Capítulo Veinticinco.

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-Vaya.. me impresiona la fuerza de voluntad de Rusia, a Italia tenía que encerrarlo en la lavandería cada vez que alguno de los dos estaba en Celo -El asiático le dio otra mordida a su galleta, era muy usual que comiese extra para ganar peso antes de su siguiente celo y así poder tener un embarazo más manejable pues era bastante delgado, su vientre crecería mucho dejándolo en desbalance-.

-Es.. muy considerado a pesar de que podría contar como tortura mantenerlo cerca.. pero su presencia me hace sentir más seguro, ya sabes.. -Murmuró Alemania frotando un poco sus brazos, estaban sentados en la escalera de servicio para charlar un parto debido a que habían llegado temprano ese Martes y querían un poco de privacidad entre mejores amigos-.

-No te preocupes por eso ya, estoy seguro que la única mordida que te dará será la marca cuando tú se la pidas -Codeándolo un poco el de sol rojo trató de animarlo pero luego algo se le vino a la mente y soltó un par de carcajadas confundiendo al menor- Aunque... no puedo dejar de pensar en qué expresión puso cuando le gritaste que "Estabas esperando un cachorro".

-No me lo recuerdes, que tonto debí haberme oído.... pero por alguna razón el que no hubiese nada ahí, me hizo sentí un poco triste.. -El calor de la vergüenza invadió las mejillas del rubio, su único consuelo respecto a eso fue que al menos no lo insultó en medio de su enojo, pero la sensación de vacío aún lo dejaba pensando-.

-Eso es porque lo amas y no hay nada más tierno que un cachorro, pero aún son muy jóvenes para hacer su vida -Sonriendo el Omega de ojos marrones le dio un par de palmadas en la espalda mientras se levantaban para volver a su oficina debido a la hora, sentía al germano como una especie de hermano menor al cual aconsejar desde que se conocieron hace algunos años ya antes de comenzar a trabajar, de hecho fue debido a eso que estaban en la misma área a pesar de que no sentía temor alguno por los Alfas como él antes-.

-Tú y yo sólo nos llevamos cuatro años, no hables como si tuvieras el doble -Bufó el más alto virando los ojos en lo que abría la puerta señalizada para salir al pasillo común, por suerte su oficina estaba solo a un par de metros-.

-Shh no me cortes la inspiración -Japón finalizó con una risa ligera entrando primero para comenzar a organizar sus papeles pendientes del día anterior donde faltó el de piel amarilla y decidió cubrirle una parte del trabajo-.

•   •   •

-¿Ah... estás.. seguro de eso? -El ruso parpadeó repitiendo mentalmente las palabras de su pareja con asombro, a pesar de que antes hubiese pensado en ello no creía de que este pudiese proponerle aquello-.

-Lo estuve pensando durante un tiempo, no tienes que hacerlo todo de golpe si estás inseguro.. -Hizo un movimiento de manos algo dudoso de si estaba siendo prudente a los ojos del azabache, tal vez si estaba adelantándose mucho y no lo quería hacer obligado- Pero puedes traer algunas de tus cosas y dormir en casa más seguido.. 

-...Estaría encantado de vivir contigo por lo menos un tiempo de prueba.. -Dijo con una sonrisa el de orbes lavanda, dejando a un lado el empaque con Chow Mein hecho por su padre asiático para el almuerzo, le dio un abrazo y lo hizo quedar acostado parcialmente sobre su pecho estando ambos sobre el suelo alfombrado de una de las oficinas del nivel desocupado- Lo hablaré hoy con mi padre y te daré una respuesta mañana.

-Gracias.. Russ.. -El Omega se estiró para darle un pequeño beso en la mejilla antes de volver a sentarse para terminar con su almuerzo esperando que lo que quedaba de su horario libre fuese suficiente para hacerlo pues era un día importante y debían estar en perfecto cumplir con sus deberes-.

Mientras tanto en los niveles inferiores los responsables principales de la seguridad del lugar terminaban sus revisiones del lugar para descartar la presencia de artículos peligrosos para cuando su líder llegara, ONU tenía una visita programada esa tarde para reunirse con el cerebro de ese rascacielos, su mano derecha el Beta OMS que en ese momento aún estaba en su oficina en los niveles centrales junto a su secretaria y su aprendiz la joven bielorrusa que intentaba seguir correctamente el ritmo de tanta información.

-Hmm.. tengamos listos algunos postres ligeros, le gusta comer mientras oye las reuniones así que consigan algo de la cafetería por favor. -Firmando documentos el de emblema de serpiente ordenó al otro asistente junto a la de piel verde que estaba inmersa en su tableta corrigiendo unos gráficos en base a la actualización de casos de rapto a Alfas problemáticos, algo grande estaba ocurriendo en algún lugar-.

-Señor, ONU está a dos calles, ¿Damos la orden de pausar las actividades para su llegada? -Bielorrusia llamó la atención de su jefe tras leer el mensaje recibido a su tableta, nunca había visto al Alfa celeste en persona así que naturalmente estaba algo ansiosa por no arruinar nada-.

-..Dile a América que lo reciba con un par de sus subordinados, nada muy ostentoso -Sin bajar su bolígrafo siguió escribiendo su nombre en letra cursiva sobre cada hoja como aceptación a las medidas de cambio que se comenzarían a ejercer-.

En el sótano el Alfa de franjas rojas bostezó en lo que arreglaba su arma sintiendo el sonido de alerta de la radio ubicada en su cinturón, atrayendo las miradas del grupo con él por si se trataban de órdenes nuevas.

-Habla América, ¿Qué sucede? -El tono serio del de parche azul era bastante ronco y con frecuencia solía infundir miedo en sus nuevos subordinamos más jóvenes o en los Alfas no dominantes de pisos administrativos, pero así era él en el trabajo tan importante que tenía-.

-Te necesitan arriba, trae a dos contigo. -Respondió una voz femenina de manera seca, otra Alfa del equipo de seguridad del funcionario de la salud, Egipto-.

Un Buen ALFA (RusGer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora