Al dar vueltas por la reconstruida plaza de los apóstoles, Adelayn observaba a ratos la construcción de los nuevos pilares y el monolito que servía de memorial para todos los muertos que hubo aquel día. Acompañó a Luciel mientras grababa cada uno de los nombres de las personas que dieron su vida. La única piedra que se erguía ahora mismo serviría después como un treceavo pilar que acompañaría a los otros doce.
Poena siguió como si nada hubiera pasado desde aquel día, Agony se aisló aún más con el tiempo, sin importar los esfuerzos de ella y Luciel por sacarla de la catedral. No tenía seguridad de cuáles eran los sentimientos que generó la pérdida de Max y Sergius. Pues ninguno de los pacificadores mostró lágrima alguna durante el funeral. Pese a todo, Luciel era el único que visitaba este monolito, justo antes de sus entrenamientos matutinos, todos los días sin falta. Se recordaba lo sucedido, y enterraba sus sentimientos, pensamientos y problemas. Al menos eso era lo que ella imaginaba. Escapó a la playa de su mente para olvidar todo lo que Luciel ocultaba, y centrarse en el último día que pasaría con él.
Cuando Luciel llegó se dirigieron a la playa donde la ciudad encendía decoradas linternas y piedras por toda la rojiza calzada que conectaba a la ciudad. Charlaron, recordando los entrenamientos de Adelayn y todas las veces en que ella terminó casi rindiéndose. Las alocadas historias del mar del escudo que los marinos contaron a Adelayn. Las fantasías que los bardos y juglares traían desde los bosques de las estaciones, estrellas que caen del cielo concediendo deseos, hombres que bajan de las nubes para pelear en nombre del imperio de Aenthos y la batalla del dragón, la última resistencia de Zynther. Y curiosas historias y novelas que habían encontrado y leído juntos en la espesa biblioteca de la catedral.
La compañía de Luciel, recordaba a ratos su partida, además del peligro que él correría al seguir con su trabajo de pacificador. Mantuvo la conversación un buen rato más antes de que se hallasen en completo silencio, no creía que a Luciel le molestara, pero ella se incomodaba sobre todo cuando estaban solos. Rebuscó en las cosas que le había contado antes sobre él, tropezando con la idea de que sabía más bien poco sobre su vida, comparado a como ella le había contado casi con lujo de detalle la mayor parte de la suya. «De vuelta estoy pensando de más, no quiero»
Con el silencio reinando Luciel tarareo una canción que ella reconoció, "la marcha de los olivos" recordaba haberla escuchado como parte de la historia de Laithenore. También la sorprendía de esa forma, cada que sus pensamientos arremetían contra ella uniéndola en ansiedades sin fundamento Luciel la reconfortaba de alguna forma regresándola a la arena de la calma.
—¿Crees que estoy lista para salir? —Preguntó Adelayn sin pensar y se decidió a seguir sin importar cuán vulnerable pareciera ante él —...No me siento del todo lista ahora, creo... creo que tengo algo de miedo.
—Estarás bien, te has esforzado mucho... aprendiste en poco tiempo todo lo que necesitarás. —Comentó Luciel endulzando la voz como cuando quiere confortarla —No irás a buscar pelea con nadie, ya has dicho antes que solo quieres hablar con ese tal Sereph... y no iras sola, estarás con tres bestias como acompañantes...
—Sabes, deberías solo reconfortarme y ya... pero tienes razón... —Dijo Adelayn hundiéndose en sus rodillas.
—Puedo cantarte algo para que te sientas mejor, contar alguna historia... —Opinó Luciel inclinando su cuerpo en el de ella para llamar su atención —Estarás bien Adelayn, y Niall y Eoin no dejarán que nada te pase, y si realmente sientes que no estás del todo lista estoy seguro Cilya comprenderá, sólo necesitas ser sincera.
—¿No soy sincera? —Reclamó Adelayn arrugando la frente. Si alguien no era sincero era él, su tranquilidad, lo impasible que en ocasiones llegaba a parecer, la preocupaba, la molestaba, y envidiaba un poco eso.
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Nacido del Deseo
FantasiaLuciel D'chain ha dedicado su vida a convertirse en un pacificador, héroes de la iglesia que protegen de lo sobrenatural. El día de la ceremonia de graduación es separado de sus amigos, viéndose envuelto en una misión que implica recoger y escoltar...