16. La soledad bajo las estrellas

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Victoria aceptó mi petición sin hacer más preguntas, simplemente tomó su teléfono, hizo un par de llamadas frente a mí, y unos minutos después me dijo que estaría listo.

—Primero buscarán alguna razón legal para detenerlo, como dijiste: evasión de impuestos, pasarse un alto, quizás incluso alguna multa sin pagar, pero si no encuentran nada van a plantar drogas en su oficina, ¿estás de acuerdo con eso?

—Sí, está perfecto. Gracias.

—Es lo mínimo que puedo hacer comparado con lo que tú has hecho por mí, y ni siquiera voy a preguntar porque quieres preso a tu hermano; ¿Listo para ir al desfile y ser una pareja encantadora?

—Los más encantadores de todos, somos la pareja real favorita, incluso gustamos más que Harry y Meghan.

Victoria soltó una risita, ya característica de ella cuando estaba cerca de mí y me tomó del hombro, listos para irnos al desfile.

Me preguntaba cuales serían las consecuencias de lo que le había pedido, como estaría mi familia ahora mismo y si presintieran lo que estaba por suceder.

La navidad en Dagraophem era casi mágica, todas las calles estaban llenas de nieve y personas con atuendos alusivos a la fecha, había tantos niños disfrazados de blanco que cada que se acercaba uno nuevo sentía que ya lo habíamos saludado. Incluso había vehículos adornados y renos reales que jalaban trineos.

—¿Por qué no tienen ningún Santa Claus?

—¿Qué es un Santa Claus? — observé a Victoria solo para confirmar que no bromeaba.

—Es una ridícula tradición americana— respondió el rey, gruñendo. Nos había acompañado, aunque el iría en un trineo distinto al nuestro.

—Es un ser mágico que en navidad lleva regalos a todos los niños que se portan bien, es literal la razón por la que existe la navidad, ¿sus niños no reciben regalos?

—Claro que sí, pero los entregan Nezaket y Sukran.

—¿Neza que?

Victoria sonrió ante mi confusión, le extendí la mano para ayudarle a subir a nuestro trineo, me acomodé a su lado, antes de comenzar el desfile comenzó a contarme una historia.

—Nezakret representa la bondad y Sukran la gratitud, la leyenda dice que Sukran era un Conde muy codicioso, un día enfermó gravemente, ningún doctor sabía por qué no mejoraba, ni lograban adivinar a que se debía su dolor ni su suplicio, estaba completamente perdido cuando se le apareció un hada, específicamente el hada del invierno llamada Nezaret, le avisó que se le había otorgado una maldición, su corazón se estaba congelando y la única manera de detener la maldición era haciendo un acto de bondad, algo que reparara todo los años en los que había sido egoísta. Sukran sintió rechazo ante la idea, pero en su desesperación le rogó a Nezaret ayuda para salvarse.

—¿Y ella aceptó? — Pregunté, totalmente sumergido en la historia.

—Sí, claro. Juntos comenzaron a preparar una sorpresa para cada niño de Dagraophem, algo que desearan con todo su corazón, trabajaron juntos por meses, y cada vez Sukran se sentía mas débil, al final lo lograron, la noche de navidad cada niño recibió algo que los hizo felices pero ya era demasiado tarde para el corazón de Sukran, pues al entregar el ultimo regalo, este murió.

—¿¡QUÉ!? ¿Cómo que murió?

Victoria se burló de mí indignación y puso una mano en mi rodilla.

—Sí, pero Nezaret se había enamorado de él, así que reunió todo el poder que tenía, le pidió ayuda a otras hadas y lograron descongelar su corazón, le dieron el regalo de la inmortalidad, y ambos se dedicaron a dar regalos a los niños cada noche de navidad.

Cuando la corona se rompeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora