Ovejas - Séptimo Capítulo

3 0 0
                                    

( Moon, la enamorada )

Observaba con detalle el firmamento haciendo y creando formas en mi cabeza, para matar el tiempo. Me encontraba ya en un estado de sobriedad luego de pasar por un desastre emocional que casi desmorona mi psiquis,sin embargo,me encuentro bien.

Tomar un puñado de aire fresco luego de pasar tanto tiempo encerrada en el hotel, hace que el entorno cambie mis pensamientos y el sufrimiento lo reduzca a la nada. Puedo evidenciar muchas cosas, dar pruebas e incluso atestiguar a otros sobrevivientes de la guerra,no conozco ninguno realmente,me encantaría saber como sería una de las miles de personas a las cuales perjudiqué,si estos están vivos todavía o luego terminaron siendo lo que ella es ahora,un reflejo solitario.

Dante y su familia me han recibido muy bien,casi como si fuéramos familia de sangre me tratan de la misma forma con la que tratarían a otros. Es tan distinto aquí.

Este lugar se ve con más vida incluso,la Sonora música que escucho detrás de las paredes,animando a los residentes e incluso a sus vecinos;esta lleno de vida y facultades impresionantes. Gente muy alegre que sigue adelante sin importar su esclavitud y sobreexplotación,es simplemente impresionante para mi. Me recuerda aquel muchacho extranjero,el que mi abuelo amablemente se ofreció en ayudar. Tan amables y cariñosos, gente llena de amor. Tan diferentes a nosotros,tan diferentes a mí.

No sé bien como expresarlo. Ellos se ven tan únicos y reales y al mismo tiempo encuentro similitudes entre mi gente y ellos. La familia de Dante es auténtica,cada quien con una personalidad distinta y al mismo tiempo fascinante,muchos puntos de vista y objetivos por los cuales persiguen sus sueños,tan genuinos e inocentes. A su manera son tan distintos y tan iguales al mismo tiempo. Es un lugar acogedor en el que viven a pesar de vivir en un barrio pobre estándar que les limita muchas cosas,incluso generar ingresos con un trabajo decente.

Pero la calidez de su hogar me calienta el corazón,lo cual es tan reconfortante que incluso me atrevería a decir que es espléndido en cierta forma. Y esa pequeña,la pequeña Abril. Me recuerda tanto a mi dulce niña,cada vez que la veo ese sentimiento de nostalgia recorre todo mi cuerpo,casi como si pudiera viajar en el pasado y verla de nuevo,junto a mi.

Según entiendo la pobrecilla ha pescado la gripe,esas manchitas en su morena piel me lo indican,eso y aún más,sus padres,los hermanos de Dante,trabajan horas extra para comprar sus medicinas porque al parecer la niña ha sufrido varias dolencias en su corta vida. Esta no puede acercarse a mí debido a su enfermedad infecciosa,según algunos médicos locales se llama tifus.

Tienen medidas muy especiales con ella,hace cinco días que no la veo, ya que, ella ahora se encuentra en un hospital lejano. La familia de Dante pasa por muchas necesidades,quise ayudar,así que yo misma hable con los dueños de aquel hospital para que la tomaran como una paciente más y así trataran su enfermedad correctamente. Su libertad, era lo que extrañaba. Aquella pobre niña siempre me había dado esa inspiración de libertad mas sin embargo su ausencia me afecta, casi como si se tratará de mi hija.

Al parecer el más anciano de la familia,de aproximadamente 74 años me tiene entre ojos, el es un hombre en silla de ruedas debido a su par de piernas amputadas que,según sé,le fueron cortadas debido a la gangrena y una infección de piel que le pudrió la carne. Parece matarme con su mirada vengativa y ese ojo tuerto.

Dice ser sobreviviente de la guerra,al parecer un hombre del ejército. Representa un problema para mí,más sin embargo,no ha comentado nada al respecto lo cuál me tiene algo intranquila.

-Reina Moon-Escuché una voz lejana detrás de mí,se trataba del joven Dante-Me llevó un buen rato encontrarla, ¿qué hace aquí?.

-Lamento el inconveniente. Me distraje observando este lugar-El agua del arrollo fluía armoniosamente frente a mi,era maravilloso ver que tan bello era todo.

-¿Estaba viendo el campo?-Señaló a lo lejos algunos animales campestres a lo lejos del panorama- Es un lindo lugar para pasar el rato y pensar,entiendo porque se quedó aquí,es muy pacifico.

-Hace un buen tiempo no veo a un animal tan de cerca ¡Son tan adorables! Justo como los recordaba-Los caballos,algunos polluelos y vacas comiendo sobre la tierra,el aire fresco y el olor a pasto,esa naturaleza me traía paz.

-¿Se refiere a los caballos? Son de los dueños de mis hermanos,Cassandra me deja montarlos de vez en cuando-Señaló a un ejemplar,animal de color café oscuro,uno muy alto y robusto.

-Es precioso,en verdad deseo uno-Me recordaba a los equinos de mi abuelo,ese en especial me recordaba a Vicente,un caballo que siempre cuidaba a mi abuelo en sus viajes.

-Puede subirse en él si lo desea-Me estremecí al instante,la sorpresa no la pudo ocultar mi rostro.

-¿No sería una molestia? Después de todo le pertenece a ellos-Dije nerviosa,no tenia experiencia.

-No le veo problema alguno,no hay nadie que pueda verla por el prado,las montañas son altas y estamos a varios metros de la casa más cercana. Puede subirse- Me acerque tímidamente al equino-

-¿Esta seguro?-Él asintió-Pero,no hay equipo como para subirse y...

-No hace falta,a menos de que no quiera ensuciarse-Me dirigió una mirada confidente pues mis ropas eran más comunes como los plebeyos de aquí,era un simple vestido oscuro que cubría mi cuerpo.

-¿Ensuciarme? ¡Claro que no me importa! Con gusto me subiré a ese bello espécimen- Lo tome casi como un reto,ya estando determinada a subirme me di cuenta de un detalle en particular,no sabia como.

-¿Quiere ayuda,su majestad?-Se inclinó para retirar mis tacones y dejarlos sobre un tronco pequeño junto a él,dejando que mis pies descalzos sintieran el contacto con el pasto húmedo.

-Espléndido -Observaba mis pies mojarse con las gotas de agua que se resbalaban en el césped.

-Parece una niña pequeña- Lo dijo debido a mi expresión sorprendida,al parecer me dio ternura y gracia.

-Es agradable-Mis pies dejaron se doler en un instante,el suelo firme aliviando mi carga,se sentía curioso.

-¿Quiere ayuda?-Dijo-Puede subirse en mis hombros para sentarse sobre el lomo del caballo.

-Peso demasiado,señor Dante. No creo que pueda.

Antes de que pudiera agregar algo más el me cargo como si se tratara se una almohada liviana,sin mucho problema me cargo en sus brazos para luego sentarme en el lomo del caballo. Quedé paralizada,ni siquiera me opuse a que el me cargara; esa sensación corriendo por mi espalda me invadió de forma abrasiva.

El animal se quedó inmóvil,no se movió ni siquiera un poco,solo bufó agitando su cola mientras masticaba un diente de León. Al aprovechar mi parálisis,Dante me acomodó sobre el animal,separando mis piernas cuidadosamente para poder montarme correctamente sobre el, manteniendo su respeto y distancia correspondiente hacia mi. Lo cual me pareció adorable.

Por instinto, al sentir que me inclinaba hacia un lado, apoyé ambas manos sobre la crin del caballo con algo de fuerza para aferrarme a él. Dante me tomó de las caderas para evitar que yo me cayera, ese sonrojo en mis mejillas,sentir esa calidez en el rostro me avergonzó por completo. Calidez romántica, quizá.

Así,pasamos la tarde,el enseñándome distintos animales de la zona, dejándome tocar a esos animales peludos de cuatro patas...¿Cómo se llamaban? ¡Ah,sí! Ovejas. Hay una en especial de la cual me encariñe mucho,se llama Polita,es la más joven del rebaño. Tan adorable y suave. Me recuerda a Harryson, ¿Cómo estará ella?.

Esa ovejita es la favorita de la abuela Ceci según sé,entiendo el porqué ahora.

Supongo que quedarme aquí por un tiempo no está tan mal,de hecho,creo que podría llegar a disfrutarlo; pronto seguiré con el propósito principal de este viaje,tendré mucho trabajo por hacer. Espero terminar pronto.

"Ten piedad, hija mía". Donde viven las historias. Descúbrelo ahora