Capítulo Treinta y Seis.

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Alemania miró otra vez el mensaje en su móvil, no reconocía el número pero le helaba los huesos que estuviese escrito en el lenguaje de su antigua manada, pidiéndole que se acercara al estacionamiento del rascacielos. Este estaba firmado por su tía Hungría a quien realmente solo había visto a la distancia mientras era niño así que no la conocía casi en lo absoluto, los nervios le fallaron cuando comenzó a sonar una llamada con su número que debió silenciar debido al eco en el baño donde estaba, tal vez.. si le preguntaba qué necesitaba se iría más pronto y lo dejarían en paz.

Faltaban quince minutos para el almuerzo, así que si salía ahora como le dijo podría volver a tiempo para reunirse con su eslavo a comer... suspiró profundamente y salió para tomar el elevador, allí oportunamente se encontró con el Americano que revisaba una tableta.

-Buenas tardes.. señor América -Saludó por cortesía puesto a que ya se habían visto antes en la boda del sábado y no quería parecer alguien sin educación, menos con el jefe de su pareja-.

-¿Hm?, buenas tardes. -El de traje oscuro levantó la vista de la tableta para responder, pero al ver el patrón tricolor sintió un repelús por lo que volvió a centrar su atención en los registros y no dijo más intentando no recordar lo del día anterior-.

Por suerte fue lo único que se dijeron y luego este salió en el octavo nivel que pertenecía a los Betas de informática, las puertas volvieron a cerrarse, se sintió un poco incómodo por haber llegado solo al estacionamiento tétricamente silencioso hasta que un auto negro Mercedes-Benz encendió las luces unos segundos como llamado, era obvio que estaba allí pues además de la señal esa marca preferida de su manada, se acercó tembloroso por el lado izquierdo y entonces la puerta de atrás se abrió alertándolo.

-Komm hoch, wir machen nur einen kleinen Spaziergang, um uns in Ruhe zu unterhalten. -Hungría estaba sentada a la derecha, con gafas oscuros teniendo una expresión neutral y mirando su teléfono-.

(Sube, solo vamos a dar un pequeño paseo para charlar con privacidad.)

El menor cerró los ojos unos segundos armándose de valor tanto por el miedo a su familia como el que aún le tenía a los Alfas ajenos a él, subió desconfiado y la puerta se cerró automáticamente haciéndole dar un salto del susto tensándose de sobre manera más aún cuando el auto comenzó a moverse saliendo del estacionamiento.

-Der Rudelrat hat sich vor einer Woche getroffen, mit offensichtlichen Ausnahmen, Kaiser wird sich zurückziehen... aber sie werden die Hackordnung ändern. -La tricolor apagó su móvil tras ya haber avisado que lo tenía y estaban en camino, pasando a mirar al de piel amarilla que respiraba agitado mientras la escuchaba-.

(El consejo de la manada se reunió hace una semana, con obvias excepciones, Kaiser va a retirarse... pero ellos la orden de jerarquías va a cambiar.)

-¿Él.. está enfermo?.. -Alemania la miró algo nervioso, el mayor siempre lo había tratado con cariño y tranquilidad cuando era un cachorro pero debido al trabajo dejaron de frecuentarse tanto hasta el escándalo provocado por su casta, este nunca se pronunció al respecto- Pero, ¿Qué tengo que ver yo con eso?, fui expulsado..

-No, solo quiere vacaciones indefinidas luego de tantas décadas al mando. -Suspiró la de gafas oscuras debido a que aquello le iba a dar más trabajo a todos pero algún día debía pasar, pronto tras varias calles recorridas se detuvieron en un callejón que daba hacia una puerta metálica- Lo demás se te será explicado en breve, baja.

Ambos salieron del auto y la húngara le dio un par de toques a la puerta que fue abierta unos momentos después, parecía ser el interior de un bar aún sin gente por lo que todo estaba en silencio y debió seguir a su tía hasta otra puerta que daba a una oficina.. esta esperó a que pasara primero y lo dejó dentro.

-Te sigues viendo igual de patético que aquella vez. -La voz del de esvástica se dejó oír cuando la puerta del otro lado de la oficina se abrió, su fría mirada esmeralda y su traje negro adornado por una cruz de hierro seguían viéndose igual de aterradoras para el menor que retrocedió hasta por donde había entrado y se hiperventilo siendo ignorado- Hungría ya te informó parte de lo que sucederá, me convertiré en el líder Alfa y Austria pasará a ocupar mi puesto ya que el inútil de Weimar desertó, naturalmente todos los puestos se van a mover..

-¿Qu.. -Intentó vocalizar entre temblores y voz quebrada, la cicatriz comenzaba a dolerle por los recuerdos y ello se vio trasmitido a su marca oportunamente cubierta por el cuello de su camisa y su cabello-.

-Silencio. Como decía, con todos esos cambios van a quedar lugares vacíos.. -El escarlata usó su voz de mando para asegurarse la sumisión y obediencia del otro que al instante bajó su cabeza casi al borde del llanto pero eso no podía importarle menos que nada, continuó recorriendo la oficina a pasos lentos acercándose a su por desgracia único hijo- Mi oferta es esta, deberás unirte a uno de los Alfas de la manada nórdica y darnos un cachorro Alfa que ocupe tu puesto además de existir como tratado entre ambas, aunque esta vez le haremos una resonancia para asegurarnos de su casta y no perder el tiempo.

-¡Yo no.. no voy a.. -Chilló el tricolor aún más aterrado pero ofendido por lo que estaba escuchando, él no iba a estar con nadie más que no fuese su ruso y menos aún iba a entregarle un cachorro a ese hombre tan cruel que le arruinó la vida-.

-Cumple con tu puto deber de Omega. -Dritte Reich gruñó entre dientes ya de pie frente al rubio menor, afiló su mirada pero su voz salió en un mortal siseo sedoso haciendo una oferta que sabía él no podría rechazar- Y dejaré que tu madre y tú vuelvan a la manada.

Un Buen ALFA (RusGer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora