Luego de que lo metieran en la cárcel, ambos se proponen tener una relación más madura, cosa que se les complicará ya que son polos opuestos, aunque se suele decir que se atraen, ¿o no?
Las cosas cambian y cada uno se ve forzado a vivir su propia vi...
Estábamos los cuatro en la piscina, escuchando música, hasta que los chicos decidieron ir a dar un paseo por la noche, así que los chicos se fueron a vestir y nosotras nos fuimos a duchar juntas.
- Tía, ¿tú te vas a maquillar casual o bien? - le pregunté mientras me sentaba a su lado en el tocador.
- Normal pero bien, no como si fuera a una boda, pero bien.
- Ah vale, ¿qué no ponemos?
- Yo el vestido pegado lila, ese me encanta.
- Siempre te lo pones.
- Lo sé.
- Yo me da que me voy a poner esto, la noches aquí son muy frías.
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- ¡Qué guapa!
- Gracias, bella.
- Ven, para que te maquilles.
Esta vez me maquillé como siempre pero un poco más elegante, se me notaba lo despechada.
(...)
- ¡Qué guapas! - dijo Morad cuando nos subimos al coche.
- Gracias - contestamos.
- ¿A dónde vamos? Porque esto es plan de Beny seguro - supuse.
- Pues sí, y el pantalón ese que me llevas, va a terminar sin cinturón y desabrochado - contestó mirándome.
- Mmm... no sé como tomármelo, o vamos a comer mucho o me quieres hacer cositas, una de dos.
Todos reímos por mi comentario.
- No, boba, la primera, es un japonés que tu pagas y pides lo que te da la gana, las veces que te da a gana y te lo traen - explicó.
- ¡Ay! ¡Qué rico! ¿Hay sushi? - preguntó mi mejor amiga.
- Sí, por eso mismo dije de ir, y para doña finolis, hay más comida a parte del sushi, que sé que te encanta el chino.
- ¡Cómo para no saberlo! Fijo que estábamos en mi casa le decía: "Beny, vamos a pedir chino".
- Pero todos los días, algo exagerado.
- "Mueve el cuerpo como Beyonce, yo le caigo después de las once, Versace de las tenis hasta los boxer, tú ponte en la pose" - cantó Morad y los tres le seguimos la canción.
(...)
Llegamos al sitio, había montón de gente, también dos grupos grandes de adolescentes, cosa que no nos gustó nada porque puede que conozcan a los chicos y saquen fotos para publicarlas.
Nos sentamos y empezamos a pedir, a los poco minutos nos trajeron todo.
- ¿Y cómo vas con tu novio? - me preguntó Morad.
- Bien - miré a mi amiga.
- Si no llega a ser porque miraste así a Zaira y porque no tienes el anillo puesto, a parte de que tenías una maleta en el salón, me lo creería. - alzó las cejas.
- Joder, deja de ser tan observador - chasqueé mi lengua - en verdad hoy te llamé por eso, Beny - dirigí mi mirada al anterior nombrado - para decirte que cortamos, aunque luego me arrepentí y te dije que te llamé por una bobería.
- ¿En serio? ¿Por qué?
- Se enteró de que llevaba desde el principio siéndole infiel.
- ¿Cómo?
- Pues porque tú te pones a enviarme mensajes cuando te tengo dicho que no lo hagas, que te limites a responder y ya.
- Me puede la tentación.
- Luego es el que canta: "no me hagas llamarme si él me lo puede a mí coger" - rodé los ojos.
- Claramente. - sonrió con aires de superioridad.
- Encima cuando me quedaba dormida tú te ibas, entonces cuando él venía a mi casa veía mi ropa en el piso toda tirada. Empezó a sospechar y me pilló hoy, porque te estaba mandando un mensaje de voz y dejé el móvil en la cama, entonces él lo cogió y me la armó.
- Normal que te la arme, tú me llegas a ser infiel a mí cuando estábamos juntos y no te mato porque te tengo cariño, porque sino... - dijo Beny.
- Normal, yo te escacho la cabeza.
- Aunque pensándolo mejor, ¿ese Yenedey no era con el que hablabas mientras estabas conmigo? - me preguntó serio.
- Sí, yo a él siempre le he gustado, pero él a mí no, hasta que corté contigo y empezamos a vernos tipo amigos, luego si me gustó. A tí nunca te puse los cuernos ni nada.
