Herederas Y Mutantes

Capítulo 79. Tregua

Entre todos, armaron un plan con el que van a enfrentarse a Amanda.

Las tortugas y Lara se prepararon para encaminarse a la vieja catedral.
En cuanto a Sara, se quedará en la mansión hasta que Roth termine de reforzar los brazaletes.

Era la única baza de Sara para tener mayor resistencia y ataque en el combate.

Mientras tanto, los demás estaban a punto de reunirse con Amanda para enfrentarse a ella.

Leo: Muy bien, el plan está preparado, y todos estamos dispuestos. —Concluyó seriamente.—

Donnie: Lo único preocupante es que solo nosotros cinco no somos suficientes para enfrentarnos a Amanda. —Soltó mostrándose preocupado, pues consideraba que eran muy pocos para hacerle frente.—

Nora: A veces los números son lo de menos, Donnie. Tú me lo has enseñado, y tienes toda la razón. —Respondió junto con una sonrisa.—

Donnie: —Se asombró ligeramente por la respuesta de la rubia. Le reconfortó aquellas palabras, y lo demostró devolviéndole la sonrisa.— Gracias.

Lara: Bueno, basta de cháchara. Vayamos a acabar con esa bruja de una vez. —Sentenció seriamente, más que dispuesta a acabar con Amanda.—

Mikey: Y entonces, ¿qué hay de Sara? —Preguntó.—

Sara: Tendré que esperar a tener listos los brazaletes. Sin ellos no creo que aguante en la pelea. —Respondió dirigiendo la mirada a su dre.—

Roth: Vaya, menuda presión. Entonces será mejor que me de prisa. —Respondió.—

Leo: En cuanto estés lista, reúnete con nosotros. —Dirigiéndose a su novia.—

Sara: Hecho. —Sonrió.—

Raph: Ya os daréis ''cariñitos'' después. Tenemos una bruja que liquidar. —Incrédulo burlándose de la pareja, y mostrando seriedad por la situación.—

Mikey: —Riéndose por la burla hacia la pareja.—

Sara, Leo: —Ambos se quedaron ligeramente avergonzados. Pero tenían razón, más tarde habrá tiempo de sobra para "cariñitos".—

Leo: Bien, es hora de irse. —Sentenció seriamente.—

Nora: Mucha suerte, chicos. —Dijo sonriente.—

Roth: Dadle su merecido a Amanda. —Dijo dedicándoles otra sonrisa.—

Lara: Eso está asegurado. —Incrédulo sin dejar de lado la seriedad del asunto.—

Sara: Nos vemos después. Suerte. —Les deseó sonriente.—

Sin más tardar, los cinco se dirigieron al Party bus, el cual estaba aparcado muy cerca de la entrada a la mansión.

Tras el encuentro de antes, no estaban muy esperanzados de salir victoriosos.
Pero debían hacer el intento, debían detener a Amanda.

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No tardaron demasiado en llegar a la vieja catedral. Odiaban admitirlo, pero se sentían nerviosos, y más recordando como fue el último encuentro.

Pero no debían dejarse llevar por las emociones, y actuar como la situación lo exigía.

Tras soltar unos pesados suspiros, y una vez se sentían dispuestos, salieron del Party bus, y se encaminaron a la vieja catedral.