Capítulo 104. La única

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Para April y Casey fue una auténtica sorpresa lo que tenían reservado para ellos. Debido a las ocupaciones de cada uno, Casey con el hockey, y April con su grado de periodismo, tenían un tiempo libre limitado, además de la inquietud por la inminente aparición de Súper Shredder.

Cuando sólo se trataba de una visita cualquiera a la guarida, observaron con extrañeza que todos estaban volcados especialmente en Sara y su "delicado estado". Lara y Nora se compartían entre ellas ciertas miradas en las que se podía intuir que se contenían algo más que la risa.

Por su parte, los chicos se mostraban ciertamente expectantes esperando la reacción de sus amigos, al contrario que Leonardo, quien mostraba una curiosa timidez cuando agachó la mirada rascándose la nuca.

Ambos se quedaron igual de perplejos cuando Sara les anunció la noticia de su embarazo con ilusión. Lara consiguió hacerles entrar en calma con su humor particular, lo que avergonzó aún más al líder.

Ya cuando lo tenían —más o menos— asimilado, April felicitó a la morena con un fuerte abrazo, mientras que Casey se encogió de hombros dirigiéndose a Leonardo aún con expectación. Agradecido -además de avergonzado- el líder agradeció el gesto con una sonrisa nerviosa.

A pesar de las burlas por parte de Raph y Mikey, y del embarazoso momento para los futuros padres, no dejó de ser un momento entrañable a la que todos les robaron una sonrisa de esperanza dentro de la situación en general.

Volviendo a la realidad, Splinter salió del dojo llamando al grupo para iniciar con un entrenamiento que tenía pendiente sobre la intuición.

La noche no pudo ser más extraña cuando una misteriosa zorra mutante apareció sorprendiendo a las tortugas, April y Casey, durante una patrulla como intento de descubrir la guarida secreta de Súper Shredder.

Resultó que los cuchillos que la misteriosa mutante portaba, estaban malditos, brindándole así una maldición como consecuencia a causa del más ligero arañazo. Y Casey era portador de un arañazo en su mejilla derecha.

Tuvieron que regresar a la guarida para investigar a cerca de esta nueva y posible amenaza que suponía la aparición de la nueva mutante, Alopex. Las chicas, quienes aún permanecían en la guarida, sintieron curiosidad ante la nueva situación en la que se encontraba el equipo.

Cada uno estaba distraído con sus cosas mientras que Leonardo buscaba toda información en la laptop a cerca de los cuchillos que Alopex había robado del museo hace una hora aproximadamente.

Nora disfrutaba observando —además de dar las herramientas necesarias— a la tortuga de morado, a reparar el coche patrulla que Alopex había dañado ligeramente por haberlos sorprendido en el primer encuentro con dicha mutante. Como no, Mikey estaba subido en el coche molestando entre burlas a la pareja. A diferencia de Donnie, la rubia le seguía el juego tomándoselo con humor.

Como el que más estaba disperso de la situación, era un Raphael alimentando a la tortuga bebé, Chompy. A la pelirroja le costaba sucumbir a lo tan extremadamente adorable que era la tortuguita. Se adelantó a al padre adoptivo para cogerlo y portarlo entre sus brazos. Como siempre, terminaba sin poder resistirse, acarició gentilmente al pequeñín recibiendo muestras de cariño por su parte. Raph no podía desviar la vista a tal entrañable escena que nunca se cansaba de ver.

Herederas Y MutantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora