Capítulo 117. Pequeña confidente

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Nora regresaba a casa después de acudir a una entrevista de trabajo. Hizo constar de su llegada con su resoplido tras cerrar la puerta.

William y Janice esperaban impacientes la finalidad de la entrevista a la que Nora ha tenido que presentarse. Si resultó tener suerte, o no. Alex acariciaba a Dana sentada en el sillón observando a su hermana entrar al salón.

La rubia dejó su bolso de color morado y una carpeta con documentos sobre la mesa central del comedor. Observó a sus padres esperando expectantes.

Echó valor y suspiró pesadamente expulsando una bocanada de aire.

Nora: Soy la inspectora... de la comisaría de Manhattan. —Anunció Nora con frustración. Estaba decepcionada de que el oficio ni el lugar sean el que ella deseaba.—

William: Eso es excelente, hija. —Enorgullecido felicitó a su hija. Nora lo miró frunciendo el ceño ladeando la cabeza con incredulidad.— Es un buen inicio para tú carrera, créeme.

Alex: ¿Vas a llevar sombrero y gabardina? —Preguntó Alex burlona entre risas.—

Nora: No ese tipo de inspectora. —Respondió con incredulidad ante la burla de la pequeña.—

Janice: Estoy orgullosa de que consigas trabajo, pero... No me gusta la idea de que sea un puesto riesgoso. —Su preocupación era mayor que la alegría de que su hija sea contratada como inspectora, un trabajo nada tranquilo y seguro.—

Nora: Mirad, yo tampoco estoy saltando de alegría. Debía dar un primer paso... por muy bajo que sea. —Murmuró para sí encogiéndose de hombros. William negó en desacuerdo.—

William: Ser inspectora es un buen puesto. No está nada mal como primer paso en tú carrera.

Nora: Puedo entender que me prohibieras ser policía, papá. Pero... ¿De verdad ejercer como inspectora es mejor? —Cuestionó indecisa a su padre. Este apoyó las manos sobre sus hombros como apoyo.—

William: Nora, eres una chica valiente, inteligente, leal y muy responsable. Tienes grandes valores para destacar como una gran inspectora. —Señaló sonriendo con orgullo por esos grandes valores que formaban parte de su hija.— Recuerda que yo tuve que ser inspector para llegar hasta capitán.

Janice: Pero es un puesto peligroso. —Replicó Janice nuevamente. La idea no terminaba por convencerla, menos cuando la seguridad de su hija podría verse en peligro.—

William: En absoluto. Sólo es peligroso si se ve metida en casos arriesgados. No hay de qué estar preocupado, Janice. —Se dirigió William hacia su esposa intentando apaciguar sus preocupaciones.—

Alex: No sé nada del tema, pero dudo mucho que Nora corra peligro en algún momento. —Dirigió la vista hacia su hermana, insinuando entre ellas cierto secreto.—

Nora: Nunca se sabe. —Se encogió de hombros con una sonrisilla incrédula. Es evidente que se referían al hecho de que cierta tortuga la protegería ante cualquier peligro.— Me gustan las sorpresas.

Janice: A mí no. Mira, comprendo que a veces soy demasiado protectora y desconfiada. Pero... no puedo con la angustia de que te pase algo.

Alex: Espera, mamá. ¿Has dicho... "a veces"? ¿A quién quieres engañar? —Incrédula cuestionó encogiéndose de hombros. No era precisamente poco lo sobreprotectora que era su madre.—

Nora: Voy a estar bien, no me podría en peligro porque sí. Necesito ganarme una experiencia para subir el nivel. Era eso, o hacer seguimiento de presos en un centro penitenciario. —Mencionó la alternativa entre murmullos resoplando frustrada.—

Herederas Y MutantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora