12.

1K 80 2
                                    

Yelena.

Ahora que confesé lo que siento a Kate Bishop siento como si una carga invisible desapareciera de mis hombros, pero aún falta platicar con ella de algo, su asunto de la amenaza.

— Bishop.— me aparto un poco de ella, estábamos sentadas cómodamente en el sofá.

— Si Yel dime.— me contesta mientras me vuelve a pegar a su cuerpo y me da un beso en el cabello, nuevamente me aparto de ella y me giro para verla a los ojos se ve tan hermosa cuando está relajada.

— ¿Cuándo pensabas decirme que te están amenazando?— le suelto rápidamente y ella se queda petrificada, no emite ni siquiera una palabra, alzo una ceja con la esperanza de que me conteste y así lo hace.

— Yelena, es que yo no sé, siento que es algo que debo acabar yo misma, sin involucrar a terceros.— me comienza a decir mientras juega con sus manos.

— Pues sabes que no estoy de acuerdo Kate Bishop, y sabes perfectamente que yo te voy a proteger de cualquier amenaza, así que comienza a confiar en mí y vas a ver qué juntas vamos a encontrar la solución a todo.— tomo sus manos y les doy un beso, sin duda Kate me hace sacar mi lado más cursi.

— Sin tí no sé qué haría.— me dice mientras invertimos papeles, ahora ella descansa sobre mi pecho.

— ¿Tienes algo que decirme? Mi bella y sensual arquera.— le digo provocando una sonrisa en su rostro.

— En realidad sí, hace una semana Antes de irme a Missouri un idiota entró a mi departamento, me quería matar, pero logré vencerlo y no sirvió de nada pues escapó.— siento diferentes cosas dentro de mí, en primer lugar una gran admiración por como logró controlar la situación y segundo, siento miedo angustia y rabia por no haber estado a su lado y matar a ése tipejo, lo mejor será que ni Hanna ni yo nos separemos de ella, está claro que se puede defender sola pero mientras yo respire la voy a proteger con toda mi vida.

— Voy a pedir a mis contactos que investiguen acerca de Kingpin y los deportistas, quiénes están muertos y quiénes en prisión y quiénes están prófugos, no me harás cambiar de opinión Bishop, voy a protegerte con mi vida.— termino de decirle y me abraza más fuerte aún.

— Gracias Yel, pero tengo miedo de que te hagan algo.— solloza en mi pecho y comienzo a acariciar su cabello para tranquilizarla un poco.

— No tienes que agradecer, además sabes que soy una black widow, y si tú estás bien, yo estoy feliz ¿Entendido mi amor? ¿Te gusta que te diga así?.— Pregunto con una sonrisa ante tal apodo, he visto que en varías series y películas de romance lo utilizan así que decidí que era buena idea hacerlo.

Kate al escuchar ésa frase me mira a los ojos intentando descifrar mi mirada.
A los pocos segundos sube hasta llegar a mis labios y comienza a besarme con energía, nuestro beso comienza a subir de intensidad y de pronto no puedo seguir de pronto los recuerdos de ése maldito lugar de hacen presentes.

Me quito a Kate de encima y caigo al suelo sólo para arrastrarme lo más lejos que puedo, no puede ser me maldigo y maldigo a esos malditos depravados yo tan sólo era una niña.

Siento que Kate se acerca a mí se pone de rodillas frente a mí y levanta mi mirada, ver sus ojos me da tranquilidad, tiene un verdadero efecto hipnótico en mí.

— Perdóname Kate, empiezo a creer que mereces alguien mejor que yo, sin miedos, sin traumas...— soy silenciada por sus labios y aunque es un beso muy corto no deja de ser especial.

— Se escuchó tan bonito cuando me dijiste 'mi amor' no dejes de llamarme así ¿Okey preciosa?.– asiento levemente con la cabeza. – Y no digas eso mi amor, tú eres lo mejor que me ha pasado y te juro que yo voy a estar siempre dándote apoyo para superar tus traumas y miedos, seré paciente y esperaré a que te sientas lista.— nos abrazamos y mis lágrimas corren por mis mejillas, de verdad no sé qué hice para merecer a ésta hermosa mujer y mientras lo averiguo voy a disfrutar cada momento con ella ahora estoy convencida de amarla.

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora