Capítulo Cincuenta y Dos.

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-Que bueno que llegaron, los estábamos esperando -La Omega de rizos se acercó para abrazar a ambos con cariño, era normal que las Sombras actuasen muy maternalmente con los demás dentro de la mansión, aunque fuera de ella eran un peligro para cualquiera de sus objetivos-.

-¿Y Oscuro?, creí que estaría con nosotros -La de máscara Naranja buscó con la mirada al asiático pero al parecer sólo estaban Colores y Sombras en el sótano-.

-Mi hermanos aceptó ser parte de las Tonalidades, así que me temo que no tiene mucho que hacer en esta reunión -Sur le dio un sorbo a su té desde el otro lado de la mesa, era él quien dirigía las reuniones al ser uno de los fundadores de la organización y todos respetaban su palabra luego de la del "Señor Líder"-.

≪¿Para qué es la reunión?, ¿Sucedió algo malo?≫

El de piel verde ladeó un poco la cabeza ante la urgencia previa que tuvo la Croata en que todos se reunieran, le daba algo de mala espina que estuviesen tan neutrales.

-Vamos a iniciar los planes para el Gran Día, necesitamos que todos de sus informes sobre las tareas que les fueron encomendadas para descartar las posibilidades que puedan resultar mal para cualquiera de nosotros -Sombra Uno dijo a la par en que iba dejado carpetas llenas de papeles, todo con información y mapas recaudados a lo largo de sus años de operación-.

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-Espera.. cariño, aún no llegamos a casa.. -El de piel roja intentó hablar entre besos mientras esperaba no caerse debido a que su pareja lo tenía caminando casi a ciegas sin importarle estarlo haciendo de espaldas-.

-Las hormonas me están volviendo loco, quiero que lleguemos ya, date prisa -Alemania se mordió el labio con un sonrojo en el rostro a causa de la calentura, aún no llegaba a su etapa completa de inicio de celo pero al ya ser Viernes estaba casi a nada de comenzar a soltar feromonas del mismo que afortunadamente ya solo podría olfatear su Alfa-.

-Pero qué buenas piernas.. -Alguien en la misma acera soltó un comentario vulgar pasando junto a ellos, mirando únicamente los muslos algo llenitos del más bajo con una sonrisa burlona-.

-¡Cállate la puta boca! -Ladró el germano malhumorado, estar en ese estado sólo lo volvía algo más posesivo y apegado a su Alfa a pesar de que le estuviesen hablando él en realidad-.

-Tranquilo amor, ya estamos muy cerca -Tomándolo en brazos el de ojos lavanda apresuró su paso agradeciendo que solo estuvieran a dos calles de distancia, pues el Aroma del tricolor se comenzaba a hacer más fuerte y por ello tentador despertando su instinto-.

Minutos después y apenas cruzaron la puerta de la casa cerrándola de golpe el Omega dejó sus cosas a un lado para entrar a la habitación a desvestirse sintiéndose demasiado caluroso además del clima de la temporada, Rusia ingresó tras él y se acercó a uno de sus cajones de la mesita de noche para tomar lo necesario para evitar algún tipo de problema en la mañana como ya había pasado antes. Pastillas para el dolor muscular, supresores para ambos por si acaso, un paquete de preservativos que normalmente solo se usaban para evitar enfermedades puesto a que el material no resistía bien aún la presión del nudo pero les servían por si el azabache llegaba a correrse antes de salir del todo, además de gel desinflamante para las marcas que seguro se dejarían.

-..Mierda, estás tan mojado ya... -El eslavo jadeó mientras volvían a besarse con la necesidad de sus instintos, estando ya su pareja marcada no podía resistirse ante lo embriagador que era el nuevo Aroma adquirido de su Celo-.

-Hueles muy bien, tómame Russ.. -Dándole un beso meloso le rodeó la cadera con las piernas para poder refregarse contra el miembro ajeno que comenzaba a despertar para poder sentirlo mejor, moría por ya tenerlo dentro luego de ese mes en abstinencia debido a los trabajos sobre cargados-.

-Shh.. ay que hacerlo con calma, mi amor -Le dio algunas lamidas lentas en su hombro sin cicatriz, era un alivio que el otro tricolor hubiese conseguido mantener a raya al insidioso padre de su Omega para que este dejara de pensar en lo del cachorro obligado-.

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Cada uno en su lado de la cama recuperaba el aliento luego de dos horas sin descanso alguno, demasiado satisfechos pero algo adoloridos por la brusquedad en el desenfreno del momento.. sin embargo no era nada de lo que hacer drama.

-...No creí que tuvieras los dientes tan afilados -Murmuró Rusia colocándose el gel en el lado derecho del cuello donde resaltaba una mordida pequeña pero colmilluda que le causaba algo de escozor-.

-No es como si tu marca hubiese sido una caricia.. -El de esmeraldas se estiró tronando un poco su espalda agotada antes de girarse para abrazar la cintura de su amado, mirándolo con ojos de arrepentimiento- No quise lastimarte, pero es que llegaste tan adentro que..

-Mejor.. comamos algo, que muero de hambre justo ahora -Este enrojeció su diestra cubrió su rostro aunque ya hubiese pasado mucho como para tener ese tipo de reacción, aún así no estaba acostumbrado a decir u oír ese tipo de cosas por más que las hubieran hecho ellos mismo hace un rato-.

-Yo quiero un sándwich y que me lleves a mi nido por favor, me tiemblan las piernas -Alemania bostezó, otra vez estaba esa sensación de estar embarazado pero ahora ya tenía la certeza de que ambos estaban libres de eso debido a sus medidas previas, así que podrían estar tranquilos con sus instintos de sobre protección y anidar-.

Un Buen ALFA (RusGer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora