"Ten piedad, hija mía".

El Karma De Madeleine - Sexto Capítulo

( Karma)

Me siento tan satisfecha aquí. Es tan pacifico y tranquilo,sin preocupaciones ni cargas como las que tengo en mi labor,es tan distinto. Incluso las actividades más simples para ellos,me intrigan y fascinan. El no sentirse atrapada y no consumirse por la histeria. Me parece curioso el saber que puedo hacer ciertas labores por mi misma son necesidad de sirvientes a los cuales acudir,he aprendido de la vida cotidiana de una familia humilde de estabilidad media y no tener a mano las comodidades de antes. Me siento como ama de casa promedio. Aunque bueno,he de admitir que algunas veces es duro,todavía estoy adaptandome a una vida con más asperezas y trabajo. La pequeña Abril me ve como su ejemplo a seguir,sus ojos brillan de anhelo cada vez que me acerco a ella,es una joven soñadora con ambición y grandeza. En lugar de un viaje de trabajo,esto parece más una lección de vida.

Me enseña a ser mejor. A avanzar.

En 4 días ya estaré en casa abrazando a mi niña y bebiendo un té caliente junto a ella. Mi corazón anhela verla. El día de hoy,finalmente voy a hablar en persona con el líder de este lugar y ver que puedo hacer para cuidar de mi reino. Acordamos vernos a las 3. Dante gustoso acepto acompañarme. Es un buen compañero y amante,he de admitir. Faltan 20 minutos para llegar a la estación del tren para llegar al centro del pueblo,me dispuse a platicar con el.

-Disculpa, Dante-El mencionado se giró a verla- ¿Gustas entrar conmigo a la reunión?.

-Reina.No creo que sea posible,con todo el respeto que merece. Soy un periodista,mi dedicación a este trabajo es muy ardua- Bebió un poco del café- El solo hecho de estar presente allí podría perjudicarnos a ambos.

-Ya veo...- Desvío la mirada.

-Aunque,podría esperarla cerca de allí,seguramente me confundiran con un criado- Dijo con un tono más animado.

-Oh,suena esplendido. Realmente no sé por cuánto dure la reunión- Roso sus labios con la cuchara de plata,sentía el sabor y calidez del té con sus labios- Deseo concordar con ese hombre antes de llegar a una nueva conclusión,así mismo poder llegar a mi hogar.

-¿Extraña a su hija?

-Más que a nadie. Últimamente he recibido mensajes muy particulares,ya no están a nombre de mi mano derecha,sino de un incógnito que, constantemente me informa sobre los sucesos que ocurren en mi ausencia. Es tan agonizante no saber que sucede

-¿No sabe de quien se trata? Puede ser algún informante o sirviente- Sugirió- Aunque bien podría ser un bellaco que busque algún tipo de crédito por información falsa.

-No creo eso. Las cosas que dice son legibles y tienen sentido por si mismas,demasiados detalles y pocas descripciones. Que yo sepa,hay muy pocos sirvientes que saben escribir- Repuso la de cabellos oscuros.

Un hombre paso por los pasillos y le sirvió algo de té a la Reina,ella le concedió una sonrisa y un agradecimiento por dicho servicio. El mesero,continuo con su camino a pesar de que el periodista iba a pedir un poco más de café, sólo fue ignorado por aquel dependiente. El moreno chasqueo con la lengua mientras observaba como el otro caminaba por el pasillo del tren atendiendo a más gente.

-Oh,¿Enserió?- Pregunto ofendido - Ni siquiera quería el café, hombre.

-Mmh...- Observo en silencio- Mesero. Venga por favor- El mencionado se acercó a su mesa.

-Dígame,señorita.

-Este hombre le ha pedido café, porfavor, rellene su taza- Hablo con un tono autoritario observándolo fijamente,ambos tragaron saliva.

-Enseguida- Ni corto ni perezoso cumplió con el pedido, al igual que un perro escondía su vergüenza para luego retirarse de la misma forma en la que llegó.