Capítulo 113. Venir sin avisar

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Alex: ¡¿Pero qué co...?!

La pareja se inmovilizó de inmediato ante la abrupta llegada de Alex. Nora alzó la vista encontrándose con la mirada congelada y expectante de la tortuga quien mantenía contacto visual con Alex desde que entró.

Ambos fueron conscientes de la pillada tan imprevista en la que Alex les había atrapado.

Alex se mantenía en la misma posición, no era capaz de mover ni tan siquiera un músculo de la sorpresa con la que se había encontrado. Sólo mantenía la vista hacia esa tortuga gigante, esperando a que su hermana le diera ciertas explicaciones.

La rubia cogió valor para girarse y dirigirse hacia su hermana, esta se percató de la cara poco amable con la que se dirigía a ella.

Nora: ¡¿Pero yo qué te dije?! —Exclamó sin recibir respuesta alguna de su hermana.— ¡Qué me avisaras en cuánto vuelvas!

Alex: Perdona, guapa, pero habías dicho que avisara "cuando vuelva", no antes de volver. —Contradijo a la rubia con burla, a lo que esta sólo se mostraba más decepcionada.— Lo sabía, sabía que aprovecharías para estar con "tu novio secreto". Pero no esperaba que el famoso Donnie fuera... ¿Una tortuga?

Nora: Osea, que esta vez he sido tan idiota como para no verlo venir... —Afirmó Alex con una sonrisilla incrédula. La rubia resopló con decepción llevándose una mano a la frente.— Mi carrera se fundamenta en prevenir las cosas, y fallo para esto... Bravo, Nora...

Alex: ¿Puedes dejar de frustrarte de ti misma por un momento, y explicarme qué haces liada con una tortuga gigante? —Cuestionó encogiéndose de hombros de lo más confusa, regresando la vista hacia la tortuga.—

Donnie: En realidad... soy un mutante. —Respondió entre cortado a la pequeña. Los nervios y la incertidumbre lo estaban invadiendo por dentro, pero en este momento consideraba que disimularlo era de lo más conveniente.—

Alex: —Frunció el ceño cuando la respuesta de la tortuga fue toda una sorpresa para ella, sobre todo, por esa voz tan peculiar y familiar al mismo tiempo.— Espera... Di eso otra vez.

Donnie: —Zizagueó con la vista por unos instantes, esa petición de la pequeña no se la vio venir. Supuso de alguna sospecha que ella pudiera tener sobre él. Pero para saberlo, tenía que acatar su petición.— Soy un mutante.

Alex: —Abrió los ojos atónita cuando pudo apreciar completamente la voz característica de la tortuga. Llegó a la conclusión de que ya lo había conocido en cierta ocasión.— ¡Eres tú! ¡El mismo qué me salvó de los Dragones púrpura!

Nora: —Tanto ella como la tortuga se miraron asombrados del acierto tan repentino que había lanzado la pequeña.— ¿Cómo lo has sabido?

Alex: Esos calmantes me dejaron atontada, pero seguía consciente, y que yo sepa no producen sordera. —Dijo lo último realzándolo con su incredulidad característica.—

Donnie: Veo que no eres la única chica inteligente de la familia. —Dijo a la rubia quien resoplaba nuevamente. Regresó la vista a la pequeña, quien no le perdía el contacto visual. No parecía estar asustada cada vez que se observaban, algo que le llamó considerablemente la atención.— ¿No estás asustada... o algo?

Alex: Estoy flipando. ¿Te sirve? —Respondió incrédula hacia la tortuga. Dirigió la vista hacia Nora esperando por más explicaciones.— Y tú, ya me podías haber dicho que tú novio es el mismo tío que me salvó.

Nora: No hace falta que te diga lo complicado que es contar algo así. —Indicó a la tortuga con la mirada. Donnie se mantenía callado, pero inquieto por la pequeña. La pareja compartía mutuamente la misma incertidumbre ahora que Alex los había descubierto.— Bueno... Supongo que te encargarás de contarlo a Liam, papá y mamá.

Herederas Y MutantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora