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Leila • 🔞

Volvimos a la cárcel, esta vez solo Rogelio y yo, Morad estaba buscando aparcamiento.
PimPam se sentó enfrente de mí, estuvimos hablando hasta que salió Beny, tenía mejor cara, parecía más alegre.

- ¿Y esa cara de felicidad?

- No sé, hoy me desperté así.

- Mejor, mi amor.

- ¿Cómo está toda la gente? - preguntó Sultán que venía junto a Morad.

Ambos se sentaron con PimPam.

- ¿Qué te pasó en el brazo? - me preguntaron.

- Se compró un gato... - interrumpí a Rogelio.

- Cállate, que eres un lengüín, aparte de que no me dejas contestar lo dices mal - todos reímos - adopté a dos gatitos, pero la hembra tiene unas uñas que no se lo cree ni ella. -reímos.

Estuvimos hasta las seis hablando hasta que Beny se acercó a mi oido.

- Vete al baño y espérame.

- ¿Qué? No, ¿estás loco?

- Te lo dije el otro día, en dos minutos voy.

- Vale - elevé la voz - voy al baño, chiquillos.

Habían dos baños uno para mujeres y otro para hombres, pero solo había un vater en cada uno, o sea, que eran individuales. Entré en el de mujeres y a los pocos minutos vino Beny.

- Venga, pero rápido - le dije yo y él me paró.

- No, no, no - se sentó encima de la tapa del vater y me puso frente a él sentada - esto hay que disfrutarlo, llevo tres meses sin hacer nada, tú supongo que no.

- Pues llevo exactamente lo mismo que tú, a ver si te piensas que no te respeto y que vengo aquí en vano.

- Pero no te enfades, mujer.

Poco a poco, y mirándome con todo lujo de detalles, como siempre, me dejó desnuda de parte de arriba, me besó los pechos, incluso dejándome chupetones, yo soltaba leves gemidos.

- Estoy mojadísima

- ¿Ya?

Me metió la mano por el pantalón y el tanga, tocándome toda, ambos nos bajamos en pantalón, yo le hize una paja, pero las ganas de chupársela eran infinitas. Estaba depilado, yo no sé como lo hacía pero siempre lo estaba.
Me arrodille delante suya, abrió sus piernas y se la chupé, se corrió en mi boca y me lo tragué.
Me iba a sentar encima suya para que me la metiera, pero lo que me metió fueron dos de sus dedos gruesos y largos.

- Y no te como el coño porque aquí es difícil - paró de hablar.

Me cogió en peso y me sentó en el lavamanos, sin sacar sus dedos comenzó a hacerme maravillas con la boca, para no gemir, yo lo agarraba del pelo.

- Quiero que me la metas ya - le dije entre jadeos.

- ¿Haces el trabajo tú o yo?

- Yo

Me cogió en peso otra vez y se sentó encima del váter, ahí me la metí entera y dí un sentón.

- No puedo, voy a gemir - le dije.

El me tapó la boca mientras me comía las tetas.

- Sigue.

Intentaba gemir lo más mínimo, pero no podía, gracias a la mano de Beny no se oían.

- Me voy a correr, ¿qué hago?

- Córrete dentro - le dejé.

- ¿Segura?

- Sí.

Dos o tres sentones más y sentí un calor en mi vagina, paré, ya que yo me había corrido antes que él y lo vi con la cabeza hacia atrás. Por mis muslos me caía su semen, así que rápidamente me fui a limpiar. Me puse el pantalón y Beny aún seguía en la misma posición.

- Vamos ya.

- Otro más.

- No

- Solo otro, venga.

- Bueno...

Me volví a poner encima de él, pero me cogió en peso y me sentó de nuevo en el lavamanos.

- Prepárate para aguantarte los gritos.

Puse mis manos en su pelo y comenzó a follarme fuerte.

- !Qué rico! Mmmm... - tiré los ojos para atrás junto con la cabeza y me dejé llevar.

- ¿Me corro dentro, mami?

- Sí.

A los segundos se volvió a correr.

- Las voy a echar mucho de menos - besó mis tetas y se fue a buscarme papel - a tí no es Leila, es a ellas - señaló mi pecho.

- Ya ya, yo a lo que voy a echar de menos tampoco es a tí.

- Es a lo que te hace chillar como una puta. - lo empujé.

- Siempre me dices eso.

- ¿Y no es verdad?

- Pues sí.

Me volví a limpiar, nos lavamos la cara, nos acomodamos el pelo y salimos. Volvimos a la mesa y todos se nos quedaron mirando sonriendo.

- Cositas - dije para romper el hielo y causar la risa de todos.

Confusión {Beny Jr}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora