Capítulo 120. Año nuevo

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El color blanco reinaba sobre la ciudad, la llegada del hélido invierno se presentó en forma de copos de nieve y con el la celebración de las fechas navideñas.

Tal y como planearon, las chicas decidieron celebrar en compañía de amigos y seres queridos una noche mágica plagada de sentimientos como lo era la Nochebuena.

Tenían asegurada la presencia de Roth para la hora de la cena, probablemente la llegada del resto del grupo se haga de notar una vez hayan cenado con sus respectivas familias.

Entre tanto, con ayuda de la pelirroja Sara quiso asegurarse de que la mesa estaría bien preparada para la cena en familia, y, por supuesto, alegrar la velada con la luminosa y alegre decoración navideña.

Keyla presenciaba a su madre y su tía hacerse cargo de la disposición de la mesa desde la hamaca portátil rodeada de sus autoproclamados protectores, Luna y Brandy.

Sara no podía evitar dirigir la vista hacia la pequeña instintivamente, confiaba en que las mascotas no le harían ningún daño a la bebé, pero la derretía el corazón cada vez que observaba los diminutos brazos de su hija alargarse llamando la atención de su madre.

Como era inevitable, Sara caía rendida ante las tiernas llamadas de su pequeña.

Sara: Ayn, así no hay quien pueda hacer nada, tramposa. —Comentó resignada negando con diversión. Se agachó ante su hija para sacarla de la hamaca y cogerla en brazos. La pequeña se rió levemente victoreando la recepción de su madre.—

Lara: Va a ser una niña muy consentida, lo estoy viendo. —Indicó Lara con tono de incredulidad.—

Sara: Será que sabes mucho sobre criar un hijo. —Rebatió a la pelirroja en tono de burla. Ante eso, una pregunta invadió su curiosidad.— Lo cual me lleva a pensar... ¿Raph y tú os animaréis de aquí a un futuro?

Lara: —Lara se tomó unos instantes para reflexionar. Detuvo todo movimiento que estaba ejecutando para colocar los platos sobre la mesa. La miró encogiéndose de hombros soltando un pesado suspiro.— No sé... De por sí me cuesta verme con un vestido de boda tradicional.

Sara: También es cierto que no sabes hacerte a la idea hasta que te ves a un paso de vivirlo. —Instantáneamente dirigió la vista hacia su hija, ella mejor que nadie sabía de lo que hablaba. Keyla miró a su madre confusa con el dedo índice entre sus diminutos labios robándole una tierna sonrisa.— Sí, hablo de ti mí chiquitina.

Lara: Tener un bebé es otra historia. —Dijo Lara observando la tierna interacción de su hermana hacia su sobrina.— No descarto la posibilidad... pero Raph y yo estamos bien a nuestro ritmo, tomarnos esa libertad antes de tener que vernos envueltos en responsabilidades.

Sara: No os culpo, después de todo, la vida continúa para todos. —La pequeña captó la atención de su madre cuando se puso a jugar con los dedos de ella a su alcance.— A veces me pregunto qué habría sido de Leo si no tuviese la cabeza ocupada en mí y en la niña...

Lara: Habría continuado exactamente igual, la carga tan grande que lleva sobre él no se la quita nadie. —Dijo Lara colocando los últimos platos por poner sobre la mesa.— Su suerte es que ha podido formar una familia con la que encontrarse refugiado.

Sara: Supongo que sí... —Murmuró la morena entre un suave suspiro. Sonrió ampliamente cuando observó la nevada entrada a través del cristal.— Creo que están muy entretenidos con la nieve que hay fuera. Iré a ver qué hacen.

Lara: Diles que se vayan ocupando de algo más útil que jugar con la nieve. —Protestó Lara con incredulidad.—

Antes de salir, Sara se aseguró de abrigar a su hija con una manita suave de algodón de manera que no cogiese ningún frío y evitar un desafortunado resfriado.

Herederas Y MutantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora