capitulo 3

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Mis oídos estaban tapados, mi pecho subía y bajaba rítmicamente y tenía una mala sensación. Esa nota me dejo algo intranquila, era algo que no sabía cómo descifrarlo, nadie sabía sobre el asesinato de mis padres, solo lo sabía Ana que me salvo.

Su muerte estaba cubierta por un accidente de auto, pero... Quien más podría saber esa verdad, la muerte mis padres, la manera en la que murieron, ¿quién podría saberlo?

Aparte ellos murieron por un asalto que salió mal, no fueron asesinados como un objetivo. Arrugue el papel y lo tire en el cesto de basura, Sali de mi oficina y fui con mi siguiente paciente, el numero 3, entre y el sujeto estaba atado en la silla y la otra mano la tenía atada a la mesa dejando un poco suelta la cadena para que pueda comer.

El sujeto me vio, me analizo y hasta me sentí juzgada para después seguir comiendo, el sufre de esquizofrenia, pero aún está iniciando así que es fácil de tratarse. Me senté enfrente de él alejando un poco la silla para que no pueda sostenerme por si su trastorno se hace presente.

- ¿estas disfrutando tu sopa de lima?

- Si, muchas gracias por la sopa

- ¿hoy te han dicho algo?

- Solo que tengas cuidado, hay alguien peligroso al acecho

mis ojos se despegaron de la libreta y la subí hasta chocar con los de él. Parecía una persona normal, solo una persona disfrutando una sopa. Cerré la libreta y me acerque a él, me sentía molesta, me siento como si me estuvieran amenazando.

- ¿Y usted porque cree que yo podría estar en peligro? ¿será porque estoy en un hospital psiquiátrico y ayuda a personas que están mal de la cabeza? -solté enojada y de mala gana

- - no doctora solo... Creo que hay alguien aquí de su pasado

- - terminamos por hoy

- Me levanté de la silla y caminé hacia la puerta, estaba por salir cuando escuché al paciente 3 llamarme, me detuve con la mano en la manija, me giré a verlo y sus ojos estaban llenos de lágrimas

- - doctora, tenga cuidado... usted es la única a la que veo como una persona real.... No me deje solo

- - no lo haré... Tu tranquilo... -sonreí

Sali de la habitación y fui hacia la oficina de Eddie, necesitaba escuchar una de sus tonterías para que me haga olvidar todo esto. Entre sin tocar y su cabeza estaba tirada en la mesa y sus brazos a cada extremo de su cabeza.

Me acerque a el de manera burlona y trate de asustarle soltándole un grito y dándole un empujón en su cabeza, pero no se levantó o soltó un quejido, solo estaba ahí tirado, solté una risita, no puedo creer que este tan cansado como para no moverse y seguir durmiendo. Le sacudí el hombro, pero seguía quieto.

Esto ya se estaba volviendo algo sumamente espeluznante.

Me moví hacia el lado derecho del escritorio, dirección donde su cabeza estaba girada. Cuando lo vi sentí que todo en mi mundo se derrumbaba, tenía los ojos abiertos sin vida, no tenía ese brillo característico de él, tenía un hoyo en la frente, su boca estaba abierta y sentí como mi corazón se rompía.

Mi espalda choca con la pared. La puerta se abrió y vi a un sujeto con pasamontañas, no reconocía quien es, quise gritar cuando se acercó a mí, pero su mano me cubrió la boca impidiendo que haga un sonido. Me agarro de la cintura y me giro pegando mi espalda en su pecho. Me arrastro hasta una esquina que era difícil de ver, quise alejarme de él, tal vez él era el asesino de Eddie o de mis padres o ambos.

Me quede quieta cuando la puerta se abrió por segunda vez dejando entrar a dos hombres, uno joven y alto y otro anciano, gordo y enano.

- Le dije que iban a venir a matarlo, ese sujeto está loco.

- ¿Por qué lo mataron?

- Eddie era mejor amigo de la doctora Melissa, siempre estaban juntos.

- ¿Por qué buscan a la doctora? -le pregunto joven al más anciano, el joven estaba viendo a Eddie.

- Al parecer un asesino está obsesionado con ella, debemos tenerla muy bien vigilada, ella podría ser la única que nos guie a ese sujeto, es difícil encontrarlo, mantenla alejada de los dos pacientes, ya sabes cuales.

- Eso es difícil, la familia pago para que ella sea la doctora.

- Tu sabes que no hay familia, ellos solo se metieron y pagaron mucho para que ella los atienda. vámonos, puede venir alguien.

¿Dos pacientes? ¿Cuáles?

El enmascarado me soltó dejando que me aleje de él, me gire para verlo, mis lagrimas no paraban de deslizarse por mis mejillas. No entendía nada de lo que estaba sucediendo, un asesino obsesionado conmigo.

- ¿Quién eres? ¿dime quién eres? ¿Qué está pasando? -el no respondió, estaba empezando a perder los nervios, no entendía nada de lo que está pasando- ¿acaso me vas a matar? -el negó- ¿Por qué no me hablas? Respóndeme

Se dio la vuelta y salió corriendo de la oficina, no me dijo nada, no hablo, tenía tantas dudas. Me dolía todo, me sentía débil. Necesito salir de aquí. abrí la puerta y vi por última vez a Eddie. Solté un grito mientras lloraba, necesitaba sacar todo este dolor. Lo conocía desde pequeña, ambos entramos aquí al mismo tiempo, era como un hermano para mí.

Un guardia llego corriendo hacia mi mientras otro entraba a la oficina de Eddie y lo veía, mi llanto aumento cuando lo vi quitarlo de su escritorio y dejarlo en el suelo, mi mejor amigo, mi hermano se había ido y todo por mi culpa. Por algo que no tenía el control.

El guardia me dejo en mi oficina y me dio una botella de agua, no tardó en llegar loan, me vio y sin dudarlo me abrazó.

- supe lo de Eddie... Lo siento tanto cariño...

Y así fue como mi llanto incremento... Sintiéndome débil, mal, herida, como si me hayan arrebatado lo que más quería... Eddie... El que tenía mis secretos y yo los suyos, el que me contaba sus experiencias y me hacía reír con cualquiera de sus comentarios...

Ya no iba a estar nunca más.

Un Amor De LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora