capitulo 27

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Antonio

Melisa metió mi erección a su boca y me sentía en el cielo, acomode mi brazo bueno atrás de mi cabeza mientras con el que estaba herido agarraba la cabeza de Meli. Su pezón rozo mi pierna y ella soltó un leve gemido contra mi polla.

Pase mi mano entre mi pierna y su cuerpo hasta que mi dedo hizo contacto con su pezón. Mierda, que duró que está. Como quisiera que alguien se la este follando mientras me la chupa... Y tengo al hermano perfecto para ese trabajo...

Tome mi móvil que estaba en la mesa de noche a un lado de la cama y abrí la app de mensajeria, entre a su chat y le mandé una foto de Melissa dándome una de las mejores mamadas posibles.

- ven a follarte la -le mandé junto con la foto

No tardó ni un minuto cuando mi mensaje fue leído y escuchaba sus pasos subiendo las escaleras. La puerta se abrió mostrando a un Raúl mojado. Se andaba duchando. Melissa levantó la cabeza sacando mi erección de su boca lo que me arrebato un gruñido.

Raúl cerró la puerta de la habitación, se acercó a nosotros mientras se quitaba el pantalón de algodón que tenía puesto dejando ver su erección por ver a Melissa en 4 mostrándole toda la gloria.

- vaya vaya vaya... ¿La pequeña quiero dos pollas grandes? -sonrio mientras se acomodaba atrás de ella- ¿ya aceptaste tus sentimientos hacia el? -acaricio la línea de su espalda

- si... Anoche le dije... -se sonrojo- ¿como sabías?

- podría decirse que eras muy obvia, lo mirabas a cada rato, te preocupabas por el y la primera vez que te folle susurrante su nombre... Pero yo no soy celoso no te preocupes

Melissa bajo la cabeza cuando Raúl la penetró, su cara se puso más roja y sus manos se sujetaron de mis piernas, sujete mi erección y empecé a masturbarla. Ya dolía por falta de atención.

Sujete el cabello de Melissa y la obligue a mirarme, empuje su cara hacia mi erección y ella entendio a la perfección, lo tomo entre una de sus manos y con su lengua empezó a lamerlo como si fuera un helado. Acaricie si mejilla hasta que mi mano quedó en su barbilla, la acomode metiendo mi erección a su boca.

Las embestidas de Raúl se volvían más fuertes y rápidas lo que hacía que Melissa cerrara los ojos o se recargara en mi pecho y mi erección quedará entre sus senos. Raúl la acomodó dejándola encima de mi. Acomode mi polla en su entrada y la empecé a embestir mientras Raúl la agarraba de los brazos y la recargaba a su pecho dejándome ver sus senos rebotar.

- ah! Raúl espera... Yo...

Raúl la embistio por atrás lo que me obligó a detenerme. Melissa cayó a mi pecho y una lágrima cayó por su mejilla. Mire a Raúl el cual solo la veía preocupado.

Salimos de ella y trate de que me viera, quite todo el cabello de su cara y con mis manos levanté su rostro dejándolo a solo unos centímetros del mío. Sus ojos estaban rojos al igual que su mejilla

- yo... Yo hace mucho no lo hago por atrás

- Melissa, lo hicimos hace 2 días por atrás, no te dolía -dijo Raúl

- y con solo un día el ano vuelve a estar sensible si se lo meten de golpe -le grito de mala gana

Sonreí y la saqué de encima de mi.

- Raúl acuéstate y que ella se ponga encima de ti... Yo sé cómo hacer para que no le duela -mire a Melissa- ¿Confías en mí?

- si... Si me duele... Paras por favor

- por supuesto

Raúl se acostó y Melissa se subió encima de él, acomodó su erección en su entrada y la embistio mientras acariciaba su rostro y le pedía perdón. Saque un aceite de mi mesa de noche y lo esparci por su trasero y mi erección, acaricie su orificio mientras lentamente metía uno de mis dedos.

Raul estaba lamiendo uno de sus senos mientras con lentitud la embestia. Metí un segundo dedo lo que hizo que Melissa arquera la espalda y soltara un gemido, ya casi está lista... Saque mi dedo y acerque mi boca para meter mi lengua, sentí la mano de Melissa en mi cabeza y como me presionaba contra ella.

- ahh... Antonio...

Mierda...

Me aleje de ella y acomode mi erección en su entrada, Raúl dejo de moverse y acuno el rostro de la pequeña entre sus manos.

- si te duele tú dime y le meto una patada- ella río mientras asentía.

Empecé a entrar en ella, mierda que apretada está... Sentía como me apretaba y me succionaba, mierda quiero unirme en ella hasta más no poder pero tengo que pensar en que no le duela... No puedo pensar solo en mi satisfacción mientras ella está sufriendo. Si a ella le duele eso ya no es sexo es una violación.

Y más si ella te pide que pares.

La mitad de mi erección ya estaba en su interior. Una de sus manos estaba sobre la mía la cual sostenía una de sus nalgas. Apretó mi mano y me detuve.

- ¿Quieres que lo saque? -le pregunte mientras acariciaba su zona alrededor de mi polla

- no... Sigue...

Volví a sostener sus nalgas para separarlas y no sea más difícil la penetrada. Empuje mi cadera hasta que mi falo quedó completamente hundido en ella. Su cabeza cayó al pecho de Raúl, ambos nos quedamos quietos hasta que ella sola empezó a mover su cadera.

Me mordi el labio cuando sentí como entraba y salia. Raúl empezó a embestirla más fuerte haciendo que mi erección se moviera adentro de ella.

- Antonio... Muévete...

- ¿Segura?

- si...

La sostuve de la cadera y empecé a embestirla mientras recargaba mi pecho en su espalda y besaba su cuello, Raúl tenía su labio inferior entre sus dientes mientras sus ojos se perdían en la unión entre el y ella. Me separe de su espalda y la pegue a mi pecho, su cabeza cayó a mi hombro lastimado pero ignore el dolor. Solo quería que ella disfrutará y no se preocupara por mi.

Raúl se me quedó viendo así que vi mi hombro el cual empezaba a sangrar, volví a dejar a Melissa encima de Raúl y le negué en señal de que no diga nada.

Pasaron las horas y muchas pose distintas en las que yo quedaba atrás de Melissa para que no vea la mitad de mi torso con sangre.

Meli estaba dormida encima del pecho de Raúl, salí de su interior haciendo que ella suelte un gemido, salí de la cama y me metí al baño, limpie la herida con cuidado. Cuando salí vi que Raúl seguia adentro de ella pero esta vez estaba dormido.

Bueno... Estoy seguro que si uno de los dos se mueve van a volver a follar y a mi me duele lo suficiente el brazo como para querer unirme... Así que me dormiré en el sofá.

Baje a la sala donde estaba Lisandro en la cocina preparando un sándwich.

- te hice algo para que comas, debes estar cansado, necesitas energía

- ¿Energía?

- si, después de escuchar como le daban a Melissa debes estar cansado y más por la perdida de sangre, ¿Y Raúl?

- dormido

- ¿igual Melissa? -asenti

- Antonio tendré que tener esta conversación contigo?

- no, ya acepte que ella no es sólo mía... Por eso le pedí a Raúl que vaya a follarla conmigo, ella no es sólo mía, es de los cuatro pero si ella decide irse, no la detendre

- Nadie lo hará

- Lisandro hablo en serio, todos nos enamoramos de ella pero ella puede llegar a pedir irse, sabemos que si vuelve a encontrarse con ella ella dudará en lo que sienta por cualquiera de nosotros y podría irse

- recuerda que antes de irnos de esa casa los cuatro quedamos en un acuerdo con Madison

- y esa cual era que ya no recuerdo

- que Melissa iba a ser para nosotros 5 solo si ella aceptaba

Un Amor De LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora