"Ten piedad, hija mía".

Reinado Inclemente - Capítulo cinco

(La verdadera naturaleza de Moon)

Las huellas de un reinado inmaculado se resistirán al paso del tiempo, cada detalle que amenace contra el deberá ser erradicado. Obras de arte, libros de texto o narrativas deben exaltar los méritos y las gracias de la familia real; aquí no hay lugar para imperfecciones. Todos se rigen por una misma norma: "La perfección es nuestra dedicación ".Cada atisbo de error será extirpado de raíz, sin importar cuán diminuto sea. Cada ciudadano desempeña un papel, cada miembro del hotel sigue la misma directriz, y ningún desliz es tolerado. Aquel que se equivoque será eliminado. Esta es la condición impuesta a todos.Un ejemplo palpable es Harryson.

Como dama de compañía y sirvienta personal, ella se pliega a cada capricho sin titubear, desempeñando sus labores incluso después del incidente que todos pretenden olvidar.

Hecha completamente de tinta, un líquido viscoso que apenas puede adoptar una forma básica para mantenerse en pie. Un cuerpo que no responde a necesidades humanas, mucho menos a las alimenticias, al contrario de su hermana prototipo, Árd.

Hace tiempo que dejó de sentir el dolor verdadero. El calor del fuego y sus llamas la atraen hacia la muerte dolorosa que fue condenada a padecer. El calor de las llamas, esa luz incandescente del tintero, constituye su esencia, todo lo que queda de este cadáver andante con una conciencia ligeramente propia, incapaz de experimentar eso que llaman libre albedrío o libertad, como los antiguos esclavos de la reina anterior. Observa cómo todo arde, formando parte de esas llamas.

Ataques frenéticos de locura los han sumido en el olvido cultural, todo para complacer a la figura que se asemeja a una deidad demoníaca. Sirven en un juego de ajedrez en el que siempre la reina terminará ganando, el de mejor y más pura sangre.A costa de los cuerpos que construyen la muralla que protege a los reyes.Como en las reglas clásicas del ajedrez, nunca debes perder a la reina.

Cuanto más se muevan los peones, cuanto mas les carcoma un pecado, mejor será el motivo. Como simples piezas de madera, esa reina venerada utilizará a todos y cada uno a su disposición para sumergirlos en un río de sangre, pero no tan venenosa como la que fluye por sus propias venas, valiosa como las más preciadas joyas.Harryson es solo una de las muchas variables. Sin valor, solo con el único propósito de servir.