capitulo 14

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Melissa

Me quedé estática enfrente de la puerta de lo que se suponía que era mi hogar, ahora lo veo como lo que era en realidad; una prisión. Abrí lentamente la puerta viendo que todo seguía como estaba, Arturo y Jackson ni se molestaron en venir o solo buscaron sus cosas y se fueron sin que les importe.

Si un paso adentro y lo primero que hice fue soltar un grito al ver la cara de Arturo con un enojo. Se levanto de golpe y dio pasos hacia mi pero se quedó quieto cuando vio a un pelirrojo entrar por la puerta y ponerse atrás de mi.

- ¿Ahora traes a tus amantes a la casa? -ironizo enojado

- no es mi amante... Solo vine por mi ropa... -desvie la mirada

- mirame Bambi

- ya no tienen ningún derecho en decirme así... Ahora entendí porque me decías así... No era por tus deseos eróticos era porque me veías como una presa débil y fácil de acabar

- te diste cuenta muy tarde -volvio a tirarse al mueble- pero sabes... Estabas más seguro con nosotros... ¿Ya te dijeron ellos la verdad?

- ¿Que verdad? -voltee a ver a Antonio el cual tenso su mandíbula

- ve por tus cosas... Yo te espero -asenti y fui escaleras arriba pensando si hacia lo correcto en dejar a esos dos solos, uno que era un psicópata y el otro que tenía muchas personalidades la cual estoy segura que una de ellas es asesina.

Tome mi maleta y metí ropa lo más rápido que pude. Una vez la ropa en la maleta me di la vuelta para salir pero una figura se atravesó en mi camino y con su cuerpo cerró la puerta.

Me quedé quieya vie do a Jackson con el cabello mojado y el torso desnudo, en sus manos se veía una capa rosa, era sangre que se estaba quitando. Mire de reojo el baño donde escurría sangre.

- Jackson... Que...

- Meli... ¿Ya te dijeron ellos todo la verdad?

- ¿de que verdad hablan? ¿Que es lo que hiciste? ¿Que fue lo que mataste... O a quien?

- Meli no sabes cómo nos rompiste el corazón... Estamos destrozados

- ¿Yo romperles el corazón? Ustedes me manipulaban y me hacían hacer cosas que no me gustaba, me dejaron a un lado después de ver que ya me tenían doblegada sin saber que lo hacía solo para poder tenerlos felices... Si me tuviera doblegada, si estaría bajo sus pies estaría aquí con ustedes aguantando todo su rechazo

- pero aqui estás, volviste

- por mi ropa para irme lejos de ustedes

- las puertas estarán abiertas para ti Meli, todos en esta vida ya te conocen... Si Arturo, Ana y yo ya te conocíamos... ¿No dudas que ellos igual te conozcan y por eso no te han hecho nada?

- ellos... No lo sé Jackson pero estoy segura que ellos si se preocupan por mi salud mental, si vas a decirme algo que me haga cambiar de opinión y volver aquí donde solo el follan y después se van... Inténtalo, tienes 5 minutos -me senté en la cama

- tu verdadera edad es de 34 años... Estuviste secuestrada pro 2 años junto con esos Cuatrillizos en el mismo lugar donde murió mi hermana gemela...

- deja de mentir

- no es mentira, puedes preguntarles a ellos, pregúntales quién es Marlon y verás si te dicen lo que yo te dije. Ellos te llevan conociendo casi el mismo tiempo que te conozco

- tú y Arturo solo me trataron de volver una psicópata como ustedes para después dejarme tirada en algún lado sin poder salir de mis propio transtorno

- hay cariño -acaricio mi rostro- nosotros solo queremos protegernos, lo quieras creer o no, eres nuestro punto debiel.

Tense mi mandíbula y con suficiente fuerza le di una bofetada. Salí de la habitación y baje las escaleras viendo cómo arturo me seguía con la mirada, me pare junto a Antonio y lo tome de la mano, do un paso hacia la salida cuando Jackson bajo por las escaleras. Me giré para verlos y repase sus facciones... Porque muy en el fondo yo me enamore de ellos con locura

- y pensar que apesar de todo... Se que yo los voy a seguir amando y los perdonaría sin dudar... Si se arrepienten de lo que me hicieron pueden venir conmigo -ambos se quedaron callados. Arturo sonrió de lado y hablo de la manera que más me rompió

- si ya te vas a ir vete, tengo que ir a ver a una amiga

- y creer que te ame con todo mi corazón -solte una lágrimas después de verlo y salir de aquel lugar que llegue a llamar hogar, dejando atrás a las 2 personas que veía como mi familia.

En el camino a la casa de los pelirrojos, Antonio no dijo nada, el caminaba atrás de mi mientras me daba mi espacio para llorar. Tenía el corazón roto. sufrí 6 años, deje que hagan conmigo lo que quieran y todo para tenerlos felices, yo los amaba, renuncié a. Ian vida tranquila y pacífica por ellos... ¿Y ellos como me pagaron?

Con dolor...

Llegamos al pequeño lago y me senté en la orilla, Antonio se quedó a un lado dándome mi espacio. Eso era lo que necesitaba, espacio, estar sola pero se que si le pido que se vaya no se irá. Mire sobre mi hombro y el estaba ahí, viéndome con sus manos en los bolsillos de su pantalón y por primera vez me di cuenta que no traía una chamarra, solo estaba con una camisa polo y ahorita hacia frío.

Me levanté y me acerque a el, toque su brazo estaba frío y sus labios estaban empezando a ponerse morados.

- vamos... Ya estoy mejor

- ¿Segura? Podemos esperar un poco más -acaricio mi mejilla- se nota que aún necesitas desahogarte

- hay me encierro en el baño

- pero aquí nadie puede escucharte si gritas, puedes insultar si eso te hace sentir mejor.

- gracias pero estas helado, no tienes una chamarra y tus labios ya se están poniendo morados -acerque mi mano y con mi pulgar acaricie su labio inferior

El se quedó quieto, con una mano en mi mejilla y la otra la saco para agarrarme de la cintura. Mi mano la pasé por atrás de su nuca y empecé a acariciar su cuello mientras mis dedos se permitían tocar un poco de su espalda.

- mierda Melissa perdón pero ya no puedo aguantarme...

Me agarró de las piernas y estampó sus labios con los mios, mi espalda choco con uno de los árboles y sus manos frías empezaron a recorrer mi abdomen hasta perderse en mi espalda.

Su beso era salvaje pero cálido. Su aliento estaba caliente y podía sentir en mi entrepierna su dureza.

- Antonio... -me separe de el- yo... ¿Vamos a la casa si? Tus hermanos deben estar esperando

- claro...

Me bajo y empecé a caminar, mi corazón estaba acelerado y mis mejillas calientes, el beso me encantó... Sus manos acariciándome... Dios habría sido capas de hacerlo en medio de la nada si el me seguía tocando...

Que bueno que lo detuve a tiempo... No quería que se quedará sin su amiguito por el frío que hace ahorita.

No quiero que me emitan una paleta gracias.

Un Amor De LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora