31. Decepción

163 20 0
                                    

—Creí que era solo un matrimonio para obtener el dinero, ¿qué haces trayéndola a Londres?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Creí que era solo un matrimonio para obtener el dinero, ¿qué haces trayéndola a Londres?

Escuché el reclamo por medio del teléfono, suspiré frustrado, por eso no había contestado hasta este momento, observé por la puerta de cristal de la habitación como Victoria seguía dormida.

—Las cosas cambiaron. Quiero decirle la verdad.

—No puedes hacerme esto.

—Confio en ella. Y la amo.

—¿Por eso me abandonaste? — Sentí un golpe en el pecho, me dolía escucharla así.

—No te abandoné, fui por una mejor oportunidad para ti, para mí, para nosotros.

—Eres un mentiroso, la oportunidad fue para ti, no para mí, yo sigo aquí encerrada. Prometiste que vendrías cada mes, y me llamarías cada noche. No me has visitado desde diciembre, sabía que terminarías abandonándome.

—Hoy por la tarde iré— prometí—. Jamás te abandonaría, te lo juro.

Colgó la llamada y guardé el teléfono frustrado. Ese era el fin, no podía seguir ocultándolo. Hoy tendría que decirle todo a Victoria, y una vez que lo hiciera, no habría vuelta atrás.

—¿Joseph? —Me llamó desde la cama y yo entré a la habitación intentando de disimular mi estrés y frustración lo mejor que podía.

—Buenos días, cielo— la besé— ¿Cómo te sientes?

—Me duele la cabeza— se quejó—, y tengo sed.

—Toma — le ofrecí la aspirina y el vaso de agua que mandé pedir— te hará sentir mejor, ya estuve investigando y no tiene efectos contraproducentes con tus medicamentos.

—Gracias— sonreí, viéndola—, me voy a dar un baño, ¿Cuál es el plan de hoy?

—Bueno...— me recosté—, le dijimos a Lara que iríamos a desayunar y quería visitar a Dante, pero no sé si te gustaría acompañarme.

Esa confesión hizo que abriera los ojos de golpe, despierta por completo, me observó con cautela.

—¿Estás seguro de que quieres compartir eso conmigo? Para mí sería un honor.

—Claro que sí, además le caerás bien a sus padres, son muy buenas personas.

👑 👑 👑

El desayuno con Lara había sido divertido, molesté mucho a Victoria que parecía tener muy poca paciencia por la resaca que la atormentaba, pero igual cuidé de ella y disfrutó de la comida que nos habían ofrecido y seguía siendo mi favorita. Sí, podrían cocinar delicioso en Dagraophem, pero no había nada que se comparará al sazón de Lara; ahora que habíamos desayunado, Victoria dio la orden de que lo guardias podían descansar, y el único que nos acompañaría sería Félix, cambiamos de auto poro uno rentado para poder pasar desapercibidos.

Cuando la corona se rompeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora