capitulo 23

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A lo lejos podía ver la cabaña que decía Antonio, no estaba muy lejos pero tampoco los lobos. Camine más rapido, trate de apresurarme pero los piese estaban matando. Podía sentir como la piel se me rompía por lo fríos que estaban, como mi piel se cortaba por las ramas era un dolor intenso pero tenía que aguantar, tengo que seguir... Por mi... Por Antonio.

Entre a la cabaña y cerré la puerta, se escuchaba como la madera bajois pies crujía con cada paso que daba, parecía que iba a desmoronarse toda la casa. Pase por la cocina y vi un mueble un tanto desgastado, acosté a Antonio con cuidado y me puse a buscar algún trapo para limpiar la mordedura del lobo.

Abrí gabetas y no había nada, estaba tsoo vacío, me pare en una silla y abrí una de las gavetas arriba de la nevera, solté un grito y caí de espaldas al suelo golpeando mi cabeza con la pared. Una rata corrió lejos de mi perdiéndose en las escaleras.

Que asco.

Me levanté del suelo y mire otra vez encima de la nevera, había un trapo un tanto sucio, no le pondré esto, se puede infectar la herida, mire si habia agua en el grifo y como era de esperarse no había, fui hacia Antonio y me senté a su lado, rompí la tela de mi blusa y la pasé suavemente por si cuello limpiando la sangre, sus ojos estaban cerrados y su respiración era lenta.

Sus labios se estaban tornando a un tono morado y su piel se veía cada vez más palida, su cuerpo empezó a sentirse caliente y eso es señal de alguna infección en la herida. Descubrí la mordedura pero cuando jale el cuello de su camisa el hizo un quejido. Tengo que quitarle la camisa

- Antonio... Necesito que te saques la camisa

- si tanto querías verme desnudo... Solo tenías que decirlo como ahora...

- Antonio tu herida se está infectando y la camisa contaminada no te ayudará

- Melissa me duele el cuerpo, no puedo quitármela, rompela y ya...

Sujete el borde de la camisa y la rompí por la mitad dejando al descubierto su torso, estaba con marcas moradas y rasguñadas... Todo por mi culpa de querer seguirlo...

Las lágrimas se acumularon en mis ojos y un nudo se instaló en mi garganta, inale profundo mientras me sacaba la blusa y la rompía en cachos para poder quitarle la sangre de la herida. Pase varias veces la tela hasta que pude ver la herida a la perfección, se le rompió al lobo un colmillo y está en su cuello, mierda eso puede ser mortal...

Me levanté del mueble y empecé a buscar en todos lados alguna pinza, algo para sacar ese colmillo. Nada! No hay nada. Me pase las manos por la cabeza frustrada sintiendo como mi cabello se llenaba de la sangre que tenía en mis manos

- tengo que hacerlo... Tengo que hacerlo... -me dije repetidas veces

Me acerque al cuerpo pálido de Antonio y le termine de sacar la camisa, me acomodo encima de él y sus ojos se abrieron para verme y con lágrima en los ojos y un nudo en la garganta le dije.

- esto te va a doler... Antonio si necesitas apreta mi brazo,mi abdomen, lastimarme si quieres pero aguanta

- jamás podría hacer algo que te lastime

- solo aguanta y si mejoras... Dejaré que hagas lo que quieras conmigo... Solo no te duermas...

El asintió así que acerque mi mano derecha a su herida y justo donde estaba el colmillo introduje mis dedos, el soltó un grito y alejó sus manos de mis piernas donde estaban descansando, sus cejas se hundieron y su mandíbula se tenso, tiro la cabeza hacia atrás y sus piernas se levantaron haciendo que mi cadera se mueva.

Me sujete de su pecho con mi mano libre y metí más mis dedos en la herida, las lágrimas salieron de sus ojos y al ver eso las mías igual descendieron por mis mejillas. Jamás me ha gustado ver a alguien sufriendo por algún dolor físico y más si fue por mi culpa.

Sentí el colmillo y lo sujete para después sacarlo. Tenía mis dedos fuera de su herida y el colmillo conmigo, antonio se relajó y dejó caer sus piernas al mueble haciendo que mi cadera cayera junto con ellas. Sus ojos se abrieron y vieron mi mano.

- un colmillo?

- si... Creo que se le rompió cuando le.pegue y lo obligue a quitarse de encima tuyo...

- ya estamos a mano...

- créeme... Esto no es nada con lo que tú hiciste por mi, gracias -acaricie su rostro manchandolo de sangre.

Sus ojos se deslizaron de mi cara a mi pecho desnudo, cierto no tengo blusa. Me quite de encima de él y busque las telas que sobraron de mi pobre blusa favorita. Cubrí su herida para que no pueda infectarse

- necesitamos limpiará, veré si hay jabón

- no hay agua... -me recordó

- vi un pequeño lago, puedo ir a buscar agua y volver -me levante pero el me sujeto de la mano

- no vas a salir, Melissa es de noche y los lobos van a sentir la sangre de tus manos

- tengo que hacerlo, puedes morir por una infección... No dejaré que eso suceda

- espera a que sea de mañana y nos vamos, solo no salgas sola, si te vas no podré protegerte

- Antonio me salvaste la vida de esos lobos... Lo menos que puedo hacer es conseguir agua para limpiar tu herida... Estaré bien, no voy a tardar

Quite con delicadeza su mano de la mía y me fui a la cocina, agarre la pequeña holla que había y salí de la cabaña, el sol aún no se oculta por completo, tengo que darme prisa. Corrí hacia el lago que vi a unos cuantos metros y al llegar vi a unos lobos bebiendo agua de ahí, mierda...

Me oculte en un árbol y trate de calmarme, pasaron unos minutos cuando todos empezaron a olfatear, mierda... La sangre de mis manos. Me limpie lo más que pude lasanos con mi pantalón y después me lo quite y lo tiré lejos de mi, los lobos siguieron con la vista el camino donde cayó mi pantalón. Cuando vi que se alejaron corrí al lago, tome agua y regrese lo más rápido que puse a la cabaña, les doy un tip, nunca se metan al bosque en ropa interior en una época de Nevada. Segurísimo que me muero de hipotermia.

Si Antonio después de esto dice que no me importa yo misma le meto el colmillo de nuevo a su cuello.

Un Amor De LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora