Un Buen ALFA (RusGer)

Capítulo Veintisiete.

-Siento no haber podido estar presente el día de tu cumpleaños, no puedo decirte mucho al respecto.. pero estamos en medio de una situación delicada por lo que a veces lo único que tengo en mente es el trabajo -Se disculpó el más alto tras cerrar la puerta, apoyándose en esta manteniendo su distancia del menor que se sentó en una silla cercana a prestarle atención-.

-No te preocupes tío, lo.. pasé acompañado por la manada de mi pareja.. -Alemania decidió confesarle mientras jugaba un poco con sus manos de manera nerviosa.. después de todo era el único familiar en que confiaba-.

-..¿Tu.. qué?.. -El de chaleco arena quedó totalmente sorprendido, su querido sobrino había desarrollado una fobia tras el ataque sufrido así que apenas podía procesar que hubiese avanzando tanto con ello como para conseguir una pareja aunque podría ser de cualquier casta-.

-Yo.. conocí a alguien... un Alfa, aún llevamos un poco de tiempo juntos.. pero lo quiero mucho... -Suspiró el Omega sincerándose, no quería llevar su relación a escondidas.. de hecho también quería poder dejar su miedo atrás para llevar una vida normal y poder salir con su tío como cuando era más joven-.

-Ay, Alemania.. -Al de mirada cielo se le llenaron los ojos de lagrimas y sonrió por él, porque estaba dejando ese horrible momento de su vida atrás para tomar su propio camino sin seguir culpándose por la casta a la que pertenecía- Mi pequeño cachorro burbuja, me alegro tanto por ti.

El más bajo se levantó de donde estaba, no podía darle un abrazo debido a que eso involucraba mucha cercanía que sólo podía lograr con Rusia, pero tomó la mano ajena con ambas suyas mirándolo directamente a los ojos con gratitud.

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Con todos ya fuera para tomarse un descanso antes de continuar con la reunión, Weimar se mantuvo aún sentado en su lugar con la frente apoyada sobre su mano en el largo escritorio rectangular mientras pensaba acerca de su familia, su terrible familia que tal vez podría acabar en parte conectada con el caso debido a sus horribles prácticas cometidas antes de que el de piel celeste fuese elegido como líder y cambiara las reglas pro Alfa que existían oprimiendo a las castas más bajas. De hecho él mismo también provenía de la detestable práctica de "Incubadora" donde la familia seleccionaba al Omega que mejor les pareciera de un "Campamento de formación" para tomarlos sin establecer lazo y tras el nacimiento del cachorro los regresaban sin importar nada, lo mismo había pasado con la madre de su sobrino solo que esta desapareció sin explicación luego de el de ojos esmeralda resultara ser un Omega y su hermano Dritte fuese a buscarla para increparle su "Inutilidad y debilidad genética".

-..Creí que ya no quedaba nadie en el nivel, ¿Necesita algo?.. -La voz de alguien más desde la puerta abierta hizo algo de eco tranquilo en el lugar casi vacío por excepción de ambos que momentos después se miraron-.

-Pastel de chocolate con muchas cerezas y un viaje sin retorno a la luna.. -Dijo algo sarcástico el tricolor en lo que se sentaba mejor, era ese guardia de estrellas con el que había hablado la vez anterior y que también respondió a su pregunta hace un rato- Es broma, sólo estoy algo estresado.. ya sabes..

-Entonces si gusta puedo hacer que le consigan ese pastel -El americano se apoyó en un lado del marco de la puerta con ambas manos en los bolsillos, el Aroma a Vainilla e Incienso llenaba el lugar de una manera sutil y relajante a pesar de venir de otro Alfa-.

-Solo si lo comes conmigo, sino me sentiré como un glotón.. -Sonrió ligero colocando sus brazos cruzados sobre la mesa, había algo en esa mirada seria contrastada por el parche o tal vez en su solo presencia que lo tenía tan intrigado ahora-.

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-...Padre, ¿Tienes un momento?.. -El azabache de ojos lavanda dio un par de toques a la puerta abierta, era la pequeña oficina que tenía el carmesí en casa para estudiar sus viejos casos en busca de algo que no vieron-.

-¿Hm?, claro hijo, pasa -URSS dejó lo que estaba haciendo para prestarle atención, olfateaba un poco de duda en él por lo que esperó que no fuese algo malo con su pareja o trabajo- ¿Ocurre algo?

-Yo.. bueno, Alemania me.. me propuso vivir con él un tiempo para saber si podíamos mudarnos juntos a largo plazo y.. -Se tomó un momento para suspirar y miró directamente a su padre esperando uno de los consejos sabios que solía darle en base a lo que él ya había vivido a su edad o similar- Quería saber qué pensabas al respecto de si dejo la casa.. 

-.....Rusia, eres mi cachorro mayor y ya sabía que en algún momento debías dejar nuestro hogar, las puertas siempre estarán abiertas por si decides volver, pero sé que les irá bien juntos en su propio espacio -Dijo asintiendo el soviético con calma pues después de todo era normal y se había hecho la idea desde que comenzó a hablarles de aquél muchacho con tanto interés, así mismo habían comenzado con China cuando eran aún más jóvenes intentando costearse con sus trabajos y estudios a la vez, ellos habían decidido escapar de sus casas para comenzar una nueva vida más tranquila- Lo único que te pido es que por favor tengas cuidado con el tema del Celo de ambos.

-Ya.. ya sabes que sí papá.. -Un sonrojo avergonzado se apoderó del rosto de Rusia recordando fugazmente todas las cosas que ya habían pasado en esos momentos, pero por lo menos viviendo juntos podría tener sus supresores a la mano y ropa limpia sin feromonas- Ni Alemania ni yo estamos listos aún para formar una manada..

-Aún son algo jóvenes y se pueden dejar llevar por el lívido de los instintos, pero confío en que podrán hacer su camino hasta el momento indicado -El de hoz y martillo se levantó de su lugar para darle un abrazo y un par de palmadas amistosas a la espalda, harían una buena cena y lo comunicarían a la manada-.