capitulo 17

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Mi cuerpo estaba siendo besado por ambos hombres. Mi piel desnuda era visible ante estos dos dioses creados en el infierno...

Los labios de Arturo en mis muslos me hacían jadear y arquear la espalda cada vez que su cabello húmedo rozaba mis pliegues y su respiración me excitaba... Jackson besaba mi cuello mientras con una de sus manos jugaba con mi pezón dejándolo duro y rojo.

Mi garganta estaba seca de tanto gemir y jadear, mis manos dolían de lo fuerte que me sujetaba de las sábanas. Estos hombres eran bestiales en la cama, los dos eran muy controladores y posesivos, y eso me gustaba.

Arturo me obligó a quedar sentada encima de mis pantorrillas, se puso enfrente de mi y sin despegar sus ojos de los míos se acercó a mí cuello mientras sus manos se aferraban a mi cintura. Jackson estaba atras de mi, agarro mis manos y las puso arriba de mi cabeza mientras besaba el lado libre de mi cuello mientras sus manos masajeaban mis senos.

Gemidos.
Jadeos.
Sudor.
Suspiros.
Maldiciones.
Atracción.
Sexo.

Eso era lo único visible en esta habitación, la excitación que me provocaban con solo mirarme.

Los gemidos que eran complicados de contener.

Los jadeos que salían de mi garganta por cada beso que me daban.

Las maldiciones que les dedicaba cada vez que dejaban de hacer lo que me gustaba.

La atracción que sentía al verlos semi desnudos con el cabello mojado mientras sus ojos eran oscuros y llenos del deseo de poseerme.

Sentía paz, felicidad, me sentía en el lugar correcto en el momento correcto. No sentía ninguna preocupación cuando estaba con ellos porque se que ellos me protegerían, ellos darían todo por mi y yo daría todo por ellos.

Una mano de Arturo bajo por mi vientre hasta obligarme a abrir mis piernas y dejarle mejor acceso a mi feminidad. Su mano toco mis pliegues robándome un jadeo, sentí ese cosquilleo en mi clítoris haciendo que cerrara los ojos y tire la cabeza hacia atrás para recargarme en el pecho de Jackson. Este mismo paso su mano izquierda hasta mi cuello mientras su otra mano seguía masajeando y torturando mi seno.

- te voy a preparar para mí Bambi

- si...

- y yo para mí Meli - la mano que tenía en mi seno lo paso hacia mi agujero trasero y sentí como su dedo se adentraba en mi

Solté una maldición mientras mis manos se apoyaban de los brazos de Arturo. Ambos me penetraban en una zona diferente haciendo que mi cabeza de vueltas, que mi corazón palpitara a un ritmo que daba miedo, mis ojos se ponían blancos por cada embestida que me daban con sus manos.

No logré aguantar más mi cuerpo así que me fui hacia adelante pegando mi pecho contra el de Arturo, Jackson tomo mi cintura poniéndome en 4, ambos seguían jugando con mis dos agujeros haciendo que me descontrolara. La habitación estaba sumida en puros gemidos míos.

Mi cuerpo tembro, sabía que ya casi llegaría a ese punto y ellos se dieron cuenta, me embistieron unas cuantas veces más de una manera bestial que mi cuerpo lo tiré más hacia adelante y mi cadera se movió por si sola, una mano atrapó mi cuello obligándome a tener mi trasero levantado y mi pecho contra la cama. Gemi, grité, mordí la sábana y mis manos se movían por todos lados sin saber de dónde sostenerme cuando deje de sentir esos dedos en mi impidiendo que tenga es liberación.

Los mire de mala gana por lo que los dos solo me sonrieron. Ambos se quitaron el boxer dejándome ver sus cuerpos desnudos y demasiado grandes. A decir verdad... No sé si es de familia pero los dos están bien pinches dotados, si con uno sentí que me estaba rompiendo a la mitad estoy segura que ahora con ellos dos mi cuerpo quedará hecho trizas.

Un Amor De LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora