Melissa
Tenia la garganta seca y las piernas no me paraban de temblar. mis manos dolían por lo fuerte que apretaba las manos para no correrme pero me era imposible cuando las velocidades del vibrador se alternaban de bajo a fuerte y viceversa.
Era tan placentero que lo único que quería era que me follara de una manera que me haga olvidar todo mi dolor. mi soledad se iba de poco en poco y me volvía a sentir amada, sentía que alguien si sentía deseo hacia mi y no era un sentimiento falso. Lo podía saber con ver sus ojos y la manera en que sus manos me recorrían cada rincón del cuerpo. Raúl en verdad me deseaba.
Su pantalón de algodón cayó a un lado de la cama. quise verlo pero me cubrió los ojos con una venda impidiendo la vista que quería tener. eso es injusto. El me esta viendo hasta el alma y yo no puedo verlo en bóxer.
me mordí el labio inferior cuando sentí su mano flotar mi humedad. Uno de sus dedos hizo contacto con mi botón ya sensible. Solté un gemido seguido de una maldición. Su lengua hizo contacto con mis pliegues y mi espalda se arqueo. Un jadeo salio de lo mas profundo de mi garganta. Mis mejillas deben estar rojas por la situación, jamas había sentido esto. jamas creí que alguien sea tan hábil con la lengua.
- Raúl... espera... espera un momento
- no... no quiero
- es que... mierda -un espasmo recorrió mi cuerpo cuando algo empezó a introducirse en mi interior- R-Raúl... que me... ¿Qué me metiste?
- algo que te va a gustar.
Deje que mi cuerpo se relajara y me deje llevar por el placer, mis manos dejaron de apretar la cama, mis dientes dejaron libre mi labio interior y mis piernas se relajaron. Sentí como algo se empezó a mover en mi interior y entendí que era uno de sus dedos.
Un grito salio de mi garganta cuando un segundo dedo se introdujo en mi entrada. Sus embestidas eran fuertes y la manera en que su lengua dilataba mi clítoris me hacia perder la razón. Esta combinación es bestial.
Mis piernas fueron liberadas de aquellas sogas, al fin mi piel podía descansar porque no diré que fue gentil en atarlas. Sus manos se pusieron en mi cadera y me jalo hacia el. Sus piernas quedaron pegadas a las mías y sentía su dureza aún cubierta rosar con mi humedad.
Mi respiración se volvió irregular y mi boca se puso más seca con solo imaginar lo que me haría. Deje de sentir su calor corporal cerca de mi, sus pasos eran muy notorios alrededor de la habitación pero seguía sin poder verlo. Volvió a la cama y sus manos las puso en mis rodillas.
- abre las piernas para mí Melissa
Mis piernas se abrieron por si solas dejando que me vea expuesta para el. Por fin sentí su dureza en mi entrada, una de sus manos me agarró el cuello y de una embestida se hundió en mi. Sus perforaciones se sentían tan bien. Solté un quejido porque... me atrevo a decir que esta un poco muy cariñosito su tamaño.
Y como era de esperarse no dejo que me acostumbrara a su tamaño. Sus embestidas fueron duras y rápidas desde el primer instante. La manera en la que se movía me hacía sentir tan bien y cómoda. Sus manos me apretaron de la cadera y la levantaron para que su dureza llegue a lo más profundo de mi interior.
- mierda... Muy profundo!!
- Meli... Mierda estás tan apretada...
Sus embestidas se volvieron más fuertes y después de que me corrí sentí como mi cadera tocó el colchón otra vez, mis piernas se elevaron. Acomodó mis pies en sus hombros y volvió a mover sus caderas. Mierda como amo está pose.
Me sujeto de las piernas para impedir que mi humedad de alejara de su dureza. Mi interior ardía. No había momento en el que podía tomar aire. Sentí como me penetraba cada vez más profundo cuando entraba en mi.
El de plano es de sangre.
Me corrí por segunda vez. Raúl salió de mi interior y mi interior empezó a acostumbrarse en no tener nada adentro. Mis muñecas fueron liberadas pero cuando trate de quitarme la venda me sujeto de las manos.
- ponte boca abajo Meli... Quiero jugar un poco
Me puse boca abajo y Raúl agarro mis manos, las paso pro encima de mi cadera y me las esposo en mi espalda, me sujeto de la cadera obligándome a tener mi trasero elevado.
Una nalgada.
Dos nalgadas.
Una lamida.
Muchos gemidos.- ¿Eres virgen?
- ¿De donde?
- pues del único lugar donde no te la he metido -bufo
- que amargado. No, no lo soy
- amargado... Tu que sabes cómo arruinar un momento caliente.
Iba a insultarle pero algo frío y duro se metió en mi culo. Solté un quejido y me mordí el labio inferior. Solté una maldición y trate de moverme pero mis manos seguían esposadas.
Esto será una larga noche...
**
Mi dolía todo el cuerpo. Me sentía sucia y pegajosa.
Abrí los ojos y vi que seguía en la habitación roja. Mire el reloj que estaba a un lado y era la 1 de la tarde. Raúl seguia dormido a mi lado, ¿pues a que hora terminamos anoche? Me levanté de la cama me un dolor punzante apareció en mi espalda baja.
Escuche una risita atrás de mi así que mire sobre mi hombro, Raúl estaba con sus manos atrás de ella cabeza y una sonrisa torcida empezó a aparecer en sus labios.
- no podrás salir de aquí sin ayuda de alguien
- si te tomaste muy en serio eso de no ser gentil... Me duele todo el puto cuerpo -me sobe una pierna. Mire las marcas de mis piernas y mis ojos se abrieron de par en par- Raúl!!!
- ¿Si dime? -me dio una sonrisa inocente
- ¿que es esto? -señale mi pierna
- ¿Tu pierna?
- no trates de ser chistoso! Estoy llena de marcas Raúl, si hubiera querido que esto sea un secreto con estas marcas no podrá serlo
- créeme... Todos en la casa escucharon como le pedías más al pequeño Raúl! -sonrio
- de pequeño no tienes nada pero de idiota si!
- hay gracias -sonrio pero después se puso serio- ¡¿Idiota?! Pues este idiota te va a hacer gritar!!!
Se levantó de la cama y me jalo de los tobillos, abrió mis piernas y me embistio. Solté una maldición cuando sentí como su perforación hacia su excelente trabajo.
- ¿Soy un idiota?
- un idiota... Muy bien dotado... Pero si... Sigues siendo un idiota
- ya veremos, haré que grites "idiota Raúl dame más" y cuando te folles a mis hermanos solo pensarás en mi... Querida meli... No podrás encontrar a alguien mejor que yo... Fuimos creados para estar juntos y destruir al mundo en el camino.
ESTÁS LEYENDO
Un Amor De Locos
RandomUn paciente nuevo... Sentimientos desconocidos... Un pasado saliendo a la luz... Dos personas (o mas) en mi corazón... Nadie dijo que estar trabajando en un hospital psiquiátrico sería seguro, en cualquier momento uno de los pacientes puede atacarte...