Capítulo 114. Claro de Luna

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Nora: Espera... ¿Dices qué ya os habíais visto antes...? —Entre cortado Interrogó a la pelinegra, esperanzada de haber interpretado mal sus palabras. No fue el caso.— ¿Cuándo?

Carol: Fue la noche en la que iba de regreso a casa después de visitarte. Me robó una pizza que estaba a mi alcance. —Se cruzó de brazos tras acusar a la tortuga, observándolo con el ceño fruncido.—

Lara: —Dirigió la vista hacia la tortuga con una mirada amenazante. No le era de extrañar que Mikey fuese el responsable de de propia metedura de pata.— Ya me empieza a cuadrar esto...

Mikey: —Permanecía en silencio prestando toda su atención en la pelinegra. Una carcajada nerviosa se le escapó en cuanto se percató de las miradas amenazantes de las chicas. No les hacía falta decir de que la había fastidiado... completamente.— Siento lo de la pizza. En mi defensa... yo la vi primero.

Carol: Eso es lo de menos. —Hizo una pausa observando detenidamente a la tortuga. Ahora que podía verlo con claridad, se acercaba a él tratando de averiguar de quién o qué se trata el "ladrón de pizzas".— ¿Puedes explicarme qué eres? ¿Y... cómo es qué puedes hablar?

Mikey: —Zizagueó con la mirada sintiéndose cada vez más acorralado a medida que la pelinegra se acercaba a él.— ¡Oh! Me había olvidado de eso que tenía que hacer... Ya sabes... Eso tan importante que me dice que no debería estar aquí... ¡Adiós!

Carol: Todavía no hemos terminado. ¡Espera! —Exclamó corriendo hacia la tortuga cuando este había sacado una especie de huevo con la que había provocado una explosión de humo. Estaba perpleja de que aquella tortuga desapareciera del lugar como por arte de magia. Pero esta vez, lo había visto claro.—

Nora: —No se atrevía a esmutar palabra alguna. Miró a Lara de reojo permaneciendo congelada en la misma posición. La expresión que reflejaba en su rostro era de completo apuro.—

Lara: —Dirigió la vista hacia la oji-verde cuando se percató de que compartía la misma sensación de apuro que ella. Rodó la vista resoplando con decepción, chocando la palma de su mano contra la frente. Se habían metido en un buen lío con Carol. Por supuesto, Mikey sería quien cargase con las consecuencias de su error.—

Carol: —El silencio que reinaba en aquel salón empezaba a resultar siniestro para ella. Se giró para encontrarse con las chicas, pidiéndoles ya con la mirada la más mínima explicación.— Digo yo que entenderéis que os pida una explicación a... lo que sea que es ese... chico.

Lara: —Miró nuevamente de reojo a la rubia ante la explicación que Carol estaba exigiendo. Se encogió de hombros regresando a ver a la pelinegra. Consideraba que la ignorancia sería la mejor respuesta que podía darle.— Se supone que los secretos no se deben compartir.

Carol: "¿Secretos?" —Se preguntó con plena confusión. Miró a su mejor amiga dirigiéndose a ella, esperanzada de que no estuviera ocultando nada que debería considerarse preocupante.— Nora... Dime qué pasa aquí...

Nora: —Una incómoda tensión se hizo sobre ella cuando su mejor amiga le suplicaba por una explicación. El error de Mikey por dejarse ver ya se había cometido. No tenía sentido ocultarle la verdad.— Supongo que ya no te pillará por sorpresa que en esta ciudad existen.... mutantes.

Carol: —Mostró cierto asombro ante la revelación que Nora había estado guardando durante todo este tiempo sobre la ciudad, y su secreto más oscuro.— ¿Mutantes?

Nora: —Asintió con firmeza.— Los hay que no tienen buenas intenciones, y,  los que luchan por el bien. Esa tortuga es de los buenos, y... amigo nuestro. —La pelinegra mostró más asombro a medida que escuchaba todo aquello.— Como bien dice Lara... es un secreto.

Herederas Y MutantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora