Capítulo Dieciséis.

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Pasado casi todo el mes la relación entre ambos pudo consolidarse más entre almuerzos juntos, charlas antes de entrar a turno y dulces regalos pequeños que le dejaba el eslavo, ya toda la oficina Omega se había acostumbrado al de piel roja colarse intentando disimular y a pesar que la mayoría ahí también habían tenido malas experiencias con Alfas, comenzaron a aceptar la idea de que ese guardia era inofensivo. Entre otros sucesos como la pequeña presentación entre Alemania y la bielorrusa en la cafetería o su tío Weimar cuando fue a visitarlo durante el fin de su turno para dejarle una maleta repleta de adornos y dulces curiosos, aunque fue extraño cuando se lo encontraron con la espalda apoyada en su auto mordiéndose el labio mientras compartía miradas con sonrisas sugerentes al de franjas rojas que apenas vio a su subordinado cambió de dirección su vista.

Mientras tanto siendo fin de semana estaba acompañando a su amigo Japón con algo muy importante para él, por lo que se habían llenado cada quien con feromonas de sus Alfas conocidos y tras tomar supresores de Aroma se adentraron en el barrio japonés que era controlado por la Yakuza intentando que sus capuchas no dejasen ver bien sus rostros mientras fingían simplemente ir caminando en lo que comían algo de dangos hasta llegar a la entrada de una casa cuya puerta decorada con mangos partidos de katanas o cuchillos clavados en la madera que pasaron con disimulo para atravesar otro pasadizo aterrador hasta una casa interior de estilo tradicional cuya puerta más normal tocaron despacio.

-Qué quieren. -La voz áspera tras la puerta de papel estampado únicamente tensó al tricolor a lo que el más bajo rascó un poco la puerta de manera superficial con cierto ritmo reconocible para quien estaba dentro que a los pocos segundos se dejó ver- ¿Japón?, maldición qué te dije sobre venir aquí, es muy peligroso para ti, entren ya.

-Lo siento padre.. pero quise venir porque no nos hemos visto en un tiempo... y me promovieron en el trabajo -El de corbata roja se inclinó por costumbre de respeto ante el de sol naciente mientras que el otro Omega hizo una reverencia media antes de sentarse con cuidado sobre el tatami junto a su amigo-.

-Ah mi cachorro.. siento orgullo de ti, haces de este asqueroso mundo un mejor lugar para los tuyos. -Imperio suspiró frotando un poco el lado derecho de su rostro donde había una cicatriz considerable, pero era el recordatorio de que había tenido el valor para enfrentarse a su gente y ganar para salvar a su hijo cuando notaron que era Omega en lugar de Alfa como decretaba la tradición para tomar la sucesión- y dime, ¿Ya has conseguido pareja o aún no tengo que encargar a nadie?

-Bueno.. -El asiático menor se encogió en su lugar mientras que el rubio desvió la mirada para no hacer alguna mueca pues perfectamente sabía que su amigo salía con alguien algo.. sugerente-.

-Ya no sé ni para qué pregunto, si hueles a ese pequeño delincuente. -Suspiró el de largo cabello azabache recordando a aquel muchacho problemático que siempre lo había pretendido incluso antes de enterarse de su casta, aunque en sus inicios no era más que un vulgar mocoso carterista lleno de mañas por haberse criado en las calles- Por lo menos más le vale que te cuide bien, eres mi único hijo..

-Italia logró conseguir un trabajo en la organización hace un tiempo y le va bien como guardia.. -Dijo el de sol rojo jugando un poco con sus manos antes de decidir revelarle algo muy importante para él- Aunque con mi paga es suficiente así que.. pensamos tener un cachorro en Mayo..

-...¿Tan.. rápido?.. -Al albino mayor le tembló ligeramente su voz de natural tono ronco y vio al contrario con perplejidad, para él su hijo se seguía viendo como el pequeño regordete caprichoso y mimado que siempre le pedía dangos sakura para desayunar- Japón aún eres mi bebé, no le hagas esto a este pobre viejo.

-Ya tengo veintiocho, padre, sabes que ya estoy en mi mejor temporada.. -Sus ojos marrones conectaron con los del adulto buscando su aceptación, era muy importante que él estuviese de acuerdo también para poder llevar su embarazo tranquilo-.

-Lo sé.... siempre vas a tener mi apoyo, estaré esperando tu llamada para ese momento.. -Acabó por suspirar el de cicatriz asimilando la realidad de que tarde o temprano su amado cachorro tendría un cachorro también, pero eso era un motivo para celebrar con ambos jóvenes Omega- Quédense a almorzar muchachos, hay yakitori del restaurant aún caliente.

-Será un honor acompañarlo en la comida.. -Alemania decidió hablar tras haber guardado silencio durante la importante plática ajena, estaba feliz porque el más bajo tenía un padre tan comprensivo y que realmente se notaba que daría todo por él tal como describió el ruso a los suyos así que el Alfa frente a él no le causaba miedo-.

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-Creo que voy a salir rodando, pero todo estaba muy bueno.. -El de esmeraldas caminaba feliz acariciando un poco su estómago ligeramente extendido a casusa de todos los platillos que había comido esa tarde, así que seguro sólo cenaría algo muy ligero en casa-.

-Ahora ya sabes porqué en mis fotos de pequeño me veo como un globo aerostático, siempre han servido mucha comida y es imposible detenerse -Recordaba su antigua vida con gratitud a pesar de cómo lo trataron al darse su primer celo, una historia casi parecida a la de su mejor amigo a diferencia de que fue su gente la que intentó matarlo hasta que su padre lo sacó de la ciudad por unos años teniendo que separarse para sobrevivir siendo esa la razón por la que no podía mostrar su rostro en el barrio dominado por la mafia yakuza-.

-¡Heeey guapo!, ¿Están lloviendo estrellas o sólo tú te caíste del cielo? -Gritó coqueto un tricolor de cabello miel llamando la atención de media calle sin importarle mucho mientras bajaba de su auto, algo antiguo pero a fin de cuentas suyo con trabajo honesto-.

-....Tantos años con la misma frase y no sé cómo me sigue gustando oírlo.. -Japón sonrió con las mejillas enrojeciéndole para girarse en el momento exacto cuando su pareja estuvo frente a él para darle un beso abrazándolo y rozando peligrosamente su trasero con su diestra a lo que le dio un sutil manotazo en el hombro debido a que estaban en público- Italia..

-Está bien, no más mano traviesa por ahora, hey por cierto 'mania.. el grandulón me pidió avisarte que llegaba a tu casa en.. -El Alfa que también portaba uniforme aunque con la camisa más abierta miró su reloj un momento para ajustar el tiempo que le habían dicho y luego siguió hablando mientras su mano libre abrazaba la cadera de su asiático- Media hora y que por favor lo esperaras, estuvo fuera también y no tiene batería en el móvil, nos topamos en la panadería hace un rato. ¿Quieres que te dejemos cerca?

-No le preguntes, vamos Alemania sube ya -Animó el más bajo de los tres sonriéndole tranquilo al mencionado, no lo iba a dejar volver caminando así que lo hizo entrar con ellos al auto para dejarlo justo en la entrada de su casa, despidiéndose con la misma aura calmadamente animada mientras esperaba el momento oportuno para decirle al italiano que ya podían tener a su cachorro en su próximo Celo-.

Un Buen ALFA (RusGer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora