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Wanda (alter)

- ¿Te sientes mejor Nat?.- pregunto mientras me acerco a ella y la ayudo a limpiar sus raspones y demás heridas en su cuerpo.

- Estaré bien hasta que me deshaga de Yelena y su estúpida novia.- dice y se queja un poco por el dolor.

- No te preocupes cariño, no quedará nadie vivo.- le digo y la miro, me sonríe y me desarma por completo.

- Eres la mejor Wanda. Acércate.- obedezco a lo que pide y me planta un corto beso en los labios.

Me quedo paralizada por un momento, ésto me tomó por sorpresa.

- Ahora sé dónde están, ¿Qué dicen? ¿Quieren que les demos una visita?.- entra Clint y nos da las noticias, y de paso hace que salga de mi trance.

- No hay tiempo que perder.- dice y se levanta de su asiento para caminar a la salida.

Sin dudarlo un segundo más me pongo de pie y camino hacía donde se fué ella, estamos listos para acabar con todos los que se atraviesen en nuestro camino, voy a proteger a Nat cueste lo que cueste.
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Yelena.

El escape resultó ser un éxito nadie nos vió salir, tal vez Viernes si lo sabe pero no me importa ahora estoy en el auto de mi novia y vamos a casa, estoy ansiosa por llegar, me quedé con ganas de hacerla mía pero en el complejo es imposible, las paredes son muy delgadas y cualquiera puede escucharnos gemir y no queremos éso.

Kate pisa más fuerte el acelerador y aprovecho para poner mi mano en sus muslos, ella abre sus piernas en respuesta y suelta un suspiro.

Para en un semáforo en rojo y aprovecho y subo y bajo mi mano lentamente recorriendo hasta su entrada, llegando ahí comienzo a tocar por encima de la tela haciéndola gemir y me detiene, me mira a los ojos y tiene las pupilas dilatadas.

- Sólo espera un poco más amor, ya casi llegamos y no querrás que choquemos.- me dice y lleva mi mano a sus labios dejando un suave y delicado beso.

Y como ella lo prometió es cuestión de unos minutos para que estemos enfrente de su departamento.

Rápidamente salimos del coche y nos adentramos, subimos las escaleras y no pude contenerme más, en cuanto abrió la puerta nos metimos de prisa y comienzo a besarla mientras la recargo en la pared, toma el cierre de mi chaleco y lo baja para después quitarme la prenda, siento sus manos tocando mi piel y es una sensación embriagante.

Por mi parte tomo su sudadera desde abajo y la levanto deshaciéndome de ella y ahogo un gemido cuando noto que no lleva puesto nada debajo.

Casi como si de un instinto se tratase mis labios van directo a sus pechos y comienzo a mordisquear suavemente provocando que arquee su espalda.

- Me dejaste el trabajo fácil.- le susurro al oído.

- No quería que hacernos esperar, te deseo con locura Yelena Belova.- me quita la camiseta que llevaba puesta y se sigue con el sostén.

Inmediatamente se lleva mis senos a la boca, y sus labios, su lengua y sus dientes es lo único que necesito en éstos momentos, con sus labios chupa, muerde y tira de mi pezón mientras que con su mano estumila el otro.

Para éste momento soy incapaz de respirar correctamente y se me escapa uno que otro gemido.

Mi bella arquera no quiere perder más el tiempo y me quita los pantalones y me deja únicamente en ropa interior, su mano libre comienza a recorrer mi intimidad de manera suave por encima de la tela.

Su acto provoca mis manos aprieten sus hombros, a medida que aumenta la verdad mi respiración se comienza a cortar y siento demasiado humedad mi entrada.

Siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora