capitulo 11

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Sacudí mi cabeza mientras me levantaba de la silla. ¿Que ha sido eso? ¿Porque me imaginé apunto de tener un trio con los dos primos? No diré que no quiero porque si quiero...

El beso con Jackson... ¿Paso y no pasó?

Me giré para verlo y se veía normal, no se veia como si nos hubiéramos besado... Por una extraña razón me acordé de algo que me dijo Ana

"Si deseas algo dilo, nunca sabrás si el sentimiento es mutuo"

Y si, lo dije

- Jackson quiero besarte...

Sus ojos se fijaron en mi y parecía que se le iban a salir de sus órbitas, no decía nada, solo estaba ahí, parado, viéndome, en un silencio absoluto. La cargué.

La cagué bien cagado.

¿Porque tuve que decir eso?

Es obvio que el no va a querer, con trabajo y deja que me acerque a el, no le gusta el contacto físico y está traumado con el hecho de que su tío abuso de el. Que mensa que estoy...

- olvidalo... Yo... No se porque dije eso, solo olvidalo ¿Si? Iré a ver a Arturo...

Estaba apunto de salir de la habitación cuando su brazo me agarró de la cintura y me pegó a la puerta, su boca estaba en mi cuello, podía sentir el latido de su corazón en mi espalda y como mi trasero rozaba su pelvis.

Sus manos pasaron de mi cintura a mi cadera y me obligó a presionar mi trasero en su miembro el cual se empezaba a poner duro, su respiración me daba cosquillas en mi cuello pero igual hacia que tenga otro tipo de reaccion.

Una de sus manos subió por mi abdomen hasta llegar a mi cuello, lo presionó levemente y me obligó y tirar la cabeza hacia atrás reposandola en su hombro.

- si tienes ganas de besarme... Solo agarra mi cara, tirame a la cama, te pones encima de mi y me besas como se te dé la gana, tienes mi permiso de hacerlo.

- pero...

- pero ahora el que tiene ganas de besarte y hacer mucho más soy yo así que... ¿Tengo tu permiso? -asenti sin dudarlo dos veces. Que más iba a poder dudar ¿que un hombre guapo y atractivo tenga ganas de besarme y tocarme? Jamás dudaría en dejar que haga eso pero... ¿Dudare en que lo haga mi paciente? Tal vez si pero olvidemos por un rato que soy su doctora

Jackson se dio la vuelta quedando cara a cara, no tardó un segundo en pegar sus labios a los mios y comenzar con una guerra entre nuestras lenguas, su beso era salvaje y rapido, sus labios eran suaves tal y como pensé que iban a serlos. Sus manos en mi cintura hacían que mi corazón latiera a una velocidad que no es igualable, su calor combinado con el mio es exquisito.

Mis pies se separaron del suelo y me obligué a enrollar mis piernas en la cintura de Jackson cuando sentí que me estaba levantando. Sus manos me sostenían de mis nalgas y apretaba de vez en cuando para obtener un roce entre nuestras intimidades.

Me dejo con delicadeza en la cama para acomodarse encima de mi. Se separó de mis labios y tomo el borde de mi blusa, me miró a los ojos

- ¿Puedo? -asenti- palabras Meli...

- si... Si puedes

De un jalón mi blusa ya estaba en el suelo y mis senos solo eran cubiertos por la tela del sostén. Su mirada se volvió sombria, sus ojos no dejaban de detallar cada uno de mis senos y los veía como si fuera lo mejor del mundo. No diré que estoy mal en cuerpo pero se que hay mejores.

Volvió a atacar mis labios mientras sus manos desabotonoban mi pantalón para sacarlos de un jalón y dejarme en ropa interior. Obvio que yo no me iba a quedar atrás. Le saque la camisa y empecé a pasar mis manos por todo su abdomen tratando de memorizar la textura y el calor de su piel.

- un gusto... Soy personalidad 6

Me quedé pasmada viendo cómo Jackson me veía más serio de lo habitual. Se que quede pálida y hasta la calentura se me bajo. Que bueno eres arruinando los momentos!

- ¿No pudiste aparecer en un mejor momento? -ironice enojada

- ¿De que hablas?

- que me bajaste la calentura y ahora me vas a matar! Genial

- créeme, lo menos que quiero es matarte... Aunque solo de cansancio-se acercó a mí oreja- pero no por correr

Me lamio el lóbulo de mi oreja haciendo que suelte un jadeo y me aferre a sus brazos. Obvio que quiero morir del cansancio. El no tardó en quitarme toda la ropa hasta dejarme desnuda, se puso sobre sus rodillas y me vio por completo hasta detenerse en mis pliegues. Se relamió los labios.

- creo que en estos momentos me voy a volver religioso porque me dieron ganas de rezar

Calor.
Hace mucho calor.
Quiero cruzarme de piernas y apretar pero no puedo con el esta en medio.
Quítese a la verga.

Su dedo índice se acercó a mis labios y los fue delizando por mi cuello hasta llegar a mis pechos, presionó uno de mis pezones para seguir con el camino hasta mi abdomen y llegar a mi monte de venus. Solté un jadeo cuando presionó ese botón sensible que tenía en estos momentos, acarició, pellizco, frotó y manoseo.

Ahogue un gemido cuando sentí una pequeña invasión en mi orificio. Sentí calor, verlo así, parado con sus ojos fijos entre mis piernas, con su mano izquierda masajeando su erección y la otra mano dándome un placer que nunca creí posible tener. Sus ojos chocaron con los mios y me fue imposible no hacer una acción, me recargue en mis codos y le di una sonrisa torcida.

- creo que ya se cómo calmar mis ancias de no matar cariño...

- ¿Cuál es esa calma?

- hacerte gritar... De placer -beso mi seno derecho- ponte en cuatro, ya quiero probarte

Me puse como el pidió y escuche como una tela callo al suelo. Su mano se aferró a mi cintura y de una estocada ya estaba en mi interior. Era grande y grueso, sentía como mi interior se estiraba lo necesario para acostumbrarme pero...

- no me gusta lento, así que no esperes que sea delicado y te diga que voy a esperar a que te acostumbres a mí tamaño. Ten cuidado... Que te voy a desgarrar... Y no solo la garganta.

Un Amor De LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora