IV

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No puedo describirlo. Es... es bello. Todo es bello, la tierra, el pasto, los árboles, las aves, el cielo, las nubes. Para cualquier otro ser esto debe ser más que cotidiano e irrelevante, pero no por eso pierde su belleza. Aún así, mi contemplación no es del todo voluntaria. Mi amo aún duerme, la fusión agotó sus energías. Me pregunto cuanto soportó el amo del viento. Una técnica de ese nivel debió tener un precio fatal. ¿Qué relación tenía ese joven con mi amo? Por fortuna mis escamas y las ramas de estos arboles amortiguaron su caída, sin embargo, no puedo dejar de pensar en la letalidad de nuestros enemigos. Hay mucho por hablar, por ahora, solo me queda esperar. 

Erasus DrakoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora