Estaba sentada en el sofá de la sala mientras uno de los cuatro curaba mis rodillas. No había sentido el dolor hasta ahorita que estaban limpiando las heridas. El perforado estaba a mi lado derecho, el del lago enfrente de mi y el que me consoló al otro lado de mi.
- ¿podrían decirme sus nombres?
- yo soy lisandro -dijo el perforado- el es Raúl -señalo al que estaba a mi otro lado- el Antonio- señaló al que me me estaba curando las heridas
- y yo soy Gabriel -sonrio el del lago- ¿Cuál es tu nombre?
- Melissa...
- ¿que pasó? ¿Porque veniste aquí? -me pregunto Raúl.
- mis esposos... Se fueron... -les emoece a contar toda mi historia. Ellos me escucharon atentamente y cada vez que mis ojos se llenaban de lágrimas solo me abrazaban o me daban una sonrisa de lastima.
Fueron buenos escuchando, no dijeron nada porque eso no iba a servir. Cuando vi la hora ya eran pasadas las 10 de la noche, sabía que no iba a recibir ninguna llamada para saber dónde estaba porque ninguno de los dos iba a ir hoy a la casa.
Mis ojos estaban en el piso, mis manos no dejaban de moverse encima de mis muslos. Mis lágrimas se deslizaban por mis mejillas en un silencio que parecía que estaba muerta en vida.
Levanté la cara encontrandome con Gabriel. Tenía esa expresión de querer decir algo, lo sabía, estudie todo tipo de expresiones en la facultad. Esa expresión era de temor
- ¿Que quieres decir? -gabriel me miró sorprendido para después morderse el labio
- es que... Nosotros estamos aquí por una sola razón
- ¿Y esa razón es? -lo alente
- nos escapamos de un hospital psiquiátrico -respondio Antonio- de la sección roja para ser exactos
- ¿son asesinos? Ya lo sabía -respondi sin mas- en este poco tiempo los estudie, tu eres un psicopata-señale a gabriel- tu tienes tus ataques de ser un suicida y homicida -señale a raul- tu tienes transtorno de personalidad nultiple, en solo dos horas vi 3 personalidades distintas, el que es responsable, el que se preocupa y al que le da igual todo- señale a Antonio- y tú... No sientes, tienes el transtorno de alexitimia pero te obligas a parecer normal aunque esa felicidad no llegue a tus ojos- señale a Lisandro
- ¿Como sabes todo eso? -respondio serio Lisandro
- fácil, fui doctora en un hospital psiquiátrico por 2 años, estudie la carrera por 3 años, estuve estudiando las expresiones y acciones corporales -suspire- mis dos esposos eran mis pacientes... Nos enamoramos y me decidí escapar con ellos...
- así que eres una linda y sexy doctora... -gabriel sonrio de lado
- ya no soy una doctora... Llevo 6 años sin trabajar
- vaya... Debe ser excitante para tus esposos acostarse con al que una vez fue su doctora -dijo Antonio con vurla- pero tú mayor error fue venir aquí... Estás con unos de la sección roja y tú más que nadie sabe lo que significa
- si lo se... Que tienen sed de sangre -dije seria- y no me importa si muero... Estuve mucho tiempo sola... Ayer solo me cogieron y ahora están como si yo no existiera... ¿Saben lo feo que es eso?
Mire hacia el techo tratando de que las ganas de llorar desapareciera, yo sé que ellos no me harán nada, si quisieran desde el primer momento de que estuve adentro de esta casa yo ya no estaría viva... Jamás le quites el juguete a un niño, en estos momentos ellos me ven como un juguete
- no me harán nada -asegure
- ¿cómo estás tan segura doc?
- Raúl... Nunca escuchaste el dicho de “nunca le quites el juguete a un niño”? En estos momentos ustedes me ven como un juguete y hasta que se aburran de mi... No me harán nada
- tienes razón -me tomo del cuello Lisandro- pero no todos te vemos así... Algunos te quieren matar y jugar con tu sangre
- tu lo que quieres es follarme... Si no... No estarías duro desde que empecé a decir sus transtornos
- vaya... Doc... Tu si sabes cómo calentar a alguien -sonrio de lado
- Lisandro... Tu si sabes cómo meter miedo e inseguridades -sonrei de lado- pero tú falta de sentimientos nubla tu juicio
Uno de los cuatro iba a hablar cuando mi móvil sonó, Gabriel lo tomo de entre mi chaqueta y leyó la pantalla, una sonrisa se dibujo en sus labios y contesto la llamada.
- ¿bueno? -dijo después de un rato- oh... Tu eres el famoso Arturo... -mis ojos se abrieron de golpe y quise decir algo cuando Lisandro tapo mi boca, Raúl me tomo de las manos y Antonio de los pies para impedir que el mueva- ella ahorita estaba ocupada... Si gusta dejar algún mensaje con gusto se lo haré llegar... Tranquilo... Esta en muy buenas manos... 4 pares de manos para ser exactos
Gabriel se quedó callado por un momento hasta que sus ojos calleron en los de Antonio que me sostenía de las piernas. Pareció que solo con los ojos se dijeran mil y un cosas, Antonio abrió mis piernas y sentí como su dedo se adentraba a mi interior, solté un grito de sorpresa. Lisandro quitó su mano de mi boca cuando el teléfono estuvo cerca de mi, Antonio empezó a mover sus dedos y yo trate de no hacer nada, de no emitir ningún sonido.
Unas manos empezaron a masajear mis senos y vi a Raúl tocándome por encima de la blusa, me mordí el labio inferior y cuando sentí esa oleada de placer fue imposible resistirlo
- mierda... Para....
Gabriel volvió a llevar el móvil a su oreja, Lisandro volvió a cubrir mi boca pero Antonio seguía jugando en mi interior mientras mis ojos se llanaban de lágrimas. Raúl dejo de tocarme y trato de alejar a Antonio de mi.
Mis ojos fueron a Gabriel el cual dijo donde me encontraba
- atrás del lago, sigue todo el camino y verás una cabaña de tres pisos, hay asuntos que atender...
El teléfono cayó a un lado de mi y solo vi como agarro a Antonio del cabello y le dio un puñetazo en la cara.
- solo era para que el esposo lo escuchará, tenías que haber parado cuando Raúl y lo dijo
- fue imposible... Cuando sientas lo apretara y húmeda que quedao entenderás
- no porque si ella no quiere no haremos nada! Prepárense, haremos que el querido esposo sienta el miedo de casi perder a su esposa... Tranquila... Haremos que el vuelva a quererte como hace unos años
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Un Amor De Locos
RandomUn paciente nuevo... Sentimientos desconocidos... Un pasado saliendo a la luz... Dos personas (o mas) en mi corazón... Nadie dijo que estar trabajando en un hospital psiquiátrico sería seguro, en cualquier momento uno de los pacientes puede atacarte...