Baekhyun siempre quiso casarse por amor, pero pertenecer a la clase alta implicará que deba unirse con alguien a quien no ama, y las circunstancias provocarán incluso una creciente antipatía entre los recién casados.
La barrera entre el odio y el am...
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—¡Jefe, la policía!
Sehun estaba en la terraza, tomando un vaso de whisky mientras leía un libro. Normalmente le irritaba que sus subordinados le interrumpieran, y más si llegaban haciendo tal escándalo.
No obstante, al ver a uno de sus chicos alterado por la presencia de las autoridades, cerró su libro y se levantó de inmediato, mas sin perder la calma.
—¿Qué?... —Dijo y se asomó discretamente. En efecto, había un par de patrullas frente a la propiedad. Algunos oficiales de policía llamaban a la puerta principal. —¿Qué hacen ellos aquí?
—Lo buscan a usted. Amenazan con usar la fuerza si no sale.
—Maldición... ¿cómo supieron que yo estaba aquí?
—Alguien debió delatarnos, señor.
—Quien haya sido lo pagará...
—¿Qué hacemos?
—La puerta trasera.
—Hay patrullas ahí también. Tienen rodeada la casa.
—Entonces saldremos por el túnel. —Resolvió. —Dense prisa.
Unos minutos después, los policías habían forzado la cerradura, pero de mada sirvió puesto que, cuando entraron, el lugar estaba vacío.
Mientrss tanto, Sehun y sus hombres caminaban por un túnel subterráneo, cuya salida se ubicaba a varios kilometros de aquel sitio. Una lujosa camioneta ya los esperaba, alertada por una llamada de emergencia.
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Baekhyun veía a su esposo subir al automóvil con Kyungsoo. El médico finalmente había dado el alta, por lo que el muchacho bajito insistió en volver a su casa.
El doncel le despidió con un ademán gentil. En el tiempo que habían convivido, confirmó que no era tan desagradable como creía y que no tenía un interés amoroso en Chanyeol. De modo que, si bien, no eran amigos, Kyungsoo empezaba a agradarle.
Mientras el vehículo se alejaba, el teléfono de Baek comenzó a sonar en su bolsillo. Su corazón dio un vuelco al darse cuenta de que era Sehun.
Por primera vez, se sintió nervioso de responder. Hacía un par de días desde que le habían mostrado la grabación en la estación de policía, y había tratado de contactar a Sehun desde entonces, pero éste no contestaba sus llamadas.
