capitulo 3

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"incluso la noche más oscura terminará y saldrá el sol"
-Victor hugo

Arturo

Me encontraba en el trabajo cuando me llego una llamada de Jackson. Estaba optando por no responder o responder y mandarlo a la mierda, pero me fui por la primera.

Escuche su voz un poco alterada y consternada, al escucharlo así me imagine lo peor, un accidente, una pelea, alguna cosa pero lo que me dijo fue peor que cualquier otra cosa.

- Melissa está llorando y supongo que te necesita más a ti que a mí

No dude dos veces en colgar la llamada, tomar mi saco y salir de la oficina para ir camino a la cabaña donde estaba mí Bambi destrozada. Ya sabía porque lloraba, tenía una idea y esa razón era; yo.

Después de una hora en carretera llegue a la cabaña, entre viendo a Jackson salir de la cocina. No fue necesario preguntar porque solo me apunto al baño que estaba atrás relas escaleras.

Me acerque y con miedo, con mi mano temblorosa y un nudo en la garganta toque la puerta con los nudillos de mi mano. Silencio. Sabía que ella tenía la esperanza de que sea yo, la conozco tanto y se que ella me conoce tanto como yo a ella que se dio cuenta que los pasos no eran de Jackson si no míos.

- Bambi...

Hablé por primera vez. Mi voz se escucho como un susurro pero fue lo suficientemente alta para que ella me lograra escuchar, después de un silencio la puerta se abrió de golpe y vi sus ojos, nariz y mejillas rojas por llorar y mi corazón se rompió por causar esto.

- Bambi... -sus ojos se llenaron de lágrimas y de su boca salieron sonidos que fueron difíciles de entender pero seguí, sabía que tenía que pedirle perdón- perdón por... Por a verme alejado de ti... Cuando más me necesitabas...

Ella siguió sin decir nada, solo me veía con miedo, tal vez con el miedo de que me diera la vuelta y vuelva a alejarme de ella. Di un paso hacia su dirección el cual retrocedió, di otras más hasta que su espalda choco con la repisa del baño, quedé a dos pasos de ella, con mi mano cerré la puerta atrás de mi espalda.

Sabía que las palabras ahora eran inecesarias, solo necesitabamos un poco de cariño y amor. Acerque mi mano hacia su rostro hasta que las yemas de mis dedos tocaron su mejilla y una lágrima decendio por ella hasta perderse en mi mano. Un mechón de su cabello estaba encima de su rostro así que con mi otra mano quite ese mechón y lo puse atrás de su oreja para después agarrar su nuca.

Mis ojos no dejaron de verla, quería ver sus ojos, sus labios y aunque no en gustará verla así, se veía hermosa apesar de tener esa expresión de llanto.

Acerque mi rostro al de ella hasta que sentí mis labios encima de los suyos. Di un paso más enfrente acortando la distancia entre nuestros cuerpos.

Su calor me hacía sentir esa calidez en mi corazón, esa tranquilidad en mi cabeza y ese cariño en mi mas oscuro ser.

- Meli... Te necesito... Necesito que digas mi nombre... Por favor Bambi

- ar... Arturo

Mi nombre se escuchaba tan exquisito en sus labios, como me hablaba, como su voz pronunciaba a la perfección mi nombre me hacía querer hacerla gritar, me insitaba a corromperla en unos puntos no muy sanos para ella. No quería corromperla, no quería volverla una asesina, una lujuriosa y pasionada por la sangre.

Mis labios se adueñaron de los de ella apenas temrino de decir mi nombre. Mis manos se aferraron a su cuello, mis dedos se enredaron en su cabello mientras mi le gua se adentraba a su boca. Me acerque más a ella obligandola a sentarse en la repisa, abrió sus piernas y me acomode entre ellas, lleve mis manos a su cadera y la pegue a mi cuerpo dejando que sienta mi dureza en su humedad.

Mis manos acariciaron sus muslos hasta que se adentraron a su pequeño short, agarre el borde y se los quite dejándola en una braga negra de encaje, introduci una de mis manos y empecé a flotar su clítoris obligándola a soltar un jadeo, con mi mano libre rompí su blusa dejando a la vista sus pezones ya duros

- Bambi... Pídelo

- follame Arturo.

me acerque a uno de sus pezones y lo atrapé con mis labios.

- ah! Arturo...

- si Bambi... Te haré gritar mi nombre, pero no aquí...

Saque mi mano de su braga y la sostuve de su trasero, salimos del baño y me dirigí al comedor, la dejé encima de la mesa y me quite el saco quendo con la camisa blanca de botones y la cortabata negra. Melissa me miró y sus ojos se oscurecieron, termine de romper su blusa dejando su pecho a la vista y la tela colgando en sus hombros.

Melissa agarro mi corbata y me atrajo a ella, mis labios se adueñaron de los de ella mientras sus manos desesperadas rompian los botones de mi camisa hasta dejarla abierta. Estaba por quitármela junto con la corbata cuando sus manos sostuvieron las mías.

- quédate así... Te vez sexy

- como órdenes querida Bambi...

Le rompí la braga formando un hoyo en medio. Me quite el pantalón junto con el boxer dejando mi polla libre, estaba tan dura como una rica que dolía. Me pase la palma de mi mano por la lengua de Melissa y empecé a masajear mi polla dura y palpitante.

Agarré una de sus piernas y la acerque a la orilla de la mesa. Acomode mi polla en su entrada y la penetre de una estocada, su apretada vagina me apretó la polla haciendo que suelte un jadeo en su cuello, mis caderas empezaron a moverse provocando un sonido de nuestras piernas. Mire movimiento en las escaleras.

Jackson estaba con el cabello mojado sin camisa con un pans negro, el torso brilloso por las gotas de agua. Me sonrió de lado para adentrarse a la cocina y vernos desde la isla de esta misma. Regrese mis ojos al rostro de Melissa la cual no dejaba de verme con lágrimas en sus ojos. Acune su rostro entre mis manos y sin dejar de penetrarla pegue mi frente a la suya.

- te haré gritar tanto que la polla de Jackson quedará dura con solo verte follar conmigo

Un Amor De LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora