Baekhyun siempre quiso casarse por amor, pero pertenecer a la clase alta implicará que deba unirse con alguien a quien no ama, y las circunstancias provocarán incluso una creciente antipatía entre los recién casados.
La barrera entre el odio y el am...
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Los rumores pronto empezaron a correr. En menos de dos días, ya era un secreto a voces el hecho de que Baekhyun se había ido de la Mansión Park, aunque el motivo era desconocido para todos.
Chanyeol se sentía aun más irritado al sentir las miradas curiosas de todos, en cualquier lugar al que fuera, sobretodo en la compañía.
Aunque la mayoría de sus empleados evitaban inmiscuirse en la situación, había algunos entrometidos que incluso se atrevieron a preguntarle.
Sin embargo, Chanyeol no respondía, ni daba explicación alguna.
Para evitar conversaciones incómodas procuraba permanecer en su oficina el mayor tiempo posible, aprovechando ese tiempo para resolver los asuntos pendientes de la empresa.
Sentado detrás del lujoso escritorio, mantuvo la mirada en los papeles que hojeaba mientras alguien llamaba a la puerta.
-Pase. -Autorizó, no muy convencido, hasta que la puerta se abrió, dando paso a Kris.
-Hey, ¿qué tal todo? ¿Mucho trabajo? -Cuestionó le chino, entrando a la oficina y tomándose la libertad de sentarse en el otro lugar frente al escritorio.
-Algo. -Respondió el CEO, con simpleza. -¿Qué pasa? -Cuestionó, dándose cuenta de que su amigo intentaba retrasar la plática principal.
-¿Recuerdas que me pediste investigar sobre el propietario del departamento? -Cuestionó, sin querer llegar al grano.
-Por favor, deja de darle vueltas, Kris. -Pidió. -¿Descubriste algo? -Interrogó, de forma directa. El chino asintió, muy despacio. Chanyeol apartó los documentos que tenía enfrente, dando toda su atención a su amigo. -¿Y bien? -Le apresuró, ansioso por escuchar.
-El lugar está a nombre de Satoru Hanako.
-¿Satoru Hanako?
La sorpresa de Chanyeol al escuchar aquel nombre fue mayor de lo que había pensado. Se trataba de una de las empresarias japonesas más reconocidas en el continente. Una mujer joven y muy bella, sin duda. Debía su prestigio al renombre de su lujosa cadena de hoteles.
-No es lo que esperaba... -Admitió. -¿La propiedad pertenece a ella? -Quiso corroborar.
-Según los documentos del inmueble, sí. -Confirmó el chino.
Si bien, la mujer era realmente hermosa, era imposible que fuese ella con quien Baekhyun le había montado los cachos, puesto que había dejado en claro que su amante era un hombre.
-Tal vez es otra persona quién vive ahí. ¿Está alquilado?
-Por si acaso, dejé a alguien vigilando en el departamento. -Mencionó, al ver la confusión de Chanyeol. -Baekhyun se está quedando ahí, pero es el único que entra y sale. Si alguien más vive en ese sitio, es una persona muy precavida.
