos no - tartamudeó - no no me van.

Yo chasqueé mi lengua y apreté mis labios mientras lo miraba a los ojos.

Ambos nos quedamos callados sin saber que decir.

- Y... bueno... cambiando de tema, ¿cómo te lo pasaste hoy? - le pregunté un poco incómoda.

- Estoy más cansado, pfff, tú no sabes cuanto, desde que me desperté no he parado, los muebles cansan muchísimo, fíjate tú que el Koala estuvo conmigo por lo del Sufián, se fue a su casa y aún sigue durmiendo.

- Ese no para de dormir, es exagerado.

- Y aún así se levanta cansado, yo no sé como lo hace.

Una de las cosas que amo de nuestra relación es que no nos guardamos rencores ni queremos el mal para ninguno, siempre nos gusta estar bien entre nosotros.

Confusión {Beny Jr}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora