Sabios Consejos - Décimo Capítulo

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(Madeleine, la reformada)

Me pregunto que ha pasado con ella. Mi comodin,hace un buen tiempo no me ha enviado ninguna carta,ningún reporte desde el último accidente.

Le había encomendado ese trabajo en especial,reportar cualquier novedad más sin embargo no hay respuesta. Es esencial para mi trabajo. Un complemento importante. Desde hace un buen tiempo no estoy informada de nada de lo que pasa en el pueblo,si quiera se lo que le pasa a mi hija.

Me siento desconectada,ajena a mi marioneta.

Actúa tan extraño,un comportamiento tan particular que llega a extrañarme demasiado. ¿Acaso estará en esa etapa de madurez y veracidad a la que tanto he temido que llegará? Pensar eso es lo que me aterra últimamente,ese cambio en ella.

—Pequeña,esta bien que ella crezca,el camino de la madurez es complejo,todos hemos pasado por ello— Su confidente,esa dulce anciana reposada en la mecedora.

—¿Qué tal si decide explorar cosas peligrosas? Oh,no lo se,se ahoga en un río por querer aventurarse a lo que desconoce— Esa inquietud recorría su cuerpo,como el de una madre joven preocupada por perder a su pequeña niña,la anciana entendía eso— No sabe nadar,puede ahogarse y...

—Toma un caramelo— Señaló la mesita de centro con un jarrón de cristal,el rostro confundido de la muchacha le hizo soltar una risita— Toma uno, tontita. Necesitas relajarte un poco.

—¿Relajarme?— Pregunto aún más confundía mientras desenvolvía el caramelo de su empaque.

—Toda madre pasa por esto mi niña,esa experiencia la he tenido,tranquila,te comprendo— Tomó un puñado de dulces del jarrón para irlos desenvolviendo uno a uno— Te lo dice alguien que más de 4 hijos ha tenido—Metió las bolsas de dulce dentro de su boca para darles un buen mordisco,sus dientes todavía servían a pesar de su edad.

—No quiero que le suceda algo malo,¿Qué tal si algo malo le pasa?— Saboreé el caramelo,el chocolate con nuez era simplemente exquisito al paladar.

—Querida,es normal que no la quieras dejar ir pero también debe aprender a ser independiente. Cuidarse a sí misma en caso de que algún día no tenga a nadie a quien acudir— Dijo — Todos mis hijos aprendieron de la mano de obra a muy temprana edad, saben como cuidarse,ella también debe aprender.

—No lo sé. Ella es muy joven todavía— Su expresión denotaba horror, tenía miedo de quedarse sola, quedarse atrás.

—A este mundo vinimos a servir,no a ser servidos pequeña. Las experiencias de la vida te hacen alguien sabio pero ¿Sabes que más lo hace? Más sabia es la persona que aplica los consejos dados por quienes ya han pasado por ese largo recorrido de la vida.

—Comprendo— Suspiro para tratar de calmarse,era fácil de alterar respecto a esos temas en concreto— Aplicaré el consejo.

—Eso es Moon,buen trabajo— Acaricio su cabeza hasta despeinar su cabello,era parte de sus muestras de afecto— Sé que quieres ser una buena madre,una buena madre es quien enseña a sus hijos. No quien remueve los obstáculos por ello.

—Señora Cecilia. ¿Cómo usted es tan sabia? Es como una consejera que todo lo sabe.

—Cada marca de tu piel es un recuerdo,cada arruga una experiencia,cada leve mancha un sentimiento. Como ves tengo más de una arruga en esta linda cara,¿Qué más puedo hacer? Si la vida es una experiencia— Hablar con esta mujer le era tan reconfortante,un lugar de paz para la Reina— Todo estará bien,no te preocupes mi terrón de azúcar.

En este punto, había hecho una pausa. Una fuerte migraña me detuvo. Rápidamente me percaté de que la anciana me observaba expectante, analizando mis expresiones ante el dolor.

"Ten piedad, hija mía". Donde viven las historias. Descúbrelo ahora