Capítulo Treinta.

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-Viejo.. creo que el mini brownie que me robé del bufet tenía algo.. -Serbia hizo una mueca sentado en una de las sillas de adelante en el lado izquierdo perteneciente a los conocidos del Alfa italiano-.

-...Debe estar en el aire, como una alucinación colectiva.. -El de ojos lavanda también estaba estupefacto viendo quién lo acompañaba en el altar aparentemente hablando sobre algo, si alguien se los hubiese dicho antes lo hubieran creído imposible-.

-Son un par de imbéciles. -Ucrania viró los ojos y se apoyó en el hombro de su padre asiático que charlaba con su esposo sentado al otro lado, su hermano y el mejor amigo de este estaban exagerando-.

El de cabello miel suspiró algo nervioso y sus dedos se removieron de manera rítmica dando golpeteos a sus piernas como signo de ansiedad.

-Llevan años juntos y además van a tener un cachorro, no pueden estar ya más comprometidos. Así que dudo que por alguna razón no venga o algo. -América acomodó la corbata ajena para dejarla derecha pues al haberse estado jaloneando el cuello de la camisa la desacomodó, aún estaba algo sorprendido de que este le hubiese pedido ser su acompañante ese día pero como conocía su caso decidió aceptar debido a que lo había entrenado desde que llegó, relativamente habían pasado lo mismo con la diferencia que él fue abandonado en un refugio por el problema de su ojo cubierto-.

-No puedo esperar para ver al pequeño Japón, la última vez que nos encontramos en la organización tenía una pancita muy tierna -El germano mayor sonrió con emoción a la bielorrusa, ambos estaban sentados del lado derecho del novio Omega, se sintió sorprendido cuando le entregaron a su oficina una de las invitaciones con su nombre pero estaba encantado por la consideración y les compró un gran regalo-.

-Si, realmente se ve increíble -Esta sonrió también, debido al tiempo que habían comenzado a pasar con ONU en la sala de reuniones habían entablado algo como una amistad de trabajo pero era divertido en lo que a charlar respectaba, porque en cuando al tema de los raptos.. iba peor-.

La música instrumental ligera comenzó a sonar, habían optado por no usar la típica marcha nupcial y buscaron algo más bonito; una combinación entre piano, arpa y violines. El pequeño hijo de Irlanda, Dublin, cruzó el jardín dejando caer pétalos de rosas blancas sobre el camino de piedras que recorrerían ambos asiáticos que se dejaron ver momentos después, Japón se aferraba al brazo derecho de su padre con una mirada brillosa seguramente por lágrimas de emoción que contenía mientras que su pareja al mirarlo se mordió el labio con fuerza para no echarse a llorar cual niño. Literalmente había soñado con este momento desde que se dieron el primer beso en la ventana de su antigua casa.

Cuando estuvieron frente al otro Alfa, a Imperio le costó un poco soltar a su hijo pero este le sonrió secándose las lágrimas que se le escaparon y le dio un abrazo.

-Quiero.. que cuides a mi cachorro con tu vida o juro que no habrá lugar en el que puedas esconderte de mi. -La voz seria del de sol naciente abandonó su garganta al ras de sus colmillos poco antes poco antes de que sus ojos también se aguaran y soltara un suspiro tembloroso volviendo a mirar a aquél chico que conoció siendo andrajoso y ahora era un Alfa hecho y derecho a punto de convertirse en su yerno- Suerte muchacho, haz encontrado el oro en esta vida..

Italia apretó los labios y asintió, era algo realmente emotivo para quienes conocían bien su historia, el de largo cabello azabache extendió sus manos que atesoraban la de su hijo y dejó esta sobre las del tricolor, se lo estaba entregando para que ahora lo protegiera él y se situó en el extremo izquierdo a la misma distancia del americano. La pareja entrelazó sus manos mirándose con sonrisas nerviosas y ligeras lágrimas que no podían contener, el juez nupcial comenzó su discurso que finalizó cuando dieron la respuesta que unía definitivamente sus vidas, ninguno de los dos había escrito votos por pereza pero daba igual, el europeo le dio un dulce beso en los labios y luego se arrodilló para darle uno a su vientre aún pequeño.

-¡Felicidades! -Gritaron al unísono los que antes estaban sentados observando, ahora lanzando pétalos rojos sobre ellos para luego aplaudir y que la alegre música instrumental volviese a sonar, mientras todos daban sus felicitaciones a los recién casados el personal contratado para el bufet reordenaba las cosas para acomodar las mesas de manteles blancos por todo el jardín-.

-¡Cielos, el primer casado entre nosotros y encima padre!, felicidades estúpido la lotería fue tuya  -El serbio abrazó con fuerza a su amigo casi derribándolo al jardín, naturalmente al ser Alfas y cercanos se trataban con brusquedad a modo de juego-.

-Ahora solo falta que te consigas a alguien, ¡Solterón! -Gritó el tricolor señalándolo con mofa para luego agitarlo de los hombros comenzando a empujarse con diversión sin llegar a causarse algún tipo de daño obviamente-.

-¡Jódete por bocón! -Rusia soltó una carcajada y comenzaron a revolverle el cabello como burla, los tres riendo y lanzándose insultos sin peso de manera hiperactiva como cachorros revoltosos-.

-Los Alfas jóvenes son realmente como niños, ¿No lo crees?.. -Inició el de gafas oscuras acercándose junto al ex militar que observaba todo desde un lado mientras bebía una copa del champagne repartido previamente-.

-Yo los entrené, sé bien que son unos cerebro de hongo... pero buenos tontos.. -América sonrió de lado con levedad e inclinó su cabeza hacia la derecha unos segundos cerrando los ojos recordando cuando eran más jóvenes y no entendían nada de los procedimientos de seguridad logrando sacarle canas verdes, casi le parecía haber sido ayer-.

-Se ve que lo son -Weimar asintió despacio centrando su atención unos momentos en la pareja de su sobrino que se divertía haciendo escándalo con naturalidad pero no tenía nada de malo, así que miró de soslayo al Alfa junto a él y se relamió los labios suspirando por la nariz- ..¿Gustas bailar?

El de parche azul lo miró un momento, extendiendo su mano segundos después.. el de piel amarilla se quitó los lentes con la otra para regalarle una mirada coqueta en broma en lo que alzaba un poco su ceja derecha dándole un aire pícaro aceptando su mano con delicadeza.

Un Buen ALFA (RusGer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora