Un Buen ALFA (RusGer)

Capítulo Dieciocho.

Durmieron tranquilamente el resto de la noche abrazados en su nido, Rusia le dio caricias y pequeños besos en la frente hasta poco entrada la madrugada pero por suerte era domingo así que podrían dormir hasta tarde y pasar todo el día juntos.

A la mañana el Omega ya estaba rebuscando curioso en las bolsas traídas por su pareja anoche mientras este lo abrazaba desde atrás apoyando la cabeza en su hombro mirando lo que hacía aún con un poco de sueño.

-Puedes tomar los que quieras, son todos para ti.. -Dio un beso a su mejilla el eslavo, le había comprado muchas galletas rellenas, tartaletas y pastelillos pues sabía que para el menor no había mejor regalo en el mundo que los postres- Feliz cumpleaños adelantado, Alemania..

-....Engordar siempre fue una opción.. -Alemania le dio un gran mordisco a una galleta con chispas rellena de chocolate, fue como tocar el paraíso mientras masticaba, era el mejor fin de semana de su vida-.

-Incluso si pasa te verás bien, además.. así te podré abrazar mejor -El azabache aumentó un poco su agarre haciendo que el más bajo soltara aire en un jadeo, tuvo que alejarse un paso para disimular que ese sonido había despertado un poco cierto lugar con el recuerdo del pasado Celo-.

-Pero no me van a entrar los trajes, mejor solo comeré algunas hoy y le llevaré un par a Japón.. ¿Italia ya te contó? -Terminó de comer su galleta ignorando lo ocurrido hace segundos y miró a través de la ventana como la gente comenzaba ya a decorar sus casas por la Navidad, a él siempre le había dado pereza y solo colocaba un pequeño adorno dorado con forma de árbol en su puerta-.

-¿Contarme?, me chilló a gritos en llamada que por fin podría tener su cachorro, estoy feliz por ellos.. son buenas personas aunque Italia sea algo flojo para hacer las rondas pero ya pagará su karma con toneladas de pañales que cambiar, así me contaron que pasó con mi padre URSS -Rusia rió recordando como el soviético hacía expresiones de tortura al contar cosas de cuando era niño pues al ser el primer hijo que tuvieron fue con él que aprendieron todo desde cero- Ah.. ¿Quieres.. venir a mi casa mañana luego del trabajo?, me gustaría presentarte a mi manada...

-Estaría.. encantado de conocerlos -Ya era tiempo y el de piel amarilla sabía que conocer a la manada de su pareja era el "Tercer paso" usual en las relaciones comunes según investigó un poco con sus otros compañeros Omega que incluso tenían ya un lazo, aunque aún estaba preparándose para esa idea.. seguía asustado de que doliese tanto como la mordida que su padre le hizo al intentar matarlo aunque no fuesen del mismo tipo-.

-¡Maravilloso, entonces le diré a papá China que saque el rociador para que Taiwán y Ucrania no molesten! -El Alfa no se pudo controlar gritando emocionado, para él era muy importante presentarlo ante su familia, estaba totalmente orgulloso de tener una pareja como el alemán que lo miraba sonriendo leve-.

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-Alemania, si sigues sudando no te van a quedar camisas de cambio.. -Irlanda arqueó una ceja teniéndole una tercera camisa a su compañero, por suerte todos allí tenían ropa extra en el armario de cosas por si tenían algún contra tiempo similar a este-.

-..No puedo dejar de sentirme nervioso, hoy voy a conocer a la manada de Rusia.. ¡Hoy! -El tricolor chilló tomándose el cabello un momento antes de comenzar a abotonarse la camisa nueva que le había pasado la más alta por sobre el cubículo del baño donde estaba metidos los cuatro-.

-Dale un calmante, no tarda en darle un paro cardiaco -La de sastre gris le hizo una seña con su mano naranja a la otra joven presente que negó rápidamente mirándola nerviosa-.

-Todo va a salir bien, eres muy buena persona, te van a adorar ya vas a ver -Japón le dio un par de golpecitos a la puerta y cuando esta fue abierta le extendió la corbata nueva que traía en manos para combinar mejor-.

-Y si lo arruino solo saldré del país a... no sé, un lugar inhóspito y helado donde no sepan quién soy por lo que comenzaré una vida nueva con otra identidad como en las películas -El Omega de ojos esmeralda se mordió el labio mientras fruncía las cejas con preocupación en lo que su mejor amigo le ataba bien la corbata suspirando ante lo pesimista que era-.

-Eso no va a pasar, Rusia te quiere mucho.. si su amor por ti se midiese en altura sería más grande que él y eso ya es mucho decir -La croata le dio un par de palmaditas en las mejillas para que le hiciera caso, no sabía mucho de Alfas pero en lo que iba conociendo al mencionado supo que era una persona con la que valía la pena que su amigo estuviese-.

-Ya casi se va a terminar la hora del almuerzo, salgamos a que ahogue sus nervios en pudín de chocolate y luego que sea lo que el cielo quiera -Finalizó la más alta sacándolos a todos del baño pues tenía hambre y no la dejarían comer fuera de hora, además tampoco le gustaba tocar el tema de manadas debido a que la suya era un asco pero aún así quería apoyar en algo a los menores-.