➳Capítulo 54: Un wisteria y las veces en las que soñé contigo

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📍Capítulo largo
📍En medio hay un flashback, resaltado en cursivas

📍Capítulo largo📍En medio hay un flashback, resaltado en cursivas

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NamJoon

Había pasado una semana y media desde que Jin se fue. 

Once días en los que probablemente había tenido en total quince horas de sueño, aquejado por la situación de tener que recordarlo en cada centímetro de la oficina y cuando llegaba a casa. De tener que ver a JungKook y pretender que no me sentía culpable al ver sus ojos tan parecidos a los de su hermano. 

Me odiaba a mí mismo tanto que de repente nada tenía sentido. Jin le había dado un sentido a mi vida, y ese sentido ya no existía si él no estaba. 

Intenté buscarlo a pesar de que sus últimas palabras fueron que no lo hiciera. No estaba bien, quizás, pero estaba preocupado por él. Intenté hablar con el señor Youngwoon, pero este me dijo que no había vuelto al edificio tampoco. 

Nadie sabía el paradero de mi asistente, o si lo sabían, todos hacían un increíble trabajo en ocultarlo. 

Me dije una de esas noches que simplemente lo soltara. La había regado monumentalmente y solo seguiría lastimándolo teniéndolo a mi lado, cuando yo solo quería que estuviera bien. Pero mi yo egoísta no quería soltar a la única persona que me hacía feliz. 

Muchas veces me encontré imaginando que hacía las cosas diferente. Que nunca había aceptado el trato de SungHo, que nunca había dejado que DongHan metiera su cuchara y le dijera mentiras, que nunca le había ocultado a Jin que iba a despedirlo y que le confesaba que realmente nunca quise nada de eso, pero lo hice porque mis manos estaban atadas. 

Incluso ahora seguían atadas y ya tan solo daba retortijones inútiles para dar mis últimos alientos. Simplemente, había cometido error tras error y estas eran las consecuencias.

—Lo único que nos falta para concretar los planes y terminar antes del viernes es la revisión del presupuesto por parte de los ejecutivos. ¿Señor Kim?— levanté la mirada al escucharlo, aterrizando recién en aquella reunión. Miré a un costado como de costumbre y por supuesto, mi asistente no estaba ahí.

—Lo escucho, señor Lee. 

—¿Será posible tener esos documentos en forma para el miércoles? 

Me rasqué la barbilla. 

—Veré que puedo hacer. Sin mi asistente el trabajo se duplica, me disculpo. 

—Oh, por supuesto, lo entiendo. Después de todo, la señorita Kim es la persona más eficiente que conocí en esta empresa y Dios sabe cuántos años he estado aquí— me mordí el interior de la mejilla con fuerza—. Definitivamente su ausencia es notoria, ¿no, señor Kim? 

—Demasiado— sacudí la cabeza para no pensar en ello, puesto que no creía que mínimo no me lanzaría a llorar. 

El tema volvió a desviarse y no lo seguí. Me sumí en otro mundo hasta que la sesión fue levantada y todos se fueron. Yo, en vez, me quedé sentado en el lugar observando ausente todas las actas rellenadas con su letra torcida, queriendo todavía nada más que dejar de sentir su presencia en todas partes.

Miss Kim〖NamJin〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora