— Respecto a los decretos que aún son una amenaza, tenemos a Cedric y su espada Stilleto, esa arma envenenada es mortal, un solo roce y cualquiera podría morir — declaró Ryu preocupado.
— Zaín fue el segundo que conocimos — continuó Paris —, su katana absorbe la energía, es como pelear contra el tiempo antes de agotarse.
*****
— El dragón Rojo posee el poder del fuego — recordó un decreto.
— No solo eso — interrumpió otro —, su gema tiene el poder de otorgarle una fuerza extraordinaria.
— ¿Cómo es eso?
— Tal como lo oyes, su gema le otorga una fuerza física sin comparación. Tal como el fuego cuando lo destruye todo.
*****
— Tenemos a Daleto, peleamos con él en el bosque, pero no recuerdo nada particular — Reconoció Eiron.
— Todos los decretos son peligrosos — reconoció Silver —, el decreto de la lanza pudo regresar mi magia contra mí, creo, era Divau.
*****
— El dragón de la tierra es débil — señaló un decreto.
— No estaría tan seguro de ello — reconoció uno —, su gema puede regenerar cualquier herida en cuestión de segundos, esa cualidad de la tierra puede ser un gran problema.
— Y, por si fuera poco, puede volar.
*****
— Hay un decreto que toca el arpa — señaló Roger — no estoy seguro de que pueda hacer.
— Su música atormenta a quien la escuche — recordó Estruendo con amargura.
— Deja a uno inmóvil mientras el cuerpo se paraliza con dolor — añadió Paris.
— Esta el demonio Sairus, capaz de tomar el cuerpo de cualquiera que lo hiera — recordó Ryu.
*****
— El dragón del viento nos fue realmente útil — se burló un decreto.
— Aunque ya no está más con nosotros, no dio tiempo suficiente para estudiarlo y comprobar su fuerza.
— Es de los más fuertes, pero nunca pudimos comprobar el poder de su gema — consideró uno.
*****
— Uno de los decretos, Shin, posee un arma que le da una velocidad incomparable — advirtió Paris mirando el fondo de su vaso.
— Un decreto de un hacha maldita atacó Tixe, muchos murieron aquel día – Aura miró sus manos blancas, apoyadas sobre su falda.
— Epsilion — recordó incómodo Norte.
*****
— El dragón del trueno nos dio muchos problemas.
— ¿Qué no estaba muerto?
— Uno nuevo surgió, al parecer solo necesitan la gema para levantarse de nuevo.
*****
— ¿Exilio, estás prestando atención? — se molestó Grecíl al ver a su hermano comer sin prestarle atención a las palabras que se hablaban.
— ¿Para qué? Solo estoy oyendo como me pueden matar y con qué arma, y eso me tiene sin el más mínimo...
Grecíl sujetó a Exilio por el cuello callándole.
— Mira, inútil, solo porque Estruendo no tuvo más remedio que pactar contigo, no quiere decir que puedes tomarte esto a la ligera.
— Van a empezar — suspiró Lagasse.
— ¿Juegan algo entre ellos? — preguntó sonriente Galas.
— No teníamos más opciones — se sinceró Estruendo separando al par —. Lo hecho, hecho está.
— ¿Y no puedes pactar con ella también? — preguntó Eiron.
— Solo podemos pactar con una persona a la vez — explicó Fulgore.
— Eso nos ayuda a repartir el desgaste de energía — añadió Norte.
*****
Ark y Bravo caminaban al lado de Shatten, el dialogo que había tenido con el señor de los decretos lo había dejado en la más profunda de las reflexiones. Sin esperarlo, el terreno alrededor comenzó a volverse escabroso y delante de ellos, Shatten se detuvo.
— Esto es por lo que lucho, la razón de la búsqueda de las gemas — el hombre mostró, delante de ellos, el muro sellado.
Ark y Bravo comprendieron las razones de Shatten, aquel muro aún tenía varios destellos elementales en él.
— Esta es mi historia, Ark. Ahora conoces mis razones, mis metas y anhelos, así que tomad — Shatten dio a Ark dos esferas de niebla —. Estas esferas te llevaran a cualquier lugar que desees, siempre que lo hayas visitado primero. Usa una para poner a resguardo a tu padre, con la otra la dejo a tu elección — Shatten sonrió a Ark —. Has sido un invitado muy asertivo, alguien como tu podría hacer mucho bien a mi causa.
— Señor — habló Ark sin dejar de mirar las esferas —, agradezco la atención que tuvo para mi padre y para mí, pero, si he de ser honesto — su voz reflejaba preocupación —, además de mi familia, me preocupan mis amigos.
Shatten recuperó su seriedad y miró un segundo al suelo.
— Prometo que, si ustedes no impiden que alcance mi meta, sus vidas, e incluso, la vida de sus seres amados, será preservada.
— ¿Y si ellos se oponen? ¿Si no logro convencerlos?
— Ya sabes la respuesta.
Shatten extendió su mano a Ark, este la tomó y para su sorpresa, el señor de los decretos le abrazó con sinceridad, tras unos momentos, Shatten se separó de Ark, tomándolo por los hombros.
— Ve con tu padre, piensa en el lugar donde desees estar y arroja la esfera al suelo, lo demás actuará solo.
Ark sin decir nada más, inclinó la cabeza sin dejar de ver al señor de los decretos y partió del lugar junto con Bravo.
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Erasus Drakone
FantasiaCuando obtenemos lo que más deseamos ¿crecemos? ¿cambiamos? ¿mejoramos? ¿nos volvemos avariciosos? ¿morimos en paz? El reino entero se encamina a su destrucción, la sociedad busca lo suyo y cada uno busca su propio bienestar. ¿Para qué salvarlos s...