capitulo 13

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Melissa

Entre a mi oficina y me recosté en el sofá. Las piernas me dolían y las sentía entumidas, pero valió la pena. Tire la cabeza hacia atrás recostandola en la pared, cerré los ojos y trate de descansar unos minutos pero fue imposible hacerlo.

- doctora! El paciente 8 está teniendo un ataque!!

- ¿Que?

Me levanté de golpe y salí de mi oficina para llegar a la habitación de Arturo, entre y lo vi en una de las paredes golpeándola como si hubiera alguien enfrente de el. Me acerque con cuidado mientras le hablaba pero el estaba en otro momento lejos de esta realidad.

Me acerque y toque su brazo haciendo que me agarrara del cuello. Vi las intensiones del guardia así que lo tuve que detener.

- no hagas nada!! Esta fuera de control!! Sal

- pero...

- que salgas!!!!

El de seguridad salió después de unos segundos de dudarlo, mire a los ojos de Arturo y este estaba serio con una mejilla golpeada y el labio roto. Baje mi mirada a su cuello donde hay una pequeña cortada.

Acaricie su brazo, no puse resistencia alguna. Lo mire a los ojos y sonreí, le di la misma sonrisa que le di el primer día que lo vi hecho una bolita en una esquina de la cama.

- Arturo... Soy yo, Melissa, ¿no me recuerdas?

- no... Meli... Meli no... No puede... No puedo...hacerle esto... No por favor... -me pegó a la pared- no puedo hacerle... Eso... No se la lleven no...

- Arturo, hey, aquí estoy -acaricie su rostro- soy yo mirame... Arturo

- meli...

Sus ojos me vieron volviendo de esa realidad, miró su mano me mi cuello y me soltó con cuidado hasta que mis pies tocaron el suelo. Me acerque a el y le di el permiso de que me abrace. Lloro. Estuvo llorando hasta que se quedó sin fuerzas de seguir llorando.

Escuchar como el lloraba me hizo sentir algo doloroso en el pecho, el me necesitaba, el necesitaba de mi. Me hizo sentir chiquita a su lado pero especial.

- alguien... Alguien vino a amenazarme...

- ¿Que? ¿Arturo de que ratos hablas?

- me pidieron que te entregará a un sujeto en la plaza a las 3... Pero... Pero yo no puedo hacerte eso Meli -su voz se entrecorto- no puedo entregarte... No se qué te harán o para que te quieren pero... Pero yo... No puedo... Simplemente no puedo...

- hey ya... Calma -lo atraje hacia mi tratando de hacerlo sentir seguro entre mis brazos

- doctora estoy muy enamorado de usted... Se que no estoy en mis mejores sentidos pero usted me gusta... Se que tiene algo con Jackson y no me importa compartir... Solo pido una noche con usted... Doctora...

Me aleje dejando mis brazos en sus hombros, sus ojos eran sinceros y su nerviosismo genuino. Le sonreí nerviosa y me aleje de el levantándome de la cama.

Mi sonrisa se borró al ver que el no decía nada y menos se lo tomó a juego, sabía cómo es el y su fuerte no eran las mentiras.

Salí de la habitación sin decir nada y me encerré en mi oficina, tome un poco de agua y me recosté en el sofá y mire al techo. Que más podía hacer... Me metí con Jackson y eso ya es suficiente problema y pone en peligro mi carrera... Meterme con Arturo sería aún peor...

Yo no puedo tenerme ese lujo, no otra vez.

Salí de la oficina y fui a la habitación de jackson. Estaba dándose una ducha así que espere sentada en la cama, despues de unos minutos el salió con el cabello mojado, el torso desnudo con gotas deslizándose.

Benditas gotas suertudas.

Me perdí en la V que formaba su pelvis perdiéndose en el borde de su pantalón negro de algodón. El me vio y se quedó pasmado. Creo que lo tome de sorpresa, necesitaba hablar con el y que sepa lo que me dijo Arturo.

No me sentía cómoda, eso debo admitirlo, me incomodaba hablar de esto con el porque si es incómodo, es incómodo verlo a la cara, después de que pasaron unas pocas horas de haberme acostado con el y decirle que su primo igual quiere hacerlo.

Mi corazón latía por el, mi corazón se sentía feliz al estar con el, y si, debo de estar loca por haberme fijado en el que tiene problemas de personalidad que por ahora solo conozco 3, la dominante, la que es sensible y la asesina, cuál otro falta? El psicótico? El que le gusta patear los culos de los ancianos? El que le gusta ver llorar a los bebés? Cuál otro?

El se acercó a mí y sin dudarlo se acercó a mí rostro y me dio un beso en los labios. Eso fue... Raro. Me tomo desprevenida y mi cara me delató, los ojos abiertos,la boca semi abierta y mi cuerpo paralizado. El estaba ahí sereno, tranquilo... Y parecía que no le incomodaba el hecho de estar enfrente de la doctora que se acaba de follar.

Se sentó a mi lado y me hizo voltear a verlo, en su rostro se notaba la preocupación y la desconfianza. Le sonreí pero salió más a una mueca, su calor me embriagaba, sus ojos me hacían perderme en un lugar muy lejano a esta realidad, sus caricias me hacian falta cuando dejaba de hacerlas y sobre todo saber que el siente una atracción por mi me hace sentir feliz.

Lo tome de la mano y sin decir nada lo saque de la habitación, así, justo como estaba, semidesnudo, por suerte no había nadie por los pasillos. Llegue a la habitación de Arturo y ahí mis manos empezaron a temblar, mi cabeza dolía ya sentía mi pecho oprimido, la respiración la tenía entrecortada y eso era extraño en mi parte... Me sentía... Anciosa.

Entramos y vimos a Arturo en la mesa comiendo mientras se reía, el nos volteó a ver y su rostro quedó igual que el de jackson; confundido. Metí a Jackson y cerré la puerta atrás de mi. Ambos quedaron. Parados enfrente de mi y si, no negaré que los dos están para chuparles más haya que los labios... Ellos eran... Unos dioses... Bueno más que dioses buenos, eran unos dioses del infierno porque sus cuerpos te hacían pecar.

Y yo quería irme al infierno.

Me senté en la cama y los mire con una sonrisa torcida y los ojos divertidos, ellos se miraron y ambos entendieron porque estaban aquí, era obvio, ellos ya sabían lo que querían conmigo desde el primer instante, ellos... Querían tener todo conmigo aunque eso sea compartirme entre ellos.

- ¿Quieren una relación poliamorosa? -me atreví a preguntar

- ¿tu estás de acuerdo con eso?

- Arturo... ¿Crees que una mujer se negaría en estar con dos hombres como ustedes?

- ¿eso es interés física? -dijo Jackson confundido

- no... Es interés de querer estar con las dos personas de las que siente atracción... Y yo siento todo tipo de atracción por ustedes

- eso es bueno -dijeron al unísono

- el caso es... ¿Ustedes están dispuestos a compartirme entre ustedes y hacer tríos cada vez que yo quiera?

- a tus pies -respondio Arturo sin dudar

- para que hablar si podemos actuar

Jackson dio un paso hacia mi mientras que Arturo se sacaba la camisa... A irme al infierno se ha dicho...

Un Amor De LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora