Baekhyun siempre quiso casarse por amor, pero pertenecer a la clase alta implicará que deba unirse con alguien a quien no ama, y las circunstancias provocarán incluso una creciente antipatía entre los recién casados.
La barrera entre el odio y el am...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chanyeol recordaba con precisión el momento en que había conocido a su mejor amigo.
Fue en el jardín de infantes cuando, a mitad de año, Kyungsoo fue transferido. Al llegar al salón, la maestra lo presentó al grupo y le hizo sentarse con Chanyeol, puesto que era el único lugar que quedaba libre.
Ninguno de los dos tuvo una buena impresión del otro.
Ante los ojos de Chanyeol, aquel niño le parecía extraño. Tenía unos redondos y grandes ojos, adorables, pero era muy callado y tranquilo y, a pesar de ser uno de los más chiquitos, su aura era atemorizante.
Por otro lado, a Kyungsoo le pareció que su nuevo compañero era demasiado fastidioso. Era inquieto, hiperactivo y no paraba de hablar.
Sus personalidades eran muy diferentes, pero se llevaban bien y, sin darse cuenta, se complementaban. Hacían una buena combinación.
Cuando sus familias se asociaron para un proyecto de negocios, los niños se volvieron más cercanos, puesto que empezaron a verse con mayor frecuencia fuera de la escuela, y rápidamente floreció una buena amistad entre ellos.
Se volvieron mejores amigos. Con el tiempo llegaron a conocerse tanto, que con sólo mirarse podían saber lo que el otro pensaba o sentía. Tenían una conexión especial. Única.
Se tenían un amor sincero, desinteresado y leal.
Aunque en su juventud comprobaron que no se trataba precisamente de un amor romántico, ambos estaban seguros de que, sin pensarlo, podrían dar la vida el uno por el otro.
Muchas cosas habían vivido juntos, y una pelea callejera no podía quedar fuera de la lista.
Aquella vivencia le recordó a Chanyeol cuando, en la universidad, se pelearon con unos muchachos que acosaban a Kyungsoo.
Pero había muchas diferencias en esta ocasión. La más notoria era la clase de hombres con quienes se reñían. Esta vez no se trataba de simples jóvenes alborotadores, sino de delincuentes reales.
Chanyeol estaba tan concentrado atacando a su oponente, que no puso atención en las manos de éste, por lo que no se percató de la navaja, ni previó el siguiente movimiento del hombre.
Pero Kyungsoo sí se dio cuenta.
-¡Chanyeol, cuidado! -Gritó y corrió, ignorando a su propio contrincante. Sostuvo oportunamente la mano que sujetaba el arma, pero en un movimiento ágil, el asaltante se liberó y acabó apuñalando el abdomen de Kyungsoo, con tan buena experiencia que acertó a perforar su estómago.
Enojado por la intromisión del muchacho, el atacante sacó el filo de la navaja y, en un instante, volvió a insertarlo un par de veces más antes de alejarse.
El tiempo pareció detenerse para Chanyeol, cuando vio a su amigo llevarse las manos al área lesionada y doblegarse por el dolor. Su ropa se llenó de sangre al instante. La hemorragia era abundante. Se apresuró a sujetarlo antes de que se dejara caer.
