Baekhyun siempre quiso casarse por amor, pero pertenecer a la clase alta implicará que deba unirse con alguien a quien no ama, y las circunstancias provocarán incluso una creciente antipatía entre los recién casados.
La barrera entre el odio y el am...
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Sehun salió de la habitación, seguido por la mirada fija de Chanyeol, con la sangre empezando a hervir. Sentía una enorme desconfianza hacia el pelinegro, y se inquietaba mucho con su presencia.
Y es que no sólo le preocupaba que una persona sospechosa de negocios ilícitos estuviese cerca de su esposo, sino que los celos hacían que su estómago se retorciera.
Odiaba que Baekhyun dejara que sus amigos fuesen tan cariñosos con él.
—Baekhyun, sabes que suelo contenerme de decirte cuando algo me molesta. —Empezó a decir, llamando la atención de su esposo, que estaba evitando su mirada, con nerviosismo e incomodidad. —Pero tengo que repetirte que no me gusta tu amistad con Oh Sehun. —Espetó. —Y no soy el único, a tus padres tampoco les agrada que esté aquí.
—¿No puedes buscar un mejor momento para reclamarme?
—Nunca es un buen momento, te vas a enojar igual si te lo digo ahora o después. —Replicó. —Y no estoy reclamándote, ni intento prohibirte nada. —Aclaró. —Sólo quiero que seas consciente de que no me siento tranquilo con la idea de que Sehun esté aquí.
—¿No te parece que tu odio hacia él es injustificado?
—En primer lugar, no lo odio. Simplemente no me agrada. —Explicó. —No suelo prejuzgar a la gente, pero Sehun no me genera confianza. No tengo una razón, pero tampoco la necesito.
Baekhyun suspiró con pesadez; sabía que si seguían hablando iban a acabar en una discusión, y eso era lo último que quería en ese momento. —Porfavor, hablemos de esto después. No quiero pelear contigo. —Concluyó, antes de mirar de nuevo hacia abajo. Estaba cansado, pero sabía que la presión en su pecho no le permitiría dormir.
Chanyeol le miró, intentando adivinar lo que pasaba por su cabeza. Al ver el agotamiento de sus ojos, terminó por ceder. —Está bien, pero definitivamente hablaremos de esto después. —Añadió, con determinación. —¿Cómo te sientes?
Baekhyun negó mientras alzaba un poco los hombros, a modo de respuesta. —No lo sé... —Dijo, con simpleza.
No sabía cómo se sentía, solo sabía que estaba muy confundido. Su pecho dolía, más que cualquier otra parte de su cuerpo.
¿Por qué se sentía triste si él mismo había planeado no tener a su bebé? ¿Se habría sentido igual si lo hubiese abortado?
Junto a su tristeza, le atosigaba todavía la culpa por habérselo ocultado a Chanyeol. Empezaba a creer que había sido muy injusto con él al no decírselo.
Al igual que hacía apenas unos minutos, pesadas lágrimas comenzaron a brotar, involuntariamente, de sus ojos.
Probablemente era a causa de su reciente sentimentalismo, quizá provocado por el desorden hormonal por el que atravesaba, pero quería disculparse con su esposo. Sentía que, al menos, eso le debía.
