Capítulo Cincuenta y Seis.

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-¿Porqué tarda tanto, si funciona esa cosa? -Volvió a preguntar el de ojos lavanda con sus manos puestas sobre los muslos ajenos, estando sentado en el suelo de la habitación esperando a que la dichosa prueba hiciera algo-.

-Russland suéltame las piernas un rato, es incómodo -El alemán agitó un poco las rodillas para que se alejara pero fue en vano así que solo resopló ligeramente estresado y continuó mirando el reloj de su muñeca para calcular el tiempo de espera marcado en las instrucciones-.

-¿Pero si funciona?, es que no veo nada -Su mano quiso acercar la pequeña cosa plástica con forma cuadra que se supone debería ponerse roja o azul dependiendo de si había bebé o no, era demasiado jodido esperar pero su pareja no quería ir al hospital para que le tomasen una muestra de sangre-.

-Amor es que obviamente lleva tiempo por un proceso químico que.. ¡Ya, ya está cambiando el color dame la caja! -Chilló el germano subiéndose mejor a su cama seguido del de piel roja que intentaba ver el resultado que comenzaba a colorarse con más claridad, el silencio reinó mientras veían la prueba y luego la lanzaron a un lado- No puedo creerlo.

-Vaya... -El azabache suspiró por la nariz tomándose un tiempo para pensar, mientras tanto Alyosha los observaba desde la entrada de la habitación con curiosidad, ya había pasado una semana en la que tuvieron que evadir todos sus conocidos para que no notaran el Aroma que desprendían mientras esperaban a que fuese más claro para hacer la prueba.

-¡Quiero pastel, hay un cachorro en mi vientre! -Alemania comenzó a saltar y chillar de manera aguda con extrema emoción, ahora que realmente se había convencido de formar su propia familia era más gratificante la noticia que en veces anteriores-.

Aunque se detuvo al oír que su Alfa comenzó a llorar cubriéndose el rostro y se arrodilló a su lado buscando su mirada con susto, ¿Acaso ya no estaba de acuerdo o habría problema con su manada?, se comenzó a sentir mal hasta que sin aviso acabó se espaldas sobre la cama sintiendo como su camisa delgada era subida hasta su pecho y cuando estaba por hablar asustado... sintió el primer beso sobre su estómago seguido de otros más en compañía de pequeñas gotas de lágrimas.

-Estoy... estoy muy feliz de poder ser padre contigo, te amo mucho Germaniya.. -Rusia habló con la voz quebrada pero con una gran sonrisa, secándose el rostro con la mano izquierda, toda la habitación se llenó a feromonas de embarazo y felicidad provenientes de ambos- Te voy a conseguir todos los postres que quieras mañana, de paso llamaré a mis padres.

-Vamos a nuestro nido.. quiero que me des más besos bonitos -Ronroneó el tricolor abrazándolo para que así lo alzara hasta llegar al lugar indicado donde se acostaron entre las mantas, acurrucándose entre ellos para compartir caricias o lamidas afectuosas-.

Pasaron el resto de la noche allí pensando en arreglar la habitación continua que usaban para almacenar cosas sobrantes o documentos del germano, por podrían depurar y acomodar lo que quedase en otro lugar para comprar una cuna con todas las otras cosas. No debía preocuparse por el dinero respecto a eso pues entre ambos tenían un cantidad generosamente alta de sus años trabajando para la organización, podrían cuidar a su hijo de la mejor manera con calma.

•   •   •

Sonrió negando mientras acomodaba las mantas regadas en el suelo a un lado de la cama, el balcánico era demasiado desordenado para dormir y al parecer se movía como caracol en sal, pero se le hacía muy divertido por lo que decidió finalmente tomarle un fotografía para cuando el estrés de los planes lo agobiara... Serbia le gustaba mucho a pesar de que solo podía verlo en las noches cuando dormía o a distancia durante sus rondas con la policía.

Pero no era tiempo para lamentarse, si todo resultaba bien... podría algún día presentarse ante él como una persona cualquiera y al fin poder ver su hermoso ojo anaranjado de cerca otra vez, por ahora se limitaba a suspirar dándole un beso en la frente antes de salir cerrando un poco la ventana que el muy descuidado había dejado totalmente abierta debido al calor.

-Amarilla me dijo que en las noches solo salías a revisar los terrenos.. ahora veo que me han mentido. -El de máscara oscura con su número correspondiente en el centro de esta emergió de entre la oscuridad de los árboles cuando Brasil finalmente salió bajando del segundo nivel con gran habilidad- No voy a comunicárselo al Señor Líder, sólo quiero saber quién vive aquí.. meterse en casa ajeas es peligroso, Azul.

≪Solo alguien que estimo, un civil más..≫

No podía arriesgase revelándole el oficio del de parche a una de las Sombras, no se perdonaría jamás si le arrebataban la vida al guardia por su descuido, controló su respiración y feromonas para que su nerviosismo no fuese captado por el otro.

-Hmm.. entonces deberían buscar otro lado para verse, alguien podría verte entrar cual ladrón y nos traería problemas. -Sombra Uno se inclinó en dirección al menor observando su postura con escrutinio, sabía que mentía, se metía a la propiedad de un Alfa durmiente pues el Aroma de este y la carencia de ruido alguno delataban sus acciones- Vuelve a la mansión con el resto, las Sombras no queremos distracción alguna mientras sondeamos la ciudad.

Con mirada fría el tricolor observó irse al rubio, por esa ocasión lo pasaría por alto sin pensar de más, pero no dejaría que ninguno de los Colores arruinara tan importante operación próxima solo por sentimientos inútiles como el Amor. El único que había existido en su rígido corazón fue por su cachorro, pero ya había pasado mucho tiempo como para lograr encontrarlo.. al menos vivo o sepultado con su nombre de manera simple, tal vez se había perdido en el mundo como muchos otros.

Un Buen ALFA (RusGer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora