Capítulo 50. Romper huesos

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Las tortugas no perdieron más tiempo para actuar.
Leo, y Raph querían encargarse de la situación entre ellos, por lo que contarían con Donnie y Mikey si la situación empeoraba.

«¿Qué mejor opción hay que tener al "equipo b" para la ayuda?»

Los malosos no perdieron el tiempo, y actuaron llevando a cabo el plan que habían preparado.

Separaron a las chicas: Lara se encontraba en el primer piso, mientras que a Sara la llevaron al sótano.

Ataron a ambas en una silla, y tenían a mano otra dosis de calmante, por si lo necesitaban contra ellas.

Gran Jefe se encontraba en la sala donde estaba Sara, esperando a que despertara.

Sara-M-mf... *Soltó un leve gemido, mientras volvía a la consciencia*

Gran Jefe-Menos mal, empezaba a preocuparme. Ya que no te he inyectado una gran cantidad como para que siguieras inconsciente. *Acerca una silla, colocándola frente a la joven*

Sara-*Al recordar todo lo que había pasado, se miró, y no le asombró ver que las cuerdas la mantenían inmóvil, sin permitirle escapar*

Gran Jefe-Siento lo de las cuerdas, pero no me iba a arriesgar. *Se disculpó ante la joven, recibiendo como respuesta la ignorancia de la chica* ¿No vas a decir nada?

Sara-*Al escuchar su pregunta, su expresión cambió a una que reflejaba rabia, y dirigió su mirada hacia él* ¿Dónde está Lara?

Gran Jefe-Está bien, la dejé en el piso de arriba. *Respondiendo serio y directo

Sara-No esperaba que fueses capaz de hacernos esto. *Diciéndole seria y con rabia*

Gran Jefe-Ya sabes lo que hay. No estarías pasando por esto si no te hubieras cambiado de bando. *Respondiendo indiferente*

Sara-¿Quieres decir por estar dónde pertenezco? ¿De verdad eres tan egoísta e incomprensible? *Preguntándole con rabia*

Gran Jefe-Parece mentira que me conozcas. Oh, ¿de qué me suena esa frase? *Preguntándole con un tono vacilón e indiferente*

Sara-*Se mueve bruscamente, tratando de liberarse*

Gran Jefe-Peque, antes de que te pongas nerviosa, quiero que hablemos. *Diciéndole en un tono tranquilo al igual que serio*

Sara-Es inútil hablar con alguien como tú. ¿Es que no lo sabes ya? ¿De todas las veces que he intentado hablar contigo de buenas maneras? *Preguntándole con un tono mostrándose enfadada* Lo único que hacías, era hacer oídos sordos, y encerrarme.

Gran Jefe-Bueno, entonces aprovecha la oportunidad. *Respondiendo mientras cruzaba los brazos, prestando su atención*

Sara-... *Se sentía dudosa por las palabras de este, pero aceptó* ¿Recuerdas todos mis cumpleaños? *Preguntándole en un tono casi desanimado*

Gran Jefe-Claro. Cómo no acordarme, si todavía llevas la gargantilla que te regalé. *Respondiendo mientras la atendía*

Sara-Todos los días eran malos para mí, pero en mis cumpleaños, quería intentar hacer que merecieran medianamente la pena. Y algo que también quería intentar, era mejorar nuestra relación. *Diciendo mostrándose sentimental, y reflexiva* Pero sólo escuchabas de mí lo que te interesaba, lo que te beneficiaba.

Gran Jefe-Créeme, que yo intenté y he intentado hacer lo mismo contigo. ¿En serio me apuntas con el dedo, cuándo tú has hecho lo mismo? *Preguntándole seriamente en tono retórico* Son demasiadas las veces que he intentado acercarme a ti, y lo sabes.

Herederas Y MutantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora