Un Buen ALFA (RusGer)

Capítulo Treinta y Cinco.

-Y la verdad es que se siente muy extraño, porque ambos sabemos perfectamente que no hay nada allí.. -Mientras comía algunas galletas el tricolor charlaba en llamada con su mejor amigo, bastante cómodo en su nido y acolchado por un par de almohadas en su espalda para no estar completamente acostado-.

-Es por tu instinto y la conexión de la marca, cuando tu cuerpo note que no hay nada creciendo dejará la idea de lado y volverás a tu ciclo de Celo normal -Japón se estiró un poco teniendo cuidado con su pancita abultada y cambió de lado también dentro de su nido hecho sobre su cama, el italiano le estaba preparando más comida-.

El ruso salió bostezando del baño, con una toalla rodeando su cintura y una expresión de tranquilidad pues al fin había podido quitarse el olor a alcohol debido a que su pareja se negó a soltarlo durante toda la tarde pero acabó convenciéndolo con la oferta de hacerle masajes luego. 

-Hablamos luego Jap, descansa y saluda a Italia de mi parte -Se despidió el rubio al oír del otro lado de la línea que el europea avisaba sobre la comida alista así que no quería interrumpirlos, debido a que estaba metido en el closet el Alfa se acercó a buscar algo que ponerse y notó que su cuerpo estaba lleno de rasguños largos- ...Russ, tu espalda..

-Si, ya noté que me arañaste bastante, pero no importa -Rió el de ojos lavanda colocándose ropa cómoda, le daba pereza la idea de ir a la organización mañana siendo Lunes además que no se quería separar de su Omega debido a la sensación del "Embarazo"-.

-Supongo que así estamos a mano por lo de las marcas en mis caderas, casi me las tatuas -Alemania viró los ojos y se levantó con cuidado apoyándose en la pared para quedar frente a él y darle un abrazo que fue correspondido, tenía necesidad de ser acariciado en ese momento así que se lo hizo saber-.

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América y el germano se miraron en silencio por un momento pues cuando el segundo fue a abrirle la puerta de la habitación seguía con su expresión de enojo al igual que su olor amenazante que luego se disipó en uno de ligero estrés.

-Lo siento, son.. problemas con mi manada, todos son unos malditos desgraciados.. -Suspiró con desgana dejándose caer en su cama perfectamente tendida, hablar de ellos siempre lo ponía de mal humor que al final del día terminaba en melancolía por algún motivo-.

-La verdad no tengo idea de esas cosas, crecí sin una -El de parche azul no se había sido nunca cercano a nadie, ni siquiera durante su Celo se interesó en buscar un acompañante Omega o de otra Casta-.

-Un lobo solitario eh.... que suerte, en parte, no quiero sonar grosero.. -Weimar se giró a verlo, apoyado en las puertas de su closet con las manos en sus bolsillos dándole un aire misterioso con ese parche y la camisa algo abierta, extrañamente le gustó lo que veía- Si no te oliera pensaría que eres un Delta.

-Tal vez lo soy, quién sabe -Alzó los hombros el de franjas rojas, claro que era un Alfa pero.. ni siquiera tenía idea de porqué seguía ahí, aunque tampoco tenía mucho que hacer en su casa silenciosa-.

-En ese caso, supongo que no abría problema.. -Levantándose el rubio se acerco despacio ladeando un poco la cabeza hacia la izquierda, ¿Estaba pensando antes de actuar?, para nada, probablemente le iría mal pero arriesgando opciones fue como llegó hasta su puesto-.

-¿Problema con qué? -El agente de seguridad se confundió un poco y al tener la guardia baja apenas reaccionó cuando el más delgado lo tomó de la camisa robándole un beso, se sorprendió demasiado pero por alguna razón acabó correspondiendo mientras lo sujetaba de la cintura con fuerza apegándolo-.

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-Russland ya, tienes que ir a tus deberes y yo entrar a mi oficina, hablamos sobre esto anoche. -Bufó el tricolor dando palmaditas a la espalda de su pareja que lo tenía en brazos, habían tenido que entrar a las escaleras para que nadie más viese y oyera algo fácilmente mal interpretable-.

-No puedo, tengo que proteger a mi bebé -El Alfa terco insistió abrazándolo posesivo, frotándose en su pecho para llenarlo con su Aroma y viceversa ahora que el contrario ya no usaba supresores al ya no tener ese Aroma tan fuerte a Celo así que le encantaba olfatear la mezcla hecha por la marca- Tú eres mi bebé..

-Tienes que esperar hasta el almuerzo, ¿Si?, comeremos juntos en esa hora y me vas a tener contigo sin interrupciones -Alemania suspiró dándole una pequeña lamida en la mejilla y esperó a que lo bajara para arreglar su traje un poco arrugado, subir de peso hizo que que le quedara ligeramente apretado y se le marcaba en los muslos- Mantente atento Liebe. 

-..Te amo -Dijo dándole un último abrazo y un beso en la frente, solo eran unas horas hasta el almuerzo así que podría aguantar si se distraía con algo, aunque igual su trabajo requería poner atención en las cosas-.

-Yo también te amo, Russ -Sonrió de lado el germano saliendo para caminar tranquilo a su oficina, aunque por recomendación de Japón debió tomarse un supresor para evitar que le hicieran preguntas pues parte de su nuevo Aroma tenía una ligera esencia de embarazo debido a las hormonas aún confundidas-.