Capítulo Cuarenta y Uno.

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-¿Que este qué? -El eslavo mostró los colmillos colocando a su Omega tras él para alejarlo del otro Alfa que los miraba neutral casi como si no le importara mucho la situación-.

-Tranquilízate Russland, no podemos hacer un escándalo en la organización -Lo tomó del brazo el rubio dorado intentando que no se fuese sobre el albino, este lo había esperado hasta que salieron de su breve reunión insistiendo en que quería hablar, pero al llegar al pasillo se encontraron todos para su desgracia-.

-Pues si se mete a decirte esas cosas, desde luego que vamos a hacer un escándalo -El italiano apoyó a su amigo mientras también se posicionaba delante de su esposo con el instinto de protegerlo y a su cachorro de la presencia del Alfa ajeno a su círculo cercano-.

-No veo la necesidad de ser agresivos, vine solo a saber sobre él. -Finlandia habló con voz monótona suspirando un poco, no le gustaban las discusiones ni llamar la atención, solo no quería acabar conviviendo con un completo desconocido-.

-Pues vas a saber sobre nuestros puños eh -El de ojos oceánicos intentó amenazar otra vez pero a diferencia de los presentes, era el más pequeño y delgado por lo que más que intimidar daba algo de gracia-.

-..¿Quieres salir conmigo? -El de líneas azules seguía atraído por la mirada contraria, por alguna extraña razón le estaba gustando su actitud aunque este no quisiera ni tocarlo, pero de tener una cola seguro la estaría moviendo gustoso solo de oír su voz chillona por los nervios-.

-¿Qué? -Soltaron los otros al unísono con expresiones desencajadas por lo confuso que había sido, primero decía que lo iban a comprometer con el alemán y ahora le pedía una cita al Omega menor-.

-Rusiaa, este tipo está loco -Chilló el tricolor de piel blanca ocultándose también tras el Alfa que conocía más debido a sus visitas diarias a la oficina para saludar a su pareja, ya todos le habían tomado confianza y lo saludaban-.

-Hola chicos, ¿Quién es su amigo? -Otra voz se oyó tras el grupo de amigos haciéndolos girar notando que se trataba del de ojos cielo sonriendo amigable en compañía del jefe de seguridad que estaba más atento a su tableta debido a su horario de trabajo-.

-Es.. conocido de mi padre.. -Murmuró Alemania entrelazando sus manos aún con el miedo latente de recordar la propuesta hecha por el de esvástica, había confiado en que el Alfa soviético rastreara a su madre- Dijo que me.. iban a comprometer con él.

-¿Weimar?.. -El de uniforme táctico con insignia de rango mayor levantó la mirada hacia el mencionado apenas sintió su olor a enojo y lo siguió cuando se alejo a zancadas del grupo tenso, por suerte pudo tomar su mano cuando se fue por el lado de las escaleras- Weimar espera, ¿Qué vas a hacer?

-Sé lo que quiere, mi padre está por retirarse del mando de la manada y como no estoy yo la línea de sucesión deja un espacio vacío para un heredero próximo -Deteniéndose el de traje arena comenzó a gruñir y apretar sus puños deseando partirle el cuello al escarlata por no tener nada de piedad por su propio hijo, pero también a los demás por seguir obedeciéndolo ciegamente como unos putos títeres- Ese bastardo quiere usar a mi sobrino como incubadora tratado.

América entendió su enojo por indignación y le di un abrazo fuerte acariciando su espalda hasta que el más bajo lo correspondió y escondió el rostro en su hombro suspirando profundamente por el estrés que sentía por todo ese tema, por lo menos ahora se tenían luego de entender que debían estar juntos.

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-Oh.. entonces estás marcado, no quería importunar así pero nadie me informó al respecto. -Habló bajo el de ámbares internamente sintiendo alivio pues así ya no podían obligarlos a nada, después de todo para su familia no era tan importante el trato con los germanos y tampoco era tan necesario otro cachorro aún- Mis más sinceras disculpas, Alemania.

-Pues ahora ya lo sabes. -El ruso gruñó cruzando los brazos del otro lado de la mesa sentado junto a su pareja, no le agradaba para anda ese albino que más parecía un maniquí sin expresión, seguro y hasta se creía mejor que ellos-.

-....¿De qué manada eres? -Finlandia giró ahora mirando al báltico, apoyó los codos sobre la mesa y el mentón sobre sus manos, ahora ya podría tener más libertad para conocer a alguien más-.

-¡Que no voy a salir contigo!.. -Chilló el azabache cubriéndose el rostro con las manos algo avergonzado pero también irritado ante la insistencia, el tipo era tan extraño.. atractivo pero muy extraño-.

-¿Ni siquiera por un café?.. -Bajando un poco la mirada el bicolor volvió a preguntar, realmente tenía unos ojos muy bonitos.. si aceptaba le iría bien en la manada y hasta podrían tener un bonito cachorro luego-.

-Creo que a este se le zafaron dos o tres tornillos. -Murmuró el italiano para su compañero de guardia, el Alfa aún algo desconocido parecía derretirse para que Estonia le hiciera caso pero el más bajo estaba ocupado chillando-.

-Entonces.. ¿Quién.. habías dicho que eras?.. -Alemania a pesar de seguir incómodo por lo anterior quería saber al menos la procedencia de aquél con el que su padre planeaba que tuviese un hijo-.

-Finlandia, vengo de la manada Nórdica que está al norte del territorio, no soy de esta ciudad. -Sin problema explicó nuevamente el rubio cenizo posando su vista en el de piel amarilla, ahora que ya no tenía ningún asunto allí debía regresar con los suyos a sus deberes-.

-¿Y viniste hasta aquí solo para hablar conmigo? -Parpadeó el de esmeraldas algo sorprendido, eran mínimo seis horas de distancia entre ambos lugares, vaya que ese tipo era paciente-.

-Si, pero es un alivio que ya no suceda. -Finlandia alzó los hombros de manera sincera, no se vía uniéndose a un extraño.. sin duda aún con Celo le hubiese tomado tiempo hacer algo así por decisión propia-.

-¿A qué te refieres con eso, eh? -Gruñó el de ojos lavanda, a la defensiva pensando que menospreciaba al tricolor, era tan hermoso que incluso antes de ser pareja ya estaba enamorado de todo él-.

-Pido que no me mal entiendan, es solo que al igual que Alemania yo tampoco deseaba ser comprometido con un extraño pero aún así debía obedecer mis órdenes, sin embargo quise venir a saber cómo era para que al menos ya no fuese tan complicado. -El de gorro de pompones suspiró sin esa gran carga, aunque ahora tendría que explicarle a sus hermanos al respecto y que ellos hablaran con el escarlata pues no se lo quería volver a encontrar-.

-....Pareces ser una buena persona.. -El alemán a pesar de desconfiar no sentía que sus intenciones fueran malas, después de todo no viajas tantas horas para conocer a alguien si no te importara por lo menos tener algo de tacto con esta-.

Un Buen ALFA (RusGer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora