Capítulo Veintiocho.

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China ahogó otro sollozo en el pañuelo que le entregó su esposo suspirando, estaban acostados luego de que la cena terminara y todos los demás se fuesen a dormir, estaba de acuerdo con que el ruso hiciera su vida aparte pero le costaba un poco asimilar la idea pues al ser el mayor lo había cuidado más tiempo.

-¿Otro más? -Preguntó en tono bajo señalando a la caja de pañuelos desechables que tenía al lado, recibió un asentimiento así que le tendió uno nuevo mientras acariciaba su espalda para reconfortarlo-.

Se encontraban en el nido del Omega hecho en una esquina del sótano de la casa, la luz estaba apagada pero tenían un par de velas cerca que iluminaban lo necesario. El más alto acarició la cadera ajena y lo acurrucó entre sus brazos dándole un beso en la coronilla oyéndolo suspirar profundamente ya algo más calmado, que sus amados cachorros dejaran el hogar no era cosa fácil de aceptar en un inicio, pero ya lo superarían.

-Les irá bien, ambos tienen empleos estables y se están cuidando el uno al otro, como tú y yo. -URSS liberó sus feromonas de confort a la par en que continuaba brindándole su cariño al de estrellas doradas acostado en su pecho-.

-Me alegra que mi pequeño tenga todo eso.. nosotros lo pasamos difícil al inicio pero pudimos salir adelante con nuestro cachorro en camino.. -Murmuró frotando un poco su cabeza sobre la camisa ajena para dejarle su propio Aroma de calma y así poder relajarse mejor, además de que su marca le trasmitía una sensación de tranquilidad sentida por su Alfa-.

La principal razón por la cual siempre estaban repitiendo constantemente que fuesen prudentes con sus posibles parejas era que ellos durante uno de los Celos más fuertes del de ojos dorados se dejaron llevar por sus instintos y se unieron de manera descuidada anudando dentro como resultado, desde luego con todos esos factores concibieron y estando apenas establecidos en un departamento pequeño de alquiler les fue muy complicado cuidar y mantener a su bebé a la par de sus empleos para ahora costear los gastos del cachorro además de sus estudios. Pero no se rindieron a pesar de la adversidad y pudieron conseguir lo suficiente para comprar la casa un par de años después que tuvieron la suerte de poder pagar en partes, ya con más estabilidad decidieron tener un nuevo cachorro para que le hiciera compañía.. su sorpresa fue grande cuando resultaron ser dos pero al haber recibido un acenso en el empleo del soviético como agente policial podían darles lo necesario con tranquilidad. La última fue Taiwán que llegó cuando el de ojos lavanda tenía ocho años y los mellizos cinco, gracias a que China habían comenzado a sentirse con la necesidad de tener un nuevo cachorro antes de que su fertilidad decayera.. así que decidieron intentar.

-Los criamos de la mejor manera, con todo el amor que ambos no logramos recibir en nuestras manadas así que son fuertes y generosos, serán personas de bien para esta sociedad -El carmesí lo tomó del mentón para dejarle un beso suave y largo, uniendo sus frentes al finalizar, lo dejaría todo una y otra vez para volver a salvarlo de su padre sin importarle todo lo que dejó atrás por su amor-.

China había sido comprado de un "Criadero" por su padre Zarist, con la intención de tenerlo en casa para tomarlo cuando le viniese en gana fuese su Celo o no, pero ellos dos se enamoraron y decidieron huir de esa finca para evitar el horrible destino que le esperaba al Omega apenas cumpliese los veinte años. Abandonaron su antigua ciudad para evitar ser encontrados y comenzaron a viajar hasta que encontraron esa ciudad en la que decidieron asentarse sin siquiera tener más que algo de dinero y a ellos mismos.

•   •   •

-Creo que comprar la cuna ahora fue un poco apresurado, pero al menos ya está armada -El de ojos marrones se apoyó acomodando el velo de tul blanco que caía en cascada sobre la cabecera en la que un pequeño y bonito móvil de elefantes del mismo tono giraba lentamente haciendo sonar cascabeles gracias a la brisa-.

-Es mejor tener todo ya listo desde ahora, el tiempo pasa volando en un parpadeo -Italia lo abrazó por la espalda y coló sus manos bajo el pijama de su pareja para acariciar su vientre aún sin fruto, su Celo se aproximaba así como la posibilidad de que en este floreciera un cachorro- ¿Qué me dices si vamos intentando desde ahora, eh amore?, te puedo bajar un par de estrellas para adornar esos preciosos ojos que tienes.

-¿Así es como conquistas a un príncipe heredero, rufián?.. -Siguiendo el juego arqueó una ceja el albino girándose para quedar cara a cara y abrazarlo por los hombros, rememorando sus primeros coqueteos descarados a escondidas del resto-.

-Así fue como me robé tu corazón -El Alfa orgulloso de su gran hazaña se mordió el labio y lo alzó en brazos para ir a su habitación, a algo ya obvio que disfrutarían mucho-.

Apenas eran unos jóvenes la primera vez que se toparon en la calle principal del barrio yakuza, el de cabello miel acababa de robarle la billetera a un descuidado hasta que por distracción acabó estrellándose contra el de yukata que se encontraba en compañía de su padre. Ninguno dijo nada para reclamar o disculparse mas solo intercambiaron una mirada, amor a primera vista podría llamarse, desde entonces el avezado tricolor comenzó a colarse a su casa para visitarlo durante las noches hasta irse antes del alba con una gran sonrisa por haber pasado tanto tiempo con el refinado asiático cuya risa baja endulzaba sus oídos.

En varias ocasiones tuvo el infortunio de toparse con el de sol naciente que lo perseguía katana en mano con obvio enojo debido a la falta de respeto que cometía entrando a su hogar sin ser invitado, detestaba la idea de que un vulgar ladronzuelo quisiera corromper a su querido hijo pero aún así nunca lo castigó o hizo algo más que ahuyentar al otro amenazando con cortarle la cabeza por más que realmente no lo haría. Cuando el escándalo de la casta de Japón se propagó por todo el lugar y debieron llevarlo lejos tras el primer intento de asesinato contra él, ambos "Enemigos" se dieron una mirada vacía por la aflicción causada por la ausencia del ahora Omega de ojos marrones cuando su auto se alejó... pero Italia no desistió pues su amor por el algo mayor nipón era lo único que tenía en esa vida, siempre había dormido en lugares abandonados desde que nació y cuando se llevaron a su padre no quedó nada más que su deseo por sobrevivir a raíz del hurto hasta que lo conoció y fue lo único que tuvo en mente, siempre que lo iba a visitar antes de todo, llegaba con un regalo que sin importar que fuese robado.. el de sol rojo atesoraba con cariño.

Por suerte lograron encontrarse, como un Alfa y Omega dos años después, sus sentimientos seguían siendo los mismos así que el albino lo acogió en su casa.. reformando sus malos hábitos hasta que le pudo conseguir un trabajo de guardia en la misma organización que él en el que desde entonces se esforzaba para dejar su pasado atrás. Ahora podrían completar su vida con un cachorro.. y con el anillo que Italia guardaba en una cajita bajo su almohada para esa noche.

Un Buen ALFA (RusGer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora