Siempre serás tú

38.

Kate.

Son casi las once de la noche y Yelena se prepara para salir, yo acabo de despertar y también me voy a preparar, ésta noche habrá algo de movimiento.

Busco mi arco y mi lote de flechas especiales y bajo con Yelena a la sala, la veo prepararse, en la mesa pone todas sus armas, un par de pistolas y un par de navajas se ve tan ruda y sexy, me acerco a ella y me mira de reojo.

— Buenos días bella durmiente.— me dice y la abrazo por detrás.

— Son noches Yel, noches.— me separo de ella y dejo que siga en lo suyo.

Nos quedamos en silencio cada quien en sus pensamientos, y cada quien preparando lo suyo, yo no dejo de pensar en Clint, de verdad espero que no sea él, crecí admirando a Hawkeye y lo que menos quiero en éstos momentos es una decepción.

— Sé lo que estás pensando Kate Bishop, es cuestión de horas para encontrar las respuestas a nuestras preguntas, todo tendrá una explicación lógica lo prometo amor.— me acerco a sus labios y me tomo toda la calma del mundo para besarlos.

— Estoy lista.– le digo y tomo mi arco y mis flechas y ella se pone su nuevo chaleco negro. – Te queda perfecto ése chaleco.— le digo mordiendo mi labio inferior.

— ¿De verdad te gusta?.– solo asiento a su pregunta. – ¡Lo sabía! Nadie se resiste a ésta hermosa prenda de vestir.— no echamos a reír y nos marchamos rumbo al departamento de Hanna.

Y cómo mi hermosa novia lo dijo nos reunimos con Peter y Hanna en el departamento de ella.

— Bueno, ya saben lo que tienen que hacer, sean cuidadosos y cualquier cosa la comunican por el auricular.—

Ordena mi novia y los tres asentimos.

Nos despedimos de Hanna y de Peter y salimos.

El plan consiste en que Peter vigile desde las alturas y nosotras a pie, Hanna va a monitorear las cámaras de las calles en dónde transitamos y aledañas para tener cubierta la mayoría de las calles posibles.

— No te pongas nerviosa, deja de mirar constantemente hacia atrás, se darán cuenta de que los buscamos.—

— Si te soy sincera tengo miedo Yelena.—

— Solo relájate Kate, todo saldrá bien.— me alienta Peter.

— Él tiene razón, todo va a estar bien, aún no hay movimiento en ninguna calle.— secunda Hanna y nos da un informe rápido.

— Lo ves flechita, ahora deja el nerviosismo y vamos por una rebanada de pizza.— la tomo del brazo y caminamos hasta llegar a un establecimiento que para fortuna aún estaba abierto, pedimos dos rebanadas de pepperoni y salimos del lugar con pizza en mano.

— Sólo tú sabes cómo calmar mis nervios te amo.— le doy un beso corto en los labios y continuamos caminando por lo que parece una hora.

— Veo movimiento, giren a la izquierda.—

— Entendido Hanna.—

Caminamos de prisa y llegamos a un callejón, dos sujetos golpean a una mujer.

Rápidamente Yelena interviene en la pelea y lanza una mordedura a los sujetos que caen al suelo por unos segundos.

— ¡Vete de aquí!.— le ordeno a la chica y ésta asiente.

Doy apoyo a Yelena y utilizo una flecha, disparo a uno de los sujetos pero éste esquiva y levanta su brazo y me lanza una mordedura de viuda que apenas y logro esquivar.