Capítulo Catorce.

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El olor a carne asada llenaba el departamento cálido y pacífico, ambos jóvenes contaban recuerdos de sus trabajos mientras preparaban todo para hacer las hamburguesas siendo al parecer el ruso quien más errores cometió en sus primeros meses de trabajo sacándole más de una cana a su jefe hasta que finalmente le tomó el ritmo a sus deberes.

Helligkeit, literalmente llamada "Brillo", estaba cómoda acostada sobre las piernas del menor sentado en una de las sillas altas de la cocina mientras que el Alfa se pavoneaba presumiendo de manera graciosa sus dotes para la cocina enseñados por sus padres desde que era niño a diferencia de sus hermanos que quemaban hasta el agua. Alemania no sabía preparar cosas muy elaboradas pero al menos podía mantenerse alimentado con comidas a base de carnes rojas o pastas así que reía ante cada cosa que le contaba en más alto haciendo innumerables expresiones.

-Me.. gustaría que vinieses alguno de estos días a conocerlos.. -Ladeando un poco la cabeza y alzando los hombros el de ojos lavanda se decidió a proponer, aunque de recibir una respuesta negativa intentaría preguntárselo nuevamente más adelante-.

-¿No les molestará tener a un Omega desconocido en su territorio?, yo.. te secuestré casi por tres días.. -Al ser esa una familia tan diversa y además no haberse criado en un ambiente normal el tricolor no sabía cómo funcionaban otras manadas y lo menos que deseaba era sentir que importunaba porque la ansiedad lo volvería un manojo de nervios andante siendo su Aroma lo que lo delataría en seguida-.

-Ellos ya saben lo que pasó así que no hay problema.... van a adorarte.. -Rusia tras haber apagado el fuego bajo la carne se acercó despacio hasta tomar una de sus manos, dándole una pequeña caricia de seguridad que tranquilizó al otro haciéndolo finalmente asentir-.

-Tal vez.. antes de fin de mes, yo quiero.. quiero que acompañes en mi siguiente.. Celo... -Balbuceó el rubio encogiéndose y ocultando parcialmente el rostro en el cuello de su suéter debido al sonrojo que tenía por mencionar ese tema, pero en serio quería sentirse acompañado y seguro con el mayor en casa incluso si no tenían un lazo como tal-.

-...Claro, ah.. avísame una semana antes y tendré lo necesario a la mano para que a no sea tan.. pesado -El eslavo tragó en seco recordando lo difícil que había sido mantenerse cuerdo con tal Aroma dulzón y los jadeos del contrario, pero la tendría menos difícil con sus supresores a la mano-.

-Gracias.. -Alemania sonrió ligeramente aún escondiéndose un poco hasta que el Alfa comenzó a tensarse desviando la mirada nervioso, entonces se levantó rápidamente en busca de su portafolios pues el efecto de su supresor de Aroma ya se había terminado-.

Una vez tuvo el blíster en la mano recibió el vaso con agua que le tendió el azabache y este esperó a que lo tragara para acercarse algo tímido a envolverlo con un abrazo corto, en la sociedad aún estaba mal visto que un omega cortejado por un Alfa consumiera supresores de algún tipo pero Rusia no fue criado para acoplarse a las normas arcaicas de la sociedad, sino para cambiarlas... así que él mismo de la manera más gustosa iría a comprárselos si así lo pedía el tricolor. Pues de igual manera estos no eran para el Celo sino para el Aroma.. aunque le daba algo de vergüenza admitir que no le gustaba que otros Alfas intentaran acercársele incluso si no era para pretenderlo, pero le gustaba mucho el de ojos esmeralda y quería que fuesen pareja.

•   •   •

Sentados en el gran sofá disfrutaban fervientemente de sus enormes hamburguesas hechas en casa, el Omega sonreía feliz entre mordidas pareciendo un niño con capricho bien cumplido, a su lado el ruso comía más tranquilo mientras veían una película al azar sobre salvar al mundo de alienígenas verdes... lo que lo hacía reír recordando a sus hermanas usando mascarillas de ese color con rodajas de pepino en los ojos, a Ucrania siempre lo asustaban por la noche cuando se aparecían así.

-Ah... tú.. ¿Estás de acuerdo con.. esto?, quiero decir, yo.. quiero dar el siguiente paso contigo.. -Los balbuceos del de ojos lavanda confundieron al menor que terminó entendiendo otra cosa pues rato atrás había mencionado lo de su petición de ser acompañado durante su Celo y su rostro rápidamente se tornó rojizo- No no, no me refiero a eso... quiero, salir contigo de otra manera.. 

-Oh.. podríamos... podríamos intentarlo, supongo.. -Sus mejillas bajaron un poco su tono y entrelazó sus manos algo nervioso pensando en que realmente no estaría mal probar, Rusia llamaba su atención definitivamente y ya era temporada de buscar pareja para su casta-.

Rusia sonrió ampliamente dejando escapar feromonas de felicidad y tomó la mano ajena con cuidado, le dio un pequeño beso a esta antes de volver a mantener el espacio aunque no cabía de su emoción a pesar de no ser algo completamente certero pero el solo hecho de que el germano lo considerara era perfecto. Debido al supresor el Omega no podía generar feromonas de felicidad notables pero en equivalente le regaló una pequeña sonrisa a la par en que su corazón latía con algo de fuerza por la muestra de afecto del contrario, tal vez.. de no haber pasado esas malas experiencias con Alfas lo hubiese aceptado sin pedir tanto tiempo pues el de piel roja era realmente una buena persona y oírlo hablar de su familia con tanto cariño lo hacía añorar poder vivir algo igual a lo que él tenía con su manada.

-Te vez tan hermoso cuando sonríes, Alemania.. -Musitó el eslavo en medio de un suspiro mientras lo observaba con atención, el mencionado se sonrojó pero dejó ver una ligera sonrisa ladina ante el halago y decidieron continuar viendo la película un poco más cerca uno del otro-.

Un Buen ALFA (RusGer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora